D.I.O.S ACTO 1: CATARSIS

LA CHICA

  El pastor Neri dijo que te quería ver, así que ve son las 4:35 te cito a las 5:00. ̶

̶ Oh, vaya ese Neri sí que pide muchas cosas, dame tiempo estoy enviando unas cosas, y... ¡listo! ̶ La madre de Rodolf se paró, ella era una chica de 29 años, se veía de 15, figura tan esbelta, piel blanca muy diferente a la de su hijo, labios rosas y delgados, sus ojos eran grises y algo saltones, era como ver la cara de Rodolf pero en la de su madre, lo unció diferente eran esos ojos, pero no era para tanto, se acercó puso la mano en la frente de su hijo, beso su mano y le dijo

̶ Regreso rápido mi niño ̶ tomó un saco y se fue.

Rodolf se quedó en su soledad, pensando en todo y a la vez en nada. Se paró de la sala y camino por las escaleras de cemento, sus botas hacían impacto mientras subía, saco la caja de música que le dio su Madre y se puso a escuchar música a todo volumen, pero aun así no lograba sacar a ese hombre de su cabeza, solo pasaba una y otra vez en su cabeza, saco su lista de obligaciones y la leyó en voz alta para alejar esos pensamientos:

• No debemos sentir otra cosa que no esté en nuestra programación.

• Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos.

• Dios nos da la perfección.

• No puedo ocultar nada ante los ojos de dios.

Rodolf las repetía una y otra vez pero no conseguía nada, aquel asiático con sus palabras aún estaba en su mente, más con ese pensamiento de que él también tenía ojos raros no le ayudaba a olvidar nada. De repente vio hacia su mesita de noche, logro ver papel una pluma, la tentación era gigantesca. Rodolf se quitó la caja musical, como un zombi camino hacia allí, vio ese pedazo de papel blanco, tomo la pluma, empezó a oler la tinta ese olor era indescriptible, esa textura como si hubiesen machacado unas moras y se hubiese hecho una perfecta ejecución para soltar tinta.

Rodolf no se lo pensó, comenzó a escribir como loco, párrafo tras párrafo plasmo su sentir, su ser, es como si su cerebro le ordenara que hacer, él se fijó que nada lo viera debido a que la ley de dios dice que todo se reporta al creador, pero nadie lo veía solo había micrófonos en la calle que captaban palabras. En las casas no porque los vecinos delatan.

Al cabo de 5 minutos acabo su obra de arte y tomo el título "the heretic" estaba en el ya extinto idioma ingles debido a que las lenguas romances eran las más habladas después que dios se dio cuenta que eran las más habladas. Cerro un libro que solo tenía unas palabras en inglés que apenas y decían que eran. El abrió la ventana ya que hacía calor adentro, pero al abrirla salió la hoja volando.

̶ Oh mierda ̶ exclamo Rodolf mientras se asomaba.

Allí la vio a ella, una chica de 8 años, uno y cuarenta de estatura, cabello castaño claro, con rayos rubios cuerpo esbelto, piel tipo amarilla pero más cercana al blanco, labios delgados rosas, ojos más o menos grandes no una monstruosidad como los que tienen otros y lo que más la destacaba, sus pupilas eran negras como las de Rodolf.

Ella recogió la nota y la comenzó a leer, Rodolf lo sabía, su vida había acabado, no había más, ella lo denunciaría y lo matarían o corregirían con tortura. Pero ella la leyó y lo vio, ella sabía que en la calle había micrófonos más no cámaras. Así que hizo un ademan muy antiguo.

Puso sus manos en forma de corazón, las junto las puso en su pecho, las hizo rebotar dando a entender siento o igual que yo y para finalizar señalo a Rodolf repitiendo el ademan.

Diría en lenguaje de señas: "¿SIENTES LO MISMO QUE YO?"

Rodolf solamente se exalto y la vio raro mientras pensaba que no era el único en este universo y sobre todo esa chica que de alguna manera le hacía ver a Rodolf que no era raro. Vio por toda la calle, vio a las ventas y ella hizo otro ademan haciendo su mano hacia abajo golpeando el aire mientras abría la boca como si comiera, esos vendría a significar que se acercara a su ventana de la parte de abajo (si así de complicado decir algo). El entendió y bajo hacia la ventana que daba hacia la calle, la abrió y ella ser acerco recargándose sobre la pared.

̶ Chico ̶ exclamo en susurro ̶ eres idiota o porque escribes esto, bueno no importa, ¿vas en la escuela de la nueva Cataluña?

̶ Sí ̶ dijo acercándose a la ventana.

̶ En dos semanas habrá examen en los grupos de 4to grado ̶ dijo mientras Rodolf la veía rara, ya que como sabía que él iba en 4to grado y además ¿Por qué? le daba semejante información. ̶ Tranquilo, soy un grado menor que tú y te he visto así que quería asegurarme, además el mismo día de tu examen hay una revisión de DI SANTI por la ejecución de hoy se tiene que revisar a la descendencia asiática o latina, por lo visto tu eres una rara combinación, si conoces a un ojos raros como tú y yo dile.

̶ ¿Cómo sabes eso? ̶ dijo demasiado intrigado

̶ Soy un cordero, ya sabes los mejores alumnos, me dicen toda la información, te regresare tu hoja en cuanto pueda pero debes ser más cauteloso, si esto lo encuentra alguien más estarías ya muerto, agradece que lo encontré.

̶ Tonta no hables así de fuerte.

̶ Tranquilo no hemos dicho nada prohibido y además ya cubrí la situación. ̶ Sonó como si una pequeña tele tuviera estática y la luz regreso a los focos de la cuadra encendieron muy levemente y se pagaron de nuevo.

̶ Que rayos, que hiciste niña.

̶ Lo sabrás cuando sea el momento. En dos semanas hablamos, tu examen es de Historia, mejor estudia bien. ̶ Ella guardo la hoja mientras camino hacia la calle, saco su tipo teléfono y ordeno un transporte ̶ Mis transporte vendrá pronto, vivo un poco lejos por la manzana grande que vez allá.

̶ Eso está muy lejos, ¿qué haces aquí?

̶ Pues necesitaba comprara paprika y la venden en varios lugares de aquí, el tuyo es el más cercano. ̶ observo a todos lados y el auto llego esperándola, se despidió con su mano agitándola de manera rara, pero mucho antes irse Rodolf la vio y balbuceo para decir

̶ Oye...s...oy...Soy Rodolf, ¿tú quién eres?

Ella volteo, lo vio e hizo una sonrisa y solo exclamo ̶ Shita, es un placer...Señor Rutherford. ̶ El observo más extrañado pues nunca habían hablado.

Ella lo vio unos instantes, sus obscuridades de sus ojos convergieron en ese momento corto pero muy extraño, volvió a sonreír y se fue a su transporte que estaba cerca de un bosque en la cuadra H y Rodolf al verla simplemente dijo.

̶ "Creo que encontré a alguien igual que yo"