Capítulo 12: "Quiero que seas el comienzo de algo que no tiene final"

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Perspectiva de Charles

Un beso que se llevó con el cada parte de mi ser, un beso que me devolvió las ganas, quería ser mejor por Sam.

Nos separamos lentamente pegando nuestras frentes la una con la otra.

—¿Por qué? – Preguntó con sus ojos cerrados y sus mejillas teñidas por completo de rojo.

—Por que llamaste mi atención desdé que te tiré en aquél autobús Sam – Dije completamente lleno de confianza — Perdón por perder éstos últimos días así, sólo quería saber por completo que es lo realmente siento.

— Y ¿Qué es lo que sientes rizos? – Tomé su cara con ambas manos e hice me mirara a los ojos. Su cara completamente teñida de rojo me daba una gran satisfacción por que sabía a la perfección que no era por el frío, si no por lo nerviosa que yo la ponía.

Besé su frente y le sonreí cálidamente —Me gustas Samantha, me gustas mucho fresita.

Sus brazos rodearon mi cintura y yo pase mis manos por encima de sus hombros, era un abrazo de lo más reconfortante.

La música lenta había dejado de sonar y empezó a sonar música más movida, la gente estaba llegando, pero para mí sólo éramos ella y yo.

—¿Qué es lo que tu sientes Sam? – Pregunté, sin soltarla aún. Me separé de ella y levanté su menton para que me mirara a los ojos.

Sus ojos brillaban y sus mejillas seguían teniendo ése color carmesí tan hermoso —Tal vez también me gustes – Y sonrió y yo sonreí, por que bajo la luz de la luna habíamos creado el mejor de los recuerdos. El inicio de algo nuevo y mágico.

—Quiero que seas el comienzo de algo que no tiene final Sam.

—Prometo que así será – Tomó mi mano y la entrelazó con la suya — Vamos, sigueme.

Me estiró y caminé de tras de ella como ya era constumbre, comenzamos a adentrarnos más entre los árboles, hasta que llegamos a lo más alto de un barranco. La vista era más que espectacular, podía ver el hermoso cielo despejado y la increíble variedad de montañas y sobre todo la maravillosa flora que había. Era asombroso.

—Ven, vamos a sentarnos – soltó mi mano y se sentó, me senté allí a su lado, viendo como el fresco aire movía de un lado a otro las ramas de los árboles.

— ¿Por qué vinimos aquí? –Dije, ya que después de todo ella no había dicho nada. Era agradable estar aquí con ella, pero quería saber el motivo.

—Me gusta pensar aquí, además la gente está suponiendo cosas que no son.

—¿Qué cosas? Y ¿Qué piensas?

—Muchas preguntas Charles

—Y pocas respuestas Sam

— Para tu primera pregunta, las personas piensan que somos novios o algo así y para la segunda pregunta estoy pensando que tan ciertas son aquellas suposiciones.

Diablos

¿Qué se supone que respondo a eso?

Paso mi mano por mis rulos despeinados, esta chica sabía ponerme nervioso.

Una carcajada salió de su boca y fruncí mi ceño, ¿Qué le divertía? — Charles estoy bromeando, debiste ver tu cara.

—Es sólo que no soy bueno con estás cosas Sam – Le di una sonrisa de boca cerrada, las relaciones seguían siendo algo complicadas para mí.

—Ni yo, pero todo a su tiempo Charles – Tomó mi mano y se acercó más a mí.

—Dejame conocerte más, cuentame todo lo que quieras.

CALLE BROOKLYNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora