Capitulo 1

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—Haber, Paulina, te lo voy a repetir por última vez y quiero que me escuches con atención. —Dijo Eleazar, mi hermano mayor, con un tono de voz “paciente” el cual le tengo miedo como si el mismo demonio me estuviera hablando— ¿Dónde está mi maldita droga?

Las palmas de mis manos yacen sudorosas y las piernas me tiemblan:

—Eleazar, no lo sé, créeme.

— ¡Cómo que no lo sabes, maldita estúpida! —Gritó al tiempo al que le daba un puñetazo a la pared, unos pocos centímetros de mi lado, cerré los ojos ahogando un grito.

— ¡No lo sé, no lo sé, no lo sé! —Repetía sollozando, colocando mis rodillas contra mi pecho, detrás de Eleazar, estaba Jack, recostado contra la pared de la sala, viendo la escena, mirándome con ojos pervertidos y su sonrisa burlona.

Jack había robado la cocaína de mi hermano y me había amenazado diciendo que me violaría y luego me mataría si decía algo, ahora soy la culpable y Eleazar no me dejaría en paz hasta que le recupere su droga.

—No sé cómo le harás pero quiero mi cocaína. —Dijo levantándose ya que estaba arrodillado—, y la quiero para hoy.

—Eleazar, por favor, —sollocé—, yo no tengo tu cocaína, yo no consumo nada de eso y lo sabes.

—¡Me importa un carajo si la consumes o no! —Gritó y me señaló—, así tengas que dar el culo pero quiero mi coca. 

— ¿Cómo te la voy a recuperar? —Pregunté.

—No. Me. Importa. Pero de como llegues aquí sin nada, te daré una buena paliza. —Me amenazó.

—Pero yo no fui Eleazar. —Repetí una vez más con la vaga esperanza de que me creyera.

Pero me equivoqué.

Eleazar me levantó del cabello, grité al tiempo en que Jack reía a carcajadas, me golpeó en el estómago y me dejó tirada en el suelo.

—Jodida mentirosa. —Gruñó Eleazar, salió de la casa siendo seguido de Jack quien me tiraba besos con la mano.

Me quedé tirada en el suelo, haciendo una bola con mi cuerpo, lloré, me lamenté, imploré la muerte pero nada de eso llegaba.

Yo nací para sufrir.

Me quedó más que claro.

Pasaron los minutos los cuales sentí horas, no podía recuperar algo que yo no había robado, no consumo nada de esa mierda pero claro, eso Eleazar jamás lo entendería, caminé hacia mi habitación, cerré la puerta tras de mí y sentí las manos de alguien cubriéndome la boca y rodeándome de la cintura con fuerza.

— ¿Me has extrañado, guapa? —Preguntó con su acento francés que en vez de excitarme, me daban ganas de vomitar—, porque yo sí. —Dijo acariciando mi estómago, traté de zafarme pero Jack me ganaba en fuerza.

Me tiró sobre mi cama y se sentó a horcadas sobre mí, forcejeé, le rasguñé y gruñó algo que no pude ni quise entender, logró capturar mis muñecas extendiéndolas a cada lado de mi cara, intenté morderle pero no funcionó.

— ¡Suéltame, joder! —Ordené aun forcejeando, las pocas fuerzas que me quedaban se extinguían pero me negaba a rendirme.

Jack soltó una carcajada:

—Claro que te soltaré, pero después de que me divierta contigo.

Miró mi cuerpo con deseo, su mirada me provocaba vómito y su sonrisa asco, producía rabia, mis ojos se llenaron de lágrimas, desbotono los botones de su pantalón, bajó el cierre, grité con todas mis fuerzas, a cambio recibí una bofetada.

"El chico de la capucha negra" (MINI - NOVELA) ~TERMINADA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora