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Apreté sus manos un poco, mirándole fijamente a los ojos. Y sin demorar más, empecé hablar:

— Yo. . . No quiero volver contigo – pausé mi hablar, sin dejar de mirarle y sin soltar sus manos. – Creo que lo mejor-

— ¡N-No, yo entiendo! Puede que esté yendo muy rápido y tal vez eso te incomode, nuevamente estoy siendo egoísta o no sé pero aún así ahm lo que quiero decir– Hansol empezó a hablar cosas sin sentido, lo cual me sorprendió, así que solo opté en acercarme un poco más a él, y pellizcar suavemente sus manos para que me tomara atención. – ¡Auch! Eso dolió Kwannie...

— Esa era la idea – suspiré – no te desesperes, y solo escucha lo que tengo que decir. – aclaré mi garganta antes de hablar nuevamente – Creo que lo mejor para ambos, es que empecemos de nuevo, olvidemos el pasado, de nuestro pasado y empecemos desde cero. Tu también me gustas, y puedo decir que me hace muy feliz poder volver a estar contigo, pero no quiero que lo que nos pasó interfiera en nuestra relación. Veamos hacia al frente, hacia nuestro presente y al futuro, que son lo más importante. Así que pienso que hiciste mal tu pregunta, por ende déjame corregirla por ti. . . Hansol, ¿Te gustaría estar conmigo?

Hansol me miró con brillo en sus ojos y una gran sonrisa, lo siguiente que hizo fue abrazarme lo más fuerte posible. – ¡Claro que acepto! ¡Realmente estoy feliz en este momento!

Le correspondí el abrazo dulcemente — Me alegra que aceptaras – y procedí a darle un suave beso en la mejilla.

Se separó de mí de a pocos, para luego tomarme de las mejillas con tranquilidad y acercarme a su rostro para juntar nuestros labios en un cálido beso.

Aquel beso me transmitía todo lo que Hansol sentía por mi, y de que era sincero, me emociona entender lo que él siente y de que lo nuestro puede tener un nuevo comienzo.

Después de unos segundos nos separamos, ambos con nuestros corazones latiendo a mil por hora por todas las emociones del momento.

— Te equivocaste de lugar pequeño. – dijo para luego guiñarme un ojito, con todo ese encanto que tiene.

— Oh mi que atrevido que eres – sonreí para luego preguntar – ¿Te parece si vamos a mi casa? Ya oscureció, y está empezando hacer frío, no quiero que te enfermes.

— Oh, ¿Acaso esa no es una invitación para que me quede contigo un rato más? – dijo acercando mi mano a sus labios para darle un pequeño beso.

— Parece que descubriste mis intenciones – reí al escucharlo. – Entonces, ¿Por qué no mejor te quedas en mi casa a dormir? Sinceramente quiero pasar la noche con mi novio. – sonreí.

— Me parece bien. – soltó para luego robarme un beso. – Vamos, y compremos algo de comida por el camino.









— Y listo, esta es la última. – dijo dejando la caja en la sala.

— Gracias Gyu, sin ti nos hubiéramos demorado mucho más. – le entregué un vaso con agua para que se hidratarla después de todo el esfuerzo.

— No se preocupen, para eso están los amigos, solo espero que me inviten a la boda y me dejen ser el padrino. – sonrió mostrándome esos característicos colmillos suyos.

— Solo si tú me invitas a la tuya y me das el honor de ser tu padrino.

— ¿Y a mi no me invitarán? – dijo Jun caminando hacia nosotros junto con Hansol.

— Eso no se pregunta obvio estás invitado. – respondí inmediatamente mientras le daba un beso en la mejilla a Hansol en forma de saludo.

— Uy, tan melosos como siempre, sean buenos amigos y no coman en frente de los pobres, que no hace mucho me rompieron el corazón. – dijo Jun, suspirando exageradamente y fingiendo un sollozo.

Seguimos conversando hasta la noche, donde mis amigos tenían que volver a sus casas respectivamente, los acompañe hasta al paradero a cada uno y volví a mi hogar, donde me esperaba mi adorable novio.

— Estoy muy feliz ¿Sabes? – se acercó para besarme levemente en los labios.

— Igual yo, quién diría que nos íbamos a mudar para empezar a vivir juntos. – dije mientras lo abrazaba por el cuello, para mantenerme cerca de él.

— Bueno, ya era hora, después de todo ya estamos por acabar la universidad, y tenemos casi cuatro años de estar juntos, siendo felices como perdices, ¿No son acaso buenos motivos para mudarnos juntos? – soltó una leve risa, parecía un niño pequeño, ¡que lindo es!

— ¡Tienes razón! Y esos cuatro años, se volverán en cinco, seis y así sucesivamente. ¡Realmente te quiero mucho Hansol! – volví a juntar nuestros labios por un largo tiempo.

– Y yo te amo Seungkwan – dijo al separarnos con una gran sonrisa dibujada en su rostro, la cual hizo que sonriera también.

Y así termina.
A pesar de todos los problemas y demás, por fin pudimos estar juntos y compartir nuestra felicidad diariamente. Nuestra historia de amor tuvo un nuevo comienzo, y el amor fue el que nos ayudó a que prosperara.

¿Acaso esto habrá sido obra del destino o todo solo fue una casualidad?
Sea lo que haya sido, me alegra de que haya pasado.

Tal vez no es la mejor historia de amor que existe pero para mí es lo más bonito que me ha pasado en la vida, y lo repetiría una y mil veces.

Nuestra historia continuará, y todo gracias a un
¿Volvemos?

¿volvemos? ;; verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora