Valle de Orcia, Italia. El apocalipsis también había llegado allí al igual que en Norteamérica hace ya un año. La supervivencia de un grupo en una zona completamente rural, donde una familia de mujeres y otros sobrevivientes sufren una gran pérdida...
Meghan y Andrea estaban en el muelle, en plena costa, ya habían logrado llegar, el problema ahora era que una horda de muertos venía detrás de ellas y el grupo.
Había allí un gran barco el cual parecía ser de alguna fuerza especial o simplemente uno de carga, porque en su techo podían aterrizar helicópteros. Luke e Ivy cargaron con provisiones como para varios meses, Ivy sabía manejarlo así que le explicó rápidamente a Luke también cómo hacerlo. El plan era llegar hasta alguna isla cruzando todo el océano, todos creían que la cura estaba en Norteamérica, jamás pensaron que el virus podría haber afectado a todo el mundo. Tenían esperanza de que todavía exista un lugar seguro, que los proteja en contra de los muertos...y de la gente.
Stephanie estaba dentro del barco con su hermanito en brazos, estaba acompañada de Richard.
-¿Tú crees que en Estados Unidos estará la cura? -Preguntó ella de manera algo despectiva.
-No lo sé, sólo sé que allí están mis hermanos, Jack y Sarah, son más grandes que yo, nunca tuvimos mucho diálogo pero sé que deben estar vivos.
Stephanie se conmovió pero trató de no demostrarlo, ella era fría y sentía que todavía tenía que mantener esa postura, sólo se limitó a sonreír y a apoyar su mano en el hombro de Richard.
Varios muertos se acercaban.
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Meghan comenzó a acercarse a ellos sin darse cuenta, estaba cegada matándolos hasta que se vio rodeada y a punto de morir, Andrea estaba de francotiradora así que Stephanie había salido a su rescate, corrió hacia ella y en una confusa secuencia la sacó de allí para luego correr hasta el borde el muelle de nuevo.
Por otro lado...
Caroline estaba a muy poco de llegar, pero algo la distrajo y se vio obligada a bajar del auto.
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Vio a Mila, la perra de su hermana Meghan, parecía asustada y estaba con dos cachorros aparentemente de ella. Por lo tanto, Caroline los subió al auto y siguió su viaje, ya faltaba menos. De lo que no se percató es que había una horda de muertos siguiendo su auto también, y entre los muertos se encontraba Cassandra vistiendo sus pieles y la sangre de ellos, estaba logrando guiar la horda hasta la costa.
