c l a s e

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A veces las casualidades suceden por algo, porque eso lo tenía muy en claro.
Ya que me encontraba junto a él en el mismo salón, haciendo que para mí sea un infierno estar en clases.

Uno cree que todo puede salir mejor, pero sabía que eso nunca me iba a pasar, nunca.

— Bien chicos, ahora cómo saben deben preparar el proyecto final del semestre, como dije a principios de este ustedes lo iban hacer en parejas, así que en estos momentos les diré con quién les toca – el maestro suspiró, mientras revisaba una hoja donde estaban apuntados los nombres de las parejas – Bien, Choi San con Jung Wooyoung. . .

Sentía mi corazón latir a mil por hora, mientras el profesor seguía diciendo las parejas no paraba de rogarle a Dios para que no me tocara con Vernon.

— . . . Park Young min y Kim Sun hee – tomó aire para proseguir con la última pareja – y por último, Boo Seungkwan y Chwe Hansol Vernon. Ahora coordinen con su compañero lo que vayan a hacer.

Palidecí, y sentí mi corazón detenerse. Llevé mis manos a mi cara y solté un gritito para mi mismo, era el peor día de mi vida definitivamente. ¿Por qué me pasan esas cosas a mí? Quiero morirme.

– Boo. . .

Escucho la voz del americano, y mentiría si dijera que no me asustó, claro que lo hizo, estaba sufriendo mucho por dentro, me había prometido no volver a entablar una conversación con él, pero el universo me lo impedía.

— Hansol. – respondí cortante, así me comportaba cuando estaba molesto o fastidiado, en este caso, ambas – como sabes somos equipo desde hoy solo para el proyecto final el cual equivale más de la mitad de nuestra nota.

— Espero podamos trabajar bien, y ser buenos compañeros. – dijo en un tono realmente bajo, por lo que apenas pude oírlo. ¿Acaso estaba avergonzado? Realmente se ve tierno, con esas mejillas rojas. Espera, no. no. no. No de nuevo.

Mi corazón volvió a latir rápidamente, sentía que mis mejillas  se volvían rojas por la vergüenza.

— ¿Tie. . . Tienes alguna idea de lo que hay que hacer? – pregunté sin poder evitar tartamudear, miré hacia un lado para no ver esos ojos que alguna vez me enamoraron.

— Bueno, ¿Minkyu? Me explicó de qué trataba el proyecto y todo eso. – respondió con un tono más seguro, y llevando su mano a su nuca.

— Mingyu. . . – lo corregí, mirando al mencionado, quién estaba más pendiente de su crush que en su trabajo. ¿Qué voy hacer con él? Es mi mejor amigo y todo, pero como que a veces ni se da cuenta de qué es muy notorio. Y eso que lo estoy diciendo yo. – Me alegra que sepas en qué consiste así podremos hacer mucho mejor el trabajo. Bueno, la clase está a punto de terminar si quieres nos podemos reunir este fin de semana para ver la presentación.

Él solo asintió, mientras buscaba en sus cosas algo, lo cual terminó siendo su celular, y me lo extendió para que lo tomara. Diosito por favor no me digas que quiere mi. . .

– Sería mejor si intercambiamos números para poder comunicarnos acerca del trabajo. – me mostró esa leve sonrisa que lo hacía ver como un niño pequeño.

– Claro – al igual que él, busqué mi celular y se lo entregué para que guardara su número – ten.

Creo que este es el nuevo comienzo de nuestra historia, una casualidad que el destino puso en nuestros caminos.

¿Estará bien?

¿volvemos? ;; verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora