Q U I N C E

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ANTES DE LEER: #SPOILERALERT

Este capítulo contiene "spoiler" (digamosle así) de "Hasta que la última rosa marchite" a finales de éste mismo. Si ya has leído HQLURM, por favor no digas más nada del final aparte de lo que aquí se menciona. Si no has leído la otra novela, pues no habrá problema ya que no entenderás xd si quieres entender, te invito a leer jajaja

Ahora sí, puedes leer.

2 de abril, 2021.

—Deja de ver mi trasero, Beverly.

Le pido, volteando a verla por encima de mi hombro con el semblante serio. Solo que ella ni se dignó en alzar la mirada para verme.

Ya la había atrapado un par de veces antes con la mirada puesta en mi trasero, pero no me había puesto impaciente hasta ahora. Cuando la atrapaba, solo sonreía, y hasta en una de esas, vi que le tomó una fotografía.

Al menos ya sabía lo que sentían las mujeres que eran acosadas.

Ahora veía otra cosa. Alzó las cejas, dándole un sorbo a su té azucarado mientras mantenía una sonrisa pícara en su rostro cuando le di una vista completa a mis caderas al voltearme.

—¿Por qué haría eso? —contestó al fin, alzando la mirada para encontrarse con la mía— Tienes buen trasero... y también un muy buen delantero.

Peló sus dientes en una sonrisa juguetona. Le dio otro sorbo a la bebida.

Fui ahora yo al que le tocó alzar sus cejas a modo de sorpresa. Sabía que Beverly era directa, pero en verdad ella no tenía filtro alguno.

Tal vez eso era lo que más me gustaba de ella. No se venía con rodeos, ni tenía pelos en la lengua. Eso era algo que teníamos en común.

—Eres pervertida, Beverly Suzanne Adams. —me acerqué a ella, robándole un beso rápido.

—¡Eh! No me digas por mi segundo nombre. Lo detesto.

—Solo si guardas silencio, terminas tu bebida y te concentras, que hoy el sol está hermoso, pero muy, muy, caliente, Bev —le pido, tomando el envase vacío de sus manos—. Tomemos un par de fotos y nos vamos, ¿de acuerdo?

Suspira, asintiendo.

Al momento de darme la vuelta de nuevo, sentí cómo me dio una nalgada. Di un pequeño salto en mi lugar ya que jamás me esperé eso de ella, pero tampoco era algo que me sorprendiera, cuando venía siendo Beverly la que hizo aquello.

Simplemente decidí ignorar su atrevimiento, agitando mi cabeza de un lado a otro, imaginando la expresión divertida que debía tener en su pálido rostro.

Ayer, Liam y yo habíamos decidido darnos unas pequeñas vacaciones en Shutterville, una hermosa ciudad a la que no habíamos venido desde hace siglos.

Creo que la última vez que vinimos, fue hace alrededor de dos o tres años.

Ambos habíamos estado bastante ocupados con nuestras vidas, tan enfrascados en nuestros deberes, que el tiempo pasó y nos olvidamos de este lugar. No planeamos mucho el viaje, sino que simplemente hicimos nuestras maletas, llenamos el tanque de la gasolina de mi coche y nos escapamos. Así, sin más.

Habíamos descubierto previamente que, cuando hacíamos planes elaborados, siempre se venían abajo por una razón u otra. Entonces fue cuando comenzamos a ser más espontáneos, obteniendo buenos resultados.

Estaríamos el fin de semana aquí, aunque quisiéramos estar más tiempo.

El objetivo principal había sido venir solamente los dos, pero naturalmente, Beverly se inmiscuyó en nuestros planes cuando nos atrapó haciendo las maletas.

Como ella | Corazones Rotos 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora