E M I L Y
Necesitaba a Héctor, necesitaba sentirlo cerca para no sentirme sola en esa casa, pero sé que si lo llamo acabaré mucho peor. Quería decirle de una vez por todas que me había besado unas cuantas veces con mi hermanastro, pero no soy lo suficientemente valiente para ver como una persona que tanto amo y aprecio se vaya de mi vida.
Esta situación me estaba matando, jamás en mi vida me había sentido más confusa. Por un lado estaba mi novio Héctor, el tio más bueno de mi pueblo, a pesar de ser una persona genial, graciosa y humilde. Y después estaba Travis, mi odioso hermanastro, si dijera que no es un dios griego estaría mintiendo, es tan guapo...pero no puedo seguir pensando en el. Tenía razón cuando me dijo que me concentrara en mi novio Héctor, pero por mucho que lo intento no logro conseguirlo, si no que la única persona que permanece en mi cabeza las veinticuatro horas del día se llama Travis Anderson, el cual se encuentra bajo el mismo techo que yo
Llegué a casa a las diez de la mañana con una capa de sudor que cubría todo mi cuerpo. Aquí en Phoenix nos encontrábamos a 28ºC algo de lo menos normal, teniendo en cuenta de que el sitio de donde vengo la máxima temperatura eran los 19ºC
— Buenos días — dice Andrew cuando entro a la cocina
— Buenos días — contesto con una sonrisa fingida
de repente la voz de Travis se hace presente en la cocina
— Buenos días — saluda con el ceño fruncido
— Hijo ¿Por qué no me dijiste que te ibas a quedar en casa de Sheila a dormir? para otra vez avísame por lo menos
—Se me olvidó y puedes estar tranquilo, cuando estoy con Sheila nada malo puede pasar — dice mirándome a los ojos
—Chicos ¿Qué tal si vamos a cenar esta noche los cuatro?—propone mi madre con una sonrisa
—Paso—decimos Travis y yo al unísono
—Cariño si ellos no quieren venir podemos ir nosotros dos—dice Andrew besando la frente de mi madre
—Por mi perfecto pero ¿ y los chicos?
—Yo salgo hoy de fiesta, no estaré en casa— contesta este
—Yo me quedaré en casa, no he dormido en toda la noche —bostezo-Pasadlo bien — digo antes de salir de la cocina
Mi tarde estaba empezando a ser muy aburrida. Olivia me había recomendado ver la película Bajo la misma estrella y de hecho miré por unos segundos el tráiler y me fascino.
Fui a la cocina a por una coca cola y chocolate, no podía ver la película sin comer chocolate. Cuando entre en el salón me pareció sentir la presencia de alguien en aquel lugar, era Travis
— A si que bajo la misma estrella— dice sonriendo de lado —Mucho romanticismo y todo eso, ah se me olvidaba, muere Augustus
—Tus trastornos de bipolaridad me están asustando — digo sentándome en el sofá para ver la peli
— ¿Vas a quedarte aquí todo el día?
— Pues sí ¿tienes algún problema?
— Ahora que lo estoy pensando...sí. No me gusta que te quedes sola aquí
— Mira Travis por favor no empieces con lo mismo de siempre. Se que no soy de tu confianza y bla bla bla pero no tengo a otro sitio a donde ir
— En eso te equivocas. Puedes venir de fiesta con nosotros, si quieres claro
— Hay un problema, soy menor de edad-me limito a decir
— No te preocupes por eso, para ir a esta fiesta no necesitas mostrar tu identidad — se levanta del sofá — Tú eliges
— Está bien pero solo voy porque va Olivia
— Vete a vestirte, la fiesta está a punto de empezar
Tarde unos veinte minutos en acabar de arreglarme. Era mi primera fiesta y me quede diez minutos tumbada en la cama pensando en lo que vestirme. Finalmente me decidí por unos pantalones largos vaqueros, unos zapatos bajos negros y un crop top negro.
Cuando salí de casa el coche de Travis ya estaba encendido, esperando para poder irnos. Al entrar a su coche sentí su mirada sobre mi cuerpo. El viaje duró un poco y eso no ayudaba sabiendo que ninguno de los dos abrimos la boca
Llegamos a la fiesta y realmente no me sorprendí como tanto esperaba. Era la típica fiesta en la playa, con parejas besándose, otros bebiendo sin límite alguno y otros en un grupo riéndose de las gilipolleces que se decían unos de otros
— Olivia está allí, yo estaré con Marcos y unos amigos — dice este antes de desaparecer entre la multitud
Cuando llegué a este grupo donde Olivia se encontraba pude notar como Sheila ya me había visto al llegar con Travis
-Emm-dice Olivia abrazándome
-Hola-saludo
-Chicos esta es Emily, mi mejor amiga
Cada una de las personas que estaban allí me habían saludado cordialmente, y eso solo me hacía sentir como en casa
-¿Es verdad lo que dicen?-pregunta una chica frente a mi-Eso de que eres hermanastra de Travis
-Sí-mascullo por lo bajo
-Menudo rollo-responde el chico moreno de ojos verdes a mi lado-Hola muñeca, yo soy Zed
-Yo Emily
-¿Te apetece si damos una vuelta por aquí?-susurra en mi oído
-No creo que sea buena idea-digo
-solo será un paseo tranquila
-Está bien, solo será un paseo
El paseo constó de intercambiar información el uno del otro. Del como llegamos aquí o de como es mi relación con Travis aún estando bajo el mismo techo
-Me ha encantado pasear contigo-dice besando mi mano
-Creo que debo de irme-digo con los nervios a flor de piel
-Quita la mano de Emily de tu asquerosa boca-siento la voz de Travis detrás de mi-Te dije que no aparecieras por aquí
-Debo admitir que la cantidad que me diste de dinero fue muy generosa, pero no te voy hacer caso-responde zed riéndose de Travis
-¿Seguro que no me vas hacer caso? ¿quieres que te pase lo mismo que a tu hermano?-pregunta este acercándose a zed
-Eres un hijo de puta Travis-suelta zed antes de darle un puñetazo a Travis. Este se quedó varios segundos tirado en el suelo antes de poder reaccionar y empujar a zed
-No te quiero ver cerca de ella-grita travis pegándole puñetazos en la cara sin cesar
-Travis para por favor, lo matarás-digo cogiéndolo del brazo
-Será mejor así, muerto el perro se acabó la rabia-dice antes de seguir pegando a zed
Iba a decir algo, pero un fuerte golpe en la cabeza me hizo desplomarme en el suelo, viéndolo todo borroso
-Mierda Emily lo siento, no quise hacerlo-dice travis antes de que todo se volviera completamente negro
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Maldito orgullo(Sin Actualizar)
RomanceMi madre está loca, definitivamente lo está. Cuando se fue de viaje nunca se me pasó por la cabeza pensar que regresaría con un anillo en el dedo ya casada. Siempre pensé que mi madre solo estaría por y para mi en todo momento. Nunca creí que volv...