Sugar Daddy©●AUYoonTae● ●MYGxKTH●

12. Un enredo de emociones.

TaeHyung ya llevaba aproximadamente tres meses laborando como mesero en aquel restaurante popular. Y gracias a los dioses divinos, no había tenido problema alguno con la administración, compañeros o los clientes.

Recibía buena propina cuando las sugerencias que daba, acertaban con el gusto del comensal.

No podía quejarse.

Además su segundo trabajo como cajero en un casino le ayudaba bastante. Después de todo, ganaba lo suficientemente bien en ambos lugares como para mantener la comida, los pagos de servicios básicos, la ayuda que siempre pedían en el vecindario y le sobraba un poco para su consumo y chucherías.

No podía estar mas que feliz.

Ahora ya no estaba en la obligación de ir a clases porque hace poco que había sido la fiesta de graduación donde por azares del destino, su tía -La madre de Jin-le hizo llegar una invitación a la fiesta, donde por lógica, tenía que llevar un regalo y en realidad él no tenía tiempo ni para buscar regalos ni para llevárselo. Además en la casa de su tía no hacía falta nada.

Entonces, TaeHyung se encontraba camino a retirar su diploma que ya no le serviría para nada, pues ya que ni con una beca dejaría sola a su madre. Dado que esta solía verse peor, ahora estaba pálida, de repente aparecían como moretones y una que otra hemorragia nasal.

Realmente no entendía que pasaba, sin embargo tenía los ahorros suficientes como para llevarla a ver un buen doctor que les ayudara.

Entró a la escuela casi chocando con un rubio al cual no miraba desde hace mucho tiempo.

—SeokJin...—Susurró Tae, disculpándose con una venia para poder irse.

—Espera...

TaeHyung no se detuvo, no sabía que estaba ocurriendo con ellos. Es decir, en su interior estaba creciendo aquella sensación de que todo era diferente, ya no se sentía cómodo ni tampoco feliz. De hecho, pensaba que era mejor si no lo hubiese encontrado. Pero los hubieses y hubiera no servían, ni existían.

Con todo el valor e inflando su pecho se regresó hasta donde su primo, que lo esperaba de brazos cruzados y una ceja alzada.

—Sabía que no me ibas a ignorar, cariño...

Aquel tono le indicaba a TaeHyung que todo lo que Jin le dijera iba a ser alguna tontería. No sabía que era eso, pero lo molestaba demasiado, tanto como para querer romperle la cara.

—¿Qué necesitas? Y que sea rápido por favor, estoy ocupado.

Jin lo notó, esa forma de vestir, su pie moviéndose rápidamente como que de verdad tuviera prisa y no quisiera estar ahí. Con él.

—Yo...Te he extrañado, TaeHyung. Supe que la tía estaba mal, que tú estabas mal pero entonces mi madre me quitó toda manera de comunicarme con ustedes. Te esperé aquí pero desde que pasó lo de tu papá, no regresaste más.—Sus manos se movían—Estaba asustado, entonces esperé también la ceremonia de graduación pero tampoco estabas. Le pregunté a la directora que día vendrías por tu diploma y por eso estoy aquí.

TaeHyung suspiró.

—Bueno, muchas gracias eh. También por tu grandiosa idea para la recolecta para pagar mis mensualidades. Bravo...—TaeHyung le aplaudió sin gracia.

—No... No creas que era mala intención, TaeHyung. Yo pensé que todos iban a aportar un granito de arena pero ya sabes como son todos de egoístas y mi mamá... Bueno, ella me está controlando las tarjetas de crédito... No tenía efectivo como para prestarte dinero.

—No te preocupes, Jimin lo pagó.

Aquello fue el detonante para hacer que Jin cambiara su actitud de alma gentil, para revelar el demonio que escondían sus ojos. Algo completamente malo le había hecho Jimin como para tener ese rencor de raíz.