Chapter fourteen // dangerous woman (A)

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-¿No me darás las gracias? -Preguntó, limpiando el filo de su navaja y acercandose a mí. Por instinto, y sentido común, me alejé.

-¿Por qué no dejaste que me mordiera? -No iba a contestarle sus preguntas, no se lo merecía -pensé que seguías con el orgullo herido después de que te apuñalara. Parecías bastante alterado la última vez.

-Esa boca inteligente no te hará llegar lejos en este mundo, cariño -respondió, con una sonrisa pero claramente enfadado -y respecto a mi orgullo... creo que el darle la paliza de su vida a tu chico me lo ha subido bastante, no te preocupes.

Apreté mis puños intentando controlar el asco y la furia que sentía en estos momentos. El solo pensar que él había dañado a Harry de esa forma me encolerizaba. Su mirada se posó en mis puños y de inmediato advirtió mis intenciones.

-No comiences una batalla que no puedes terminar.

-No te tengo miedo -confesé, aunque parte de eso era mentira.

-No deberías -se alzó de hombros -tu novio ya recibió el castigo, no tengo razones para herirte. A menos, claro, que me des una. Y con esa miradita que traes, cariño, me lo replanteo. Quizás si deberías temer. 

Tensé mi mandíbula, sin estar segura que responder.

El sujeto caminó hacia mí y tomó mi brazo con fuerza -ahora, tú vendrás conmigo.

-¡Suéltame! -Grité de inmediato; su agarre era tosco, y agresivo. -¡He dicho que me sueltes!

Sin escucharme, siguió caminando. No soltó ni suavizó su agarre sobre mi brazo, aún con las constantes súplicas y quejidos de mi parte. No tenía idea de hacia dónde me llevaba, y la mueca que traía me asustaba en sobremanera.

-Sabes, ustedes dos son personas realmente interesantes. Recuerdo cuando conocí a tu novio. Él estaba de mente -soltó una risita que me dio escalofríos -no, furioso era la palabra, supongo. Una mezcla. Lo ví y dije "Ese tipo debe estar en mi equipo". Jamás pensé que tendría un pasado tan complicado, ni que tuviera amarrado consigo a una estirada.

-¿Una estirada?

-Si una estirada, de adentro del muro -explicó, casi obvio. Comencé a divisar la fachada del hotel y de inmediato recordé aquel lugar. Había estado aquí con Liam justo ayer, era el hogar de estos sujetos y ahora, sin Liam ni Harry, ni nadie a quien le importara un poquitito, estaba realmente asustada.

En cuanto entramos al lugar dos sujetos nos miraron atento.

-¿Harry está aquí? -Preguntó de inmediato mi secuestrador, y noté el típico acento sureño que caracterizaba a la gente de por aquí.

Ambos negaron con la cabeza, uno de ellos sonrió, divertido. -¿Que? ¿Es su zorra? ¿Por qué no la dejas aquí un rato?

Me tensé de inmediato, él caminó hacia mí. Michael se interpuso entre nosotros y colocó la mano en el torso de su amigo -tu jodida nariz está recién recuperándose de la golpiza que te dio el otro día, ¿De verdad quieres que te la rompan nuevamente?

Quise sonreír ante la idea de saber que el ojiverde le había golpeado, sin embargo no pude disfrutar demasiado aquel momento.

-Harry parece realmente obsesionado con ella, algo bueno debe tener... -murmuró, justo antes de que su mano chocara contra mi trasero. Apreté la mandíbula y sentí la desagradable risa de aquellos sujetos. Michael se giró, algo molesto por la acción inmadura de su compañero. No estoy segura si aflojó su agarre de mí, o simplemente mi enojo me hizo sacar fuerzas de quien sabe donde, pero me solté y, antes de que pudiese detenerme, me abalancé sobre ese imbécil.

R E F U G I O // (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora