Sorpresa

Sixth

-¿Cómo te sientes, lindo? Luces muy agotado- preguntó Chris, entrando a la cocina y sentandose en la silla mientras admiraba el pequeño y delgado joven preparar la lonchera de su pequeña primogénita.

-Buen día- respondió Louis, sonriéndole tímidamente, volteandose unos minutos a verlo -Estoy bien, todo está bien. Gracias por preguntar- sus miradas se unieron cómplices, haciendo sonreir al más alto, Louis le sonrió una última vez y retomó lo que estaba haciendo -¿Tú cómo estás?

-Feliz, contento, alegre, con muchas ganas de vivir y hacerte feliz- miró la hermosa anatomía de Louis -Hacerlos felices- corrigió, parándose y encaminándose en dirección del castaño. 

-Estamos muy agradecidos por todo lo que haces por nosotros- dijo Louis, acomodando el sándwich en una bolsita de papel, agarró la lonchera amarilla en forma de girasoles y la abrió dejando  reposar allí el panecillo con un par de frutas a su costado. 

-No agradezcas, cariño, ya hemos hablado al respecto, lo hago feliz y con mucho gusto, me nace de corazón hacer cualquier cosa por ustedes; tú eres una persona espléndida, un padre ejemplar, y Blyoh...- hizo una pausa, mirándolo atentamente, amaba tanto el color de sus ojos, lo intensos que eran. -Blyoh es maravillosa. 

Los ojos de Louis se aguaron, recordando a su hija. ¡Cielos! Pensar en los últimos días la había visto triste, lo ponía inestable. Su pequeña seguía sufriendo. 

-Ven, no llores- Chris lo agarró delicadamente del brazo, atrayendolo hacia su cuerpo, lo abrazó fuertemente -No llores, precioso, te hace daño- le susurró al oído, masajeando cariñosamente el vientre del más pequeño -Le hace daño a él también. 

-¿Papi?- preguntó Blyoh preocupada desde la puerta de la cocina -¿Por qué lloras?- sus fríos ojos verdes se clavaron en los de Chris. -¿Fue Chris quien te hizo daño?- siguió, mirándo a su padre, con la mirada angustiada. ¿A caso Chris había hecho llorar a Papá Louis así como Papá Harry había hecho? ¿Chris también los iba a dejar? Era todo lo que su mente cuentionaba, haciendola sentir más insegura. Chris le había dicho que él no era como Papá Harry, entonces ¿Por qué Papá Louis estaba llora...?

-No, mariposita- respondió Chris con los ojos apagados, se había dado cuenta en lo que Blyoh había pensado -No haría llorar a tu padre por nada al mundo, te lo prometí, nunca lo haría sufrir, ni a él ni a ti- se acercó a ella y la cargó, regresando al lado de Louis. 

-Odio las promesas- Blyoh miró a Chris y luego a su padre, tratando de averiguar que ocurría. 

-Es por eso que lo demuestro con mis actos, preciosa. Los quiero demasiado y verlos sufrir me entristece, no saben cuánto- Chris le dejó un beso en la mejilla, acomodandole su cabellito rebelde. 

-Entonces, ¿Por qué papá está llorando?- preguntó con su pequeña mano encima del rostro de Chris.

-Porque te amo, princesa- respondió Louis, sorprendiendo a la pequeña, esta se volteó en dirección de su padre -Porque hablar de ti me hace recordar lo mucho que te quiero, lo importante que eres y lo afortunado que soy de tenerte, mi vida- el castaño le acarició la mejilla derecha -Pienso en ti, en tu hermosa carita, en tu pequeña naricita y tus hermosos ojitos verdes; en lo buena compañera que eres, pienso en todo ello y me pongo vulnerable y sensible. Eres todo para mí, mariposita- finalizó el pequeño castaño.

La ojiverde hizo un pequeño y adorable puchero y -Papi...- sollozó. Blyoh no podía decir nada mas que abrazar a su padre desde los brazos de Chris. Lo amaba tanto que cuando lo veía sentía algo a la altura de su pecho quemar. 

-Hey, hey, yo también quiero mi abrazo- dijo Chris, haciendo un puchero y sonriendole a la vez. En poco tiempo se había encariñado con esa pequeña y ¿cómo no hacerlo? Si era un esplendor, como su padre.

Blyoh le sonrió agradecida, abrazandolo -Gracias por cuidar de Papá- le susurró al oído y dejándole un beso en la mejilla -Discúlpame por pensar esas malas cosas de ti, tú no eres como Harry- finalizó con los ojos vacíos y apagados, perdidos.