Momento de una Venganza desesperante...

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Tras unos largos minutos tomando una pequeña "siesta" inducida por aquella clase de secuaz controlado por el maldito de Monokuma, empecé levemente a despertar y a recuperar la mayoría de mis sentidos que había perdido ante la enorme contusión. Mientras poco a poco empezaba a abrir mi ojos, con la mirada levemente nublada aún, empecé a observar y a  recordar donde me encontraba y lamentablemente no fue una sorpresa grata el volver a ver a Kirigiri con una enorme cantidad de cortes que aunque no fueran muy profundos posiblemente eran increíblemente dolorosos y algunos no paraban de sangrar en forma de pequeños caminos de aquel liquido carmesí tan vital junto con su ropa por completo rota y hecha pedazos, los cuales estaban esparcidos por el lugar y, peor aún, con una expresión de terror, ansiedad y tristeza marcada en su rostro sin ninguna otra posibilidad de expresarlo dado que estaba amordazada y atada a aquella silla en la que le había visto antes de llegar hasta aquí.

M-monokuma... Tramposo In-infeliz, me mentiste... -con una obvia debilidad en mi cuerpo y voz, logro esbozar alunas palabras con el mismo enojo de hace unos escasos momentos tras nuestro reencuentro.-

Ohhh Naegi... Siempre tan crédulo...~ -decía aquel oso monocromático tan victoriosamente como su pequeño cuerpo le podía dar al haber capturado a dos de sus mayores enemigos y 2 de los más problemáticos.-

Y-ya verás ... Cuando me... -interrumpido por el descubrimiento que hice al tratar de levantarme, estaba atado de las manos por enormes cuerdas adheridas al suelo que al intentar forzarlas  y forcejear únicamente consigo lastimarme ambas muñecas y caer nuevamente al suelo sin siquiera lograr que se aflojasen un poco.-

NYAJAJAJA~ No me creas tan tonto chico,  me imaginé que lo intentarías debilucho así que mejor cálmate y disfruta del espectáculo...~ -río nuevamente el oso antes de mirar en dirección a Kirigiri con completa maldad y sadismo, dándome a entender que... La ejecución estaba a punto de empezar...-

Forcejeando como podía, aún sin resultado alguno que me ayudara a escapar y con lagrimas saliendo de mis ojos por la impotencia que tenía ante el parar con el asesinato de Kirigiri, únicamente empecé a gritar a todo pulmón el nombre de aquella persona que tanto había vivido junto a mí y que se había vuelto una de las personas más importantes para mí mientras que por forzar tanto mi pecho y moverme tan bruscamente, dadas las lesiones y fracturas que tenía, empezaba a escupir algo de sangre con cada grito y un gran camino del mismo liquido corría por la mitad de mi cara. Mirando de un lado a otro, esperando no encontrarme lo peor, mi suerte falló de una forma enorme y me mostró a mi derecha al gran hombre controlado por Monokuma con una enorme hacha anti-incendios totalmente bañada en una enorme cantidad de suciedad y sangre que a pesar de todo dejaba ver el brillante filo del arma, caminando lenta y aterradoramente hacia la chica con intención de acabar su vida de una vez por todas frente a mis ojos. Kirigiri intentando gritar y safarse de la silla que hacia de sus grilletes al ver su destino ir hacia ella, me miraba indefensa y atemorizada sin poder hacer nada más que esperar el final de su vida a manos de nuestra peor pesadilla aún, el oso que lo empezó y ahora quería terminar terminar de una vez por todas, Monokuma.

Tratando deliberadamente de huir con una esperanza que aun siendo sorprendente empezaba a perder, miré nuevamente alrededor para encontrar una forma de escapar y salvar a la chica, logre ver algo lejos de mí el arma que había traído al venir aquí y usando toda mi fuerza de voluntad lancé mi cuerpo hacia ella con la intención de atraparla con los pies y luego a toda prisa regresé mi cuerpo hasta su lugar para tomar la pistola con mi mano derecha y apuntar a la cuerda de mi otra mano para poder liberarme de una vez. Aún había esperanza y suerte para mí pero, tenía que ser ahora, el secuaz ya estaba a un lado de Kirigiri poniendo el filo del hacha rozando su abdomen con la intensión de prepararse y asestar un golpe que la partiese a la mitad ante su descomunal fuerza. Cada segundo iba a ser vital desde el instante que disparase, y al realizar tal acción para liberar mi mano izquierda y el verdugo oír el mismo, apurando mucho más el ritmo y cargando su ataque con su hacha para asestar el golpe, usando toda mi energía y esperanza interior cambié el arma de mano para volver a disparar, esta vez para liberar mi otra mano y  luego teniendo mi mano diestra para poder apuntar con mucha más precisión y poder salvarle, apunté en dirección a la mano del verdugo el cual estaba listo y empezaba su golpe mortal, disparando seis balas muy rápidamente  y haciéndole soltar el arma a la mitad ante el dolor de los mismos, alejandolo sin el hacha, la cual había caído al suelo muy cerca de la chica. Cansado y muy adolorido pero con un sentimiento enorme de adrenalina, corrí con todas mis fuerzas en dirección a Kirigiri para liberarla y a la vez quitarle aquella tela que le evitaba hablar, la tomé en mis brazos con cuidado para ayudar a que se levantase y le puse mi saco encima para que se cubriese un poco tras la horrible experiencia que habíamos vivido pero que estaba lejos de acabar.

M-ma-makoto... -sin poder siquiera hablar ante el enorme traumatismo que seguramente había pasado, Kirigiri me abrazó con mucha fuerza a pesar de sus heridas y empezó a desbordarse en lagrimas sobre mi hombro...-

¿¡¿¡CÓMO ES POSIBLE?!?! ¡¡MALDITA SEA!! -enrabietado y molesto dado que su juego nuevamente había terminado frustrado, Monokuma empezó a gritar en toda la habitación y sus ojos se encendieron totalmente en rojo...-

Vamos Kirigiri, no podemos seguir aquí, vamono... -interrumpido nuevamente pero esta vez por un disparo, repentinamente empecé a ver como mi visión se nublaba poco a poco y mi cuerpo se ponía totalmente frío, cosa que me tomó totalmente desprevenido por ser otra cosa que no noté, me quitaron el chaleco anti-balas...-

El disparo, no era ni más ni menos que de Monokuma, el cual contaba con un brazo con un arma incorporada muy hecha de una forma totalmente casera.

¡¡¡PARECE QUE EL DICHO ES CIERTO, SI QUIERES QUE ALGO SE HAGA BIEN TIENES QUE HACERLO TÚ MISMO!!! ¡NYAJAJAJAJA!~ -riendo descontroladamente tras meterme un balazo en la espalda, el cual había dado en mí abdomen y estaba causándome una hemorragia, empezó a caminar en nuestra dirección.- TOMA NAEGI, POR FIN... MI VENGANZA ESTÁ...

Antes de que acabase, nuevamente sonó un disparo, proveniente esta vez de mi arma dado que lo tenía a tiro tras darme la vuelta para mirarle y que había dado en el blanco, la cabeza del maldito oso, dejándolo destrozado apenas impactar en el centro de su cabeza mientras me derrumbaba rápidamente al suelo por la perdida de sangre y el dolor que sentía en mi cuerpo.

Ventajas  de estar vivo imbécil... -tras acabar la frase, caí al suelo con mucha fuerza, soltando el arma aun con algunas balas dentro de mi mano derecha.-

¡M-makoto! Resiste, porfavor... -Kirigiri, la cual seguía a un lado mío, se arrodilló a mi lado para tratarme de mantener despierto mientras llegaba la ayuda con esas tantas lagrimas de antes aun en su cara las cuales no hacían más que acumularse ante tantas situaciones...- Aguanta un poco, n-no te lo perdonaré si mueres tras s-salvarme...

Mi fuerza de voluntad estaba casi agotada ante tanto, y lo único que pude lograr fue quedarme unos cuantos segundos más despierto antes de caer desmayado pero con algo de tranquilidad de haberla salvado a pesar de todo, pero aun no sabía lo que nos deparaba tras todo esto...

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2019 ⏰

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Naegiri- Compañeros de trabajo, Supervivientes y tal vez algo más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora