La Sistemática es la ciencia que estudia la diversidad como consecuencia de su historia evolutiva y establece la información básica para descubrir y reconstruir patrones biológicos y generar hipótesis para explicar los procesos que producen dichos patrones. Es la ciencia que busca un orden en la naturaleza.
Existen básicamente dos formas de clasificar los organismos: a) con base en sus características funcionales, o b) con base en sus relaciones evolutivas. La combinación de ambas siempre da buenos resultados para generar hipótesis interesantes sobre la historia del árbol de la vida.
Con el desarrollo de métodos filogenéticos, ahora es mas sencillo separar el componente filogenético de variación, de la variación producto de la función.
Algunos de los beneficios de la sistemática son; el descubrimiento de nuevas cosas (como medicinas, alimentos, etc), la predicción de nuevas cosas y agregar información que conocemos acerca de los organismos, incluyendo sus usos.
Uno de los problemas más graves que ha enfrentado la Sistemática radica en que sus bases se originaron en el sistema Linneano de clasificación. Resulta un problema porque este sistema fue concebido en un mundo en donde no existía el concepto de evolución sino el de creación.
Foto: Nisao Ogata
Clasificación
Es decir, Linneo elaboró su sistema binomial de clasificación creyendo firmemente que Dios había creado todas la formas de vida, más específicamente, creía que Dios originalmente había formado un par de organismos para cada especie (y uno sólo para las especies asexuales), de manera que todos los organismos que se formaron posteriormente eran descendientes de ese par original. Desde esta perspectiva, la diversidad del planeta siempre ha sido la misma, y si algún sistemático describe una nueva especie es porque la acaba apenas de descubrir, pero la especie siempre ha existido, es decir existe desde que Dios la creó originalmente.
Con la llegada de la revolución Darwiniana, cuyo mayor impacto fue introducir el concepto de evolución, es decir, de cambio, de transformación en los organismos, muchas disciplinas, como la genética, se revolucionaron y avanzaron profundamente. Charles Darwin, en "The Origin" (1859), explicó numerosos fenómenos consistentes con una teoría de ancestría común, y que resultaban inexplicables o cuando menos caprichosas bajo el argumento de una "creación especial".
Sin embargo, por alguna razón, la Sistemática siguió exactamente igual que desde 1753 en que Linneo publicó su famoso libro "Species Plantarum", es decir, asumiendo que los organismos habían sido creados originalmente por un Dios y que desde ese tiempo primigenio se mantenían inmutables. Lo más grave, es que aún en 2005 (146 años después de la publicación de Darwin), una gran proporción de los Sistemáticos del planeta sigue fielmente el sistema Linneano de clasificación, y sólo hasta hace unos 30 años, la Sistemática se ha empezado a consolidar como una ciencia con un marco teórico evolutivo, basado en el establecimiento de hipótesis de ancestro-descendencia para reconstruir los patrones del árbol de la vida.