"El chico de la capucha negra" (MINI - NOVELA) ~TERMINADA~

Capitulo 6

—Ayúdame a salir de aquí. —Dije enfocando mis ojos en él, Jack me miró preguntándose si hablaba enserio, al ver mi expresión dejó salir una carcajada.

—La muerte del idiota ese te afectó el cerebro gatita. —Levantó su mano y acaricio mi rostro, quería mover la cara pero ahora me daba igual.

—Ayúdame a salir y te daré lo que has querido de mí. —Su piel se volvió tensa y de nuevo me miró como si estuviera loca y no es que yo pensara lo contrario, pero había una forma de salir y era esta.

—Si esto es uno de tus trucos… —Empezó a decir.

—No lo es. —Dije analizando cada palabra que salía de mi boca—, adelante, hazlo.

—Mi gatita es valiente. —Respondió Jack, su mano vagaba por mi rostro hasta empezar a bajar por la zona de mi cuello, un escalofrío recorrió mi cuerpo—, tú no quieres esto.

Una carcajada salió de mi boca. ¿Es Jack con quien hablo? Sus fríos ojos me fulminaban, aun así no dejé de reírme de sus palabras.

—Eres Jack, ¿por qué te interesaría si quiero esto o no? —Pregunté irónicamente, apretó su mandíbula de tal manera que pensé qué se rompería.

Miró a lo lejos y dijo:

—No importa.

—¿Cómo sé que me ayudarás a salir de aquí? 

—Lo que me diferencia de tu querido hermano, es que yo sí cumplo mis promesas.

Suspire, encogí mis hombros y abrí mis ojos como platos al sentir sus labios en los míos, su agarre fue desesperado y estaba hambriento, resistí del impulso de empujarlo y gritar hasta escupir sangre, mis ojos se llenaron de lágrimas al sentir sus manos vagar por mi cuerpo, cerré los ojos y pensé en Yago, en que está vivo y en que lograré salir de aquí para ayudarlo. Solo Yago me importaba, pensé en ayudarlo como él lo ha hecho siempre.

Me espanté al sentir mi rostro húmedo pero luego noté que solo eran mis lágrimas, pequeños sollozos llenaban la habitación. Esta sería mi primera vez y me regalé, me regalé para salvar a alguien, pero aun así me siento sucia, mi cuerpo, su cuerpo, la manera tan repugnante en la que me besa…

—Jack… —Sollocé, pero este no paraba, era lógico y yo me estoy arrepintiendo—, por favor suéltame, por favor yo… no puedo.

Pero él no me soltaba, mantiene mis brazos sobre cada lado de mi cabeza y quita mi ropa de manera desesperada, mi corazón amenaza con salirse, me siento aterrada, atrapada, me invade la claustrofobia. Me siento encerrada en un pequeñísimo cubículo con alguien que me toca como si fuera una muñeca de trapo y nada más. Necesito a mi salvador, a mi ángel guardián, a mi chico de la capucha negra.

—¡¡¡Jack, suéltame!!! —Grité con todas mis fuerzas, y lo sentí punzante que me hizo chillar de dolor.

Pero un disparo lo obligó a separarse de mí, subí mi jean y arreglé mi blusa escabulléndome en un pequeño rincón de la habitación mientras Jack murmuraba cientos de obscenidades. Temblaba, sentía que se me bajaba la tensión, mis lágrimas bajaban fluidamente de mi rostro, Jack sale de la habitación al escuchar un ruido sordo fuera del cuarto y alguien grita.

Silencio, luego otro disparo. Segundos y segundos de suspenso, escucho pasos, tapo mi rostro con ambas manos y espero a que por fin la muerte me lleve. Duele, duele y mucho, me siento… destruida.

La puerta gruñe al abrirse y los pasos totalmente audibles frente a mí, siento su presencia y su mirada, sus manos sobre las mías y lentamente las baja dejando mi rostro al descubierto.