Capítulo 9

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«Jess»

El abrazo de Nick es reconfortante; sus brazos son fuertes y cálidos, hacen que me sienta de una manera que nadie más puede hacerme sentir. Con tan solo sentir sus grandes manos sobre mi piel siento escalofríos correr por todo mi cuerpo, y la manera en la que me estrecha contra sí es única. Nunca sentiré lo que Nicholas Walker me hace sentir con otra persona. Eso seguro.

Mi cabello es un completo desastre. Tengo mechones de pelo volando alrededor de mi cabeza, pero no sé por qué razón no me importa estar de esta manera con Nick. Siento que puedo hacer lo que sea mientras esté con él. Puedo gritarle millones de groserías, estar vestida con las peores fachas del mundo o hasta defenderme de alguien como nunca creí que haría. Arreglo mi cabello y me seco los ojos con la camisa que traigo puesta.

- Yo estuve ahí. El doce de abril fue cuando mi vida dio un giro rotundamente. Era de noche cuando ocurrió. Mi papá y yo salimos a comprar algunas cosas para la cena pero lo que no esperábamos era que fuera la última vez que nos viéramos. –me detengo un momento para procesar las palabras que acabo de decir-. Sé que ya pasó hace casi una semana pero yo lo siento como si hubiera sido ayer. Sólo estábamos charlando hasta que de un momento a otro lo vi todo negro. El camión nos hizo rodar algunos metros hasta que el auto se detuvo estando de cabeza. Claro que arrestaron al señor que estaba conduciendo el camión por haber manejado tomado, pero yo siento que eso no fue suficiente, él mató a mi papá. Se merece algo peor. –suspiro. Estuve varios días en el hospital y el funeral fue ayer, por eso no había ido a la escuela. Y cada vez que duermo puedo ver a mi padre de cabeza en el auto, sangrando. Mi mamá dice que cuando nos encontraron yo estaba fuera del auto, estaba muy grave; ni siquiera puedo imaginarme tirada en mitad de la calle sangrando. Es lo peor por lo que he tenido que pasar en toda mi vida. Lo extraño cada minuto de cada día...

Nick me mira confundido o impresionado, no sé distinguir.
No tengo idea de porque le cuento todo esto, es como si pudiera destruir la barrera que he construido para ocultarme de todos y todo y poder hablar tranquilamente cuando estoy con él sin saber ni siquiera yo misma el porqué.

- ¿Tu estuviste ahí? ¿Y como carajos sobreviviste? Perdón, no quería decir eso, ¿estás bien? –es un completo cabròn, no sabe cuándo callarse pero puedo ver como intenta no ser así.

- Si, estuve ahí, ¿no me escuchaste la primera vez? –cruzo los brazos y recargo mi espalda en la pared. Nick pone los ojos en blanco. Sé que lo saco de quicio pero disfruto hacerlo; nadie más ha podido hacer lo que hago yo por el miedo que sienten al estar con él, pero yo ya no tengo miedo de Nicholas Walker, no más, no después de conocer esta versión de él-. Bueno ya, me hice un gran corte en la pierna con el cristal roto y me golpeé la cabeza con la calle pero a mi papá le toco lo peor –digo las últimas palabras casi en un susurro, me duele demasiado recordar esos momentos.

En lugar de decir alguna chingadera de nuevo pone la mano sobre la mía. Lo miro a sus ojos verdes esmeralda que me miran con compasión, o lástima, es difícil saber lo que piensa este chico. Le sonrío haciendo aparecer mis hoyuelos, se siente tan bien sonreír así después de tanto llorar los últimos días.

- Tengo que irme –separa su mano de la mía y siento frío el sitio donde estaba, como si me faltara algo, me había acostumbrado a su calor-. Ya casi son las tres de la madrugada y mañana tenemos clases.

- Pensaba que no te importaba faltar a clases –levanto una ceja y medio sonrío. Estoy buscando molestarlo y se me da muy bien.

- Y no me importa, es solo que mañana tengo clase de literatura y no quiero perderla.

- ¿Tú escribes? Quién iba a imaginarlo, yo también lo hago, me parece muy relajante y puedo escribir cualquier cosa que me viene a la mente.

Poles Apart (Polos Opuestos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora