¡No Te Preocupes Por Mi! ¡Yo Sola Puedo!

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-has escuchado, lograron encontrar a Yukiko Hino y la sentenciara hoy al atardecer- comentó una mujer rubia a otras tres
-¿Yukiko?- cuestriona otra sin entender
- valla, después de siete años aquella descarada aparece- habló una castaña pero callo al ver frente a ella unos fríos ojos marrones que la observaban con desprecio
-¿como te sentirias tu si fueran de la que están hablando?- pregunto la pequeña frente a ella
-No es de tu incumbencia- rápidamente contestó pero aquellos ojos le daban miedo
-señorita mejor contesté- dijieron detrás con amabilidad
-supongo que mal- logró atinar a decir
-entonces deja de hablar de yukiko hino como si supieras lo que a vivido- soltó molesta- si vuelven a mencionarla,mi espada estará en su cuello- camino junto con la otra pequeña que les dio una reverencia.
Las mujeres quedaron calladas ¿quienes eran aquella mocosas?.
- yuki no hagas eso- le reprocho la castaña a la azabache
-No dejaré que hablen mal de ella- contestó- ahora colocate la mascara- ordenó sacando de sus ropas una máscara.
-¿yuki?- jalo la manga de su hermana captando su atención -esas personas me miran-.
La pequeña azabache se giró y se sorpendio lo que vio, eran los padres de Yukiko, los señores Hino.
-Kotaro esa niña se parece a yukiko- señaló a la niña castaña
-Midori tal vez sea una casualidad que esa niña se parezca a esa cualquiera- el hombre callo al recibir un golpe de la azabache, ambos adultos se sorprendieron- ¡que carajos te ocurre mocosa!-
-¡No hables así de ella!- murmuró enojada- ¡Vuelve a mencionarla y no te perdonare! - tomó la mano de su hermana y corrieron.
¿ porque esas niñas defendían a su hija sin conocerla?
Poco a poco el sól fue abandonado el cielo, la gente comenzó a reunirse a los límites de la aldea incluido dos niñas de siete años que tras las máscaras que cubrían sus rostros trataban de ahogar el llanto.
Yukiko Hino fue bruscamente tirada al suelo por dos hombres con máscaras, llevaba cadenas en las muñecas y en los tobillos, la yukata azul que portaba estaba sucia con pequeños rastros de sangre, su largo cabello castaño ya no estaba ahora le llegaba a los hombros y su ojos miel transmitían tristeza. Al verla la gente comenzó a murmurar, natsume apartó la mirada,le dolía verla así y no poder hacer nada.
Un hombre se posó frente a ella y sonrió descaradamente,yuki lo reconoció inmediato aumentando su enojo.
-Yukiko Hino, hija de Midori y Kotaro Hino se te condena a muerte por desertar, herir a miembros de la aldea, Robar y ocular información confidencial- el azabache comenzó a recitar sus cargos- ¿Tus últimas palabras?- cuestionó sarcástico
-Yuki promete que cuidaras de natsume ahora que yo no estaré- habló dulcemente para luego sonreír, los murmurros no se hicieron esperar ni mucho menos sesaron
Dos niñas se acercaron desde la multitud sorprendiendo a los presentes.
- Haci será madre- respondió tomando la mano de la otra niña
- Donde quieras que vallas Kamisama te estará esperando, descansa en paz mamá, tu alma y tu presencia siempre nos acompañara.- natsume se retiro la mascara acercandose a la mujer dandole un fuerte abrazo, la mayor con dificultad correspondió, al final un beso en la frente le dio.
Tatsuya Saito estaba atónito, esas niñas eran las hijas de ella por lo tanto...
- Saito Tatsuya- le llamo la azabache menor riendo maliciosamente - ¿si mi madre será juzgada por que usted no lo es?- dijo sin apartar su mirada
- ¿aque te refieres?- le cuestiono rogando que no fuera lo que estaba pensando
- una noche de otoño hace siete años- comenzó a relatar yuki- yukiko caminaba de regreso a casa después de las compras, iba algo pensativa puesto que pronto sería prometida en matrimonio. Fue cuando se encontró con usted.......¿recuerda el rostro lleno de lágrimas de ella?¿ el como le rogaba que se detuviera? ¿ Recuerda la noche que violó a mi madre?- finalizó, yukiko observaba a su hija con lágrimas en los ojos, su dulce yuki se convirtió en alguien más, natsume estaba nerviosa, su hermana estaba mostrando la madurez por la que se caracterizaba.
-No tienes pruebas de ello- comenzaron a gritar varios aldeanos
-Claro que la tengo- se retiro la mascara, más de uno se callo era idéntica a su líder Tatsuya.
-Ahora- Fue lo único que grito Saito, un hombre se colocó detrás de la castaña mayor y sin sentir nada, dacapito a la mujer, la sangre salpico en el rostro y ropa de la niñas.
- Madre- hablaron ambas
-Solo recuerden algo: Todo en esta vida se regresa.- fue lo ulimo que dijo yuki antes de desaparecer junto con su hermana.
Muy lejos de hay las niñas se encontraban sentadas en la rama de un árbol
- neee yuki- habló la de ojos miel
- Le prometí a nuestra madre que te cuidaria y lo haré, no dejaré que nada te pase lo juro, te cuidaré aunque la vida se me valla en ello.
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Temari: Natsume, ¿Estas bien?- la rubia de coletas se acercó a ella -¿ que ocurre?-.
Natsume: estoy bien- regalo una pequeña  sonrisa- estos malditos me las pagarán, tocaron a mis niñas-.
Hinata: estas muy herida y ya no tienes tanto chakra, es mejor que descanses sakura e ino se encargarán de ellos-  menciono esperando que ella lo entendiera.
Natsume: ¡no!- respondió para sorpresa de las muchachas- durante mucho tiempo estuve escondía detrás de yuki, cuando casi la pierdo, entendí que era débil y entrene para no depender más de nadie, mi trabajo era proteger a las niñas y nisiquiera lo pude lograr- se levantó tomando posición de ataque.
Shin: estas herida ¿que lograrás hacer?- rio a carcajadas junto con los otros
Shikamaru: si peleas con la cantidad de chakra que tienes morirás- le tomo del hombro para detenerla
Natsume: al fin vere a mi madre de nuevo- le dijo sin verlo, de su ropa saco dos pequeños cuchillos- Como mi hermana dijo alguna vez: " Recuerden: Todo en esta vida se regresa ". Sufrirán más de lo que ellas sufrieron.- habló con la mirada al suelo, Shin al igual que otros 3 compañeros rieron.
Makoto: serás capaz de sacrificar tu vida por vengarte- habló finalmente, sus compañeros le observaron molestos - Eres alguien fuerte- murmuró.
Natsume sonrió desapareciendo, Temari al ver esto comenzó a dar órdenes a su equipo y estas se dispersaron para acorralar a los enemigos.
Temari: ustedes- voltio hacia los chicos- busquen al último que queda, no dejen que active el pegamino- sin esperar respuesta alguna tomo su gran abanico para unirse a la batalla.
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Ren: ¿Acaso ya no puedes?- patio a la joven azabache quien intentaba ponerse de pie.
Yuki cada vez le costaba estar consciente la pérdida de sangre le estaba afectando, ya no tenía fuerzas.
Ren: eres patética, gracias a ti tengo el último pergamino que faltaba- se inco a su lado- sabes yuki hino, esto es personal- murmuró viéndola intentando respirar.
El joven tomó un kunai preparado para darle fin a la joven, pero una sombra naranja se lo impidió, con ágil movimiento le quito el arma haciendo que retrosediera algunos pasos.
Naruto: Alejate de ella- el rubio le ordenó al llegar junto con los otros chicos.
Ren: sorpresa...son los ninjas de konoha- fingió impresión- ¿que quieren?- sabia bien a lo que venian, sus inutiles compañeros no los detuvieron
Neji: entreganos el pergamino- exigió el joven de ojos perlas
Ren: y si no quiero- habló restandole importancia a lo que el joven había dicho.
Shikamaru se acercó a la chica que intentaba respirar, observó la cantidad de heridas que tenía al igual que su brazo faltante, había aguantando bien sola pero si no era atendida inmediatamente moriría.
Shikamaru: Oye vamos a sacarte de aquí, nos encargaremos de ese idiota- le hablo esperando que escuchará
Yuki: nara...shikamaru- murmuró- mis...chicas...están...aqui- el asintió, sabía que ellas vendrían.- escucha bien...logrando destruir un pergamino....los demás quedarían sin poder- fue lo único que alcanzó a decir antes de perder el conocimiento.
¿Pero porque tanta batalla por simples pergaminos?, En ellos se encontraba un gran poder que podría destruir  el mundo shinobi, la persona que lo utilizará podría manejar a volutad todo aquel poder sin que le afectase.
Ren: bien, veamos sin son capazes de quitarme el pergamino- murmuró seriamente - Estilo de fuego: Jutsu dragón de fuego-.