007.Problemas en casa.

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Eran aproximadamente las once con cuarenta de la noche, la reunión de los jueves acababa de terminar, esa noche por gracias a los Dioses TaeHyung no había visto a los Jeon. Ese era un buen punto. 

Decidió como todo buen niño de casa subir a su habitación para cambiarse de ropa y salir a correr, como era ya casi costumbre.

Su casa estaba silenciosa por lo tanto decidió salir.

Empezó su rutina, comenzando a correr desde su casa hasta el parque central, con sus audífonos puestos reproduciendo música de su rapero favorito. Era su primer día en ir a ese lugar, y todo gracias a que Jin decía que ese lugar no era sano. TaeHyung era muy curioso como para dejar pasar esa oportunidad, su madre tampoco lo dejaría ir, pero después de todo ella no estaba con él.

El camino era bastante largo a decir verdad, y ni hablar de la gente que estaba en ese lugar. Todos lucían tan misteriosos y sus miradas hacia TaeHyung eran críticas, como si él no perteneciera a ese mundo. Todo se sentía demasiado extraño, con un aura como muerta. 
Trató con todas sus fuerzas de ignorar las miradas lográndolo cuando divisó a lo largo, en un café de la zona, la característica cabellera rubia de su molestoso compañero de clases, Jimin. Estaba acompañado por otros dos hombres, que por el vidrio que tenía la tienda, solo lograba verles la espalda ancha. Uno tenía el cabello verde menta y el otro era pelinegro. 

Ya estaba cerca de donde ellos, las ganas de regresarse eran inmensas pero Jimin lo divisó y entonces su rostro serio se transformó a una sonrisa traviesa, de esas que solo el sabía hacer cuando una idea le pasaba por la cabeza. 

Entonces, como todo buen compañero de clases extendió su mano al aire, saludando al castaño con su sonrisa malévola. Al instante sus dos acompañantes giraron para ver a la persona que el rubio saludaba encontrándose así con aquellos ojos avellana temerosos y dudativos. Tanto el pelinegro como el de melena verse sonrienron al ver la falsa sonrisa de TaeHyung, era muy tierno verlo como quería salir corriendo. 

TaeHyung como un buen niño educado no tuvo de otra que regresar el saludo, un poco incómodo decidió acercarse a la pared de vidrio que poseía la cafetería. Jimin hizo un gesto para que entrara pero él se disculpó con las personas que estaban en esa mesa con una inclinación, no le agradó ver a Jimin con JungKook, además de la mirada del hombre de cabello verde que le miraba como que quería comérselo de un solo bocado. Todo en ese parque estaba mal. 

Salió corriendo disparado para su casa, mientras tanto los chicos quedaron hablando.

—Entonces ese es TaeHyung ¿no?—Preguntó YoonGi llevándose el croissant a la boca—Está muy delgado ¿no?

JungKook giró sus ojos.

—¿Y? ¿Hay algún problema en que me gusten sus piernas largas y delgadas? Digo, si a ti te gustan cortas es muy tu problema pero en lo que a mi respecta me gusta así.

Lo que nadie se enteraba era que las piernas de TaeHyung gracias al ejercicio constante, estaban bien torneadas y con la masa muscular suficiente para acariciarlas y nunca cansarse. 

—¿Qué te pasa, JungKook?—dijo furioso Jimin—.Que TaeHyung no acepte la propuesta no es problema de YoonGi, sino tuya por andar con misterios. Además, YoonGi tiene suficiente conmigo... ¿Por qué siquiera perdería su tiempo pensando en las piernas de TaeHyung?

Jimin suspiró cansado, lo que él no sabía era que otra parte del cuerpo del castaño estaba demasiado bien gravada en la cabeza de su YoonGi.



















[…]

Cansado y sudando a mares llegó hasta su casa, todo aquello lo había asustado, tanto como para hacerlo correr como si tuviera diarrea. Se sentó en las escaleritas del porche de su casa para descansar y apartarse el sudor que corría por todo su rostro hasta que escuchó voces adentro, en su casa. 

Sacó su celular para revisar la hora y notó que eran aproximadamente las doce con treinta, era imposible que su madre estuviera despierta tan tarde después de la cena con sus invitados, lo creería de su padre que siempre revisaba documentos muy pasada la noche.
Empezó a entrar en la casa con sumo cuidado, tratando de no hacer ruidos que lo delataran. Las voces cada vez se escuchaban mas fuerte, parecía que querían mantener la calma pero no funcionaba.

Lo que reconoció como la voz de su madre se escuchó rota y dolida y conforme mas avanzaba, más fuerte se escuchaba aquello. Estaban discutiendo, no había dudas.

TaeHyung nunca escuchó discutir a sus padres, ni una sola vez, y no es que fuera creyente que tenía una familia perfecta, todo lo contrario a decir verdad sin embargo escucharlos le asustaba. ¿Por qué estaban discutiendo sus padres? ¿Era su culpa quizás?

La educación que había recibido no le permitía espiar las discusiones ni de sus padres, ni de nadie pero eso iba más allá de la educación, se trataba de la estabilidad emocional de su familia. 

—¿Y cuándo planeabas decirmelo? ¿Hasta que ya no se pudiera hacer nada...¿—TaeHyung escuchó la voz de su padre—Estoy harto Eun, estoy harto de lo mismo, siempre tú y tus compras, tú y los gastos de TaeHyung ¿Crees que no me agoto con eso? Siempre estoy dándote todo lo que quieres, no lo que necesitas, sino lo que deseas y ahora me dices que yo nunca te escucho...

Se escuchaba sollozar a su madre.
—¿Y qué?—De repente gritó—¿Crees que yo no me canso también? ¿Crees que yo quería esta vida miserable?

—¿Miserable dices?—dijo interrumpiendo a su esposa—Ay, Eun. Solo mira a tu alrededor y dime si esto—señalo toda la habitación—...Si todo esto es vivir en la miseria. Porque esto me ha costado una fortuna.

—Sabes que yo no me refiero a los lujos... Tú sabes bien a lo que me refiero con miserable. ¡Yo quería hacer mi vida! Te lo dije, te dije que si me ayudabas a cuidar a mi hijo yo podría estudiar lo que quería y me lo prohibiste—Los sollozos se escuchaban mas fuertes—¿Crees acaso que a mi me gusta estar aquí encerrada haciendo nada? Sabes mejor que nadie que detesto hacer los oficios de la casa a como sabes demasiado bien que amaría trabajar en la pintura... TaeHyung está grande ya, puede cuidarse solo y yo... Yo puedo estudiarlo, aún no es tarde. 

El hombre se burló de ella con una gran carcajada que hizo que el corazón de TaeHyung se estrujara. 

—Yo te lo advertí. Te dije que abortaramos a TaeHyung y tú que me dijiste ¿ah? Me dijiste que era tu bebé, que por tu bebé eras capaz de todo... ¿entonces? No fui yo quién te quitó todos tus sueños, fue tu maldito hijo él que no te dejó cumplirlos. Tú consentido ¿no? Ve y reclamale a él. 

El mundo de TaeHyung se vino abajo con esas palabras. Quizás no todos los niños fueran planeados, quizás la gran mayoría de padres pensaron en abortar a sus hijos, sin embargo eso no lo hacía menos doloroso. El solo hecho de saber que le había arrebatado el sueño a su mamá era una carga demasiado de llevar, pero mas allá de eso, lo que verdaderamente lo hacía llorar era el saber el sacrificio que hizo su madre por tenerlo, le quedaba muy claro que su madre lo amaba y como buen hijo le iba a demostrar que nunca se equivocó con su decisión. 





































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¿Cómo están, ustedes mis mujeres guapas?😍

¿Saben? Yo siempre he dicho que el día de la mujer es todos los días. Ámense y cuidense, que si ustedes no lo hacen entonces, ¿Quién lo va a hacer por ustedes?

Aquí les regalo estás flores preciosas por el retraso en la actualización y por supuesto, por el día y año de la mujer>>>>>>>>>>>>>>>>💐💐💐💐💐🌸🌷🍀🌹🌻🌺

Gracias por apurarme en actualizar, agradecería que me lo dijeran en mi muro ❤

No se olviden en votar, claro que si quieren y comentar. 

Amen y odien a mis personajes, me emociona leer esas cosas. 

Y por último, saluditos a la niña preciosa que me hizo la portada de mis novelas y a Valshe 😍😻

No nos olvidemos de mi hermosa mitad Army y mitad Skeleton clique ✌🙌❤

Sus comentarios me hacen la noche 🌝

Sugar Daddy©●AUYoonTae● ●MYGxKTH●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora