Capitulo 5

367 23 0
                                    

—Debemos hacer esto más a menudo. —Dije al separarme de sus labios, abrí los ojos y lo encontré depositando un corto beso en ellos nuevamente.

—Te apoyo. —Sonríe y junta su frente con la mía.

Escuchamos como limpian su garganta, Yago y yo nos sobresaltamos y parada en el comienzo del pasillo está Natasha cruzada de brazos.

—Me preguntaba por qué tardabas tanto. —Dijo caminando hacia nosotros—, ahora veo por qué. 

—Natasha… —Respondió Yago dejando las palabras en el aire como una advertencia.

La muchacha hace un movimiento con su mano:

—Solo digo. —Me mira y suaviza su rostro—, alguien aquí no ha sido muy sincera.

No supe qué decir, por lo que agaché la cabeza mirando mis pies, si le hubiera dicho la verdad, me hubiese entendido y nos habríamos evitado tantas cosas.

—A veces soy tan tonta. —Dije pensando en voz alta.

—Y qué lo digas… —Para mi sorpresa reí. 

Natasha sin pensarlo se unió a mi risa, Yago solo sonrío, algo martilleaba en mi corazón era como una mala sensación, paré de reír y miré alrededor como en busca de algo.

— ¿Ocurre algo Pau? —Preguntó Yago cambiando su expresión pacifica a preocupado, asentí, salí de la casa de los hermanos y seguía mirando alrededor—, Paulina, para, ¿qué tienes?

Yago me siguió al igual que Natasha, ambos preocupados por mi repentina actitud, ignoré la pregunta que me ha hecho Yago, tal como lo sentía, mi mala sensación… a lo lejos se escuchaban las sirenas de la policía.

—Tenemos que irnos de aquí. —Dije a ambos hermanos.

—Vamos. —Respondió Yago, como un rayo entró de vuelta a la casa seguido de Natasha, sin pensarlo busqué la bolsa de basura y saqué mi mochila de allí.

— ¿Hacia dónde se supone que debemos ir? —Preguntó Natasha, Yago ladeó la cabeza en señal de que lo siguiera, corrimos a lo alto pues las sirenas se escuchaban lo bastante cerca.

Él no contestó, en vez de eso cruzamos el jardín de una casa desconocida corriendo por la parte de atrás escalando la baranda de púas.

—Auch. —Gemí de dolor al aterrizar, las púas rasguñaron un poco la piel de mi tobillo.

Yago llegó a mi lado:

— ¿Estás bien? —Inspeccionó mi tobillo, un leve rubor se esparció por mis mejillas al sentir su piel contra la mía.

—Eh… Yago. —Tartamudeó Natasha.

— ¿Uhm? 

—Tenemos problemas hermano y cuñada… —Yago se levantó ya que estaba arrodillado, me puse alerta y solo sentí el jalón de mi brazo al ver al policía en una motocicleta apuntándonos con su arma.

Disparó dos veces en la acera, sentí mi alma en un hilo, jamás en mi vida había corrido tan rápido, es como dice mi profesor de gimnasia, falta de motivación.

—Sigan ustedes dos. —Yago se detuvo, hice lo mismo y me volví hacia él.

— ¿Estás loco o qué? —Él se volvió hacia mí para discutir pero en cambio, al verme cambió su expresión, camina hacia mí y me besa—, no entiendo por qué lo haces, es peligroso.

—Lo hago porque te quiero. —Me dice completamente serio—, por ti voy a protegerme y que nada me pase, ¿bien? Ahora ve, el tiempo se agota.

Mientras él espera allí totalmente preparado y con un pequeño bulto en el bolsillo de su chaqueta, Natasha me tomó del brazo y juntas emprendimos camino. ¿Cómo es que mi vida se ha vuelto tan… esto? Sentía preocupación por Yago. ¿Si le lastiman? Pero él me ha dicho que por mí iba a protegerse y le creo, confío en Yago. También temo por Natasha... y por mí.

"El chico de la capucha negra" (MINI - NOVELA) ~TERMINADA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora