capitulo 13

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E M I L Y


Aquellas palabras que salieron de la boca de Travis consiguieron herirme, supongo que ese era su objetivo, herirme para alejarme de el y le felicito, porque lo ha logrado como deseaba. Después de esa charla lo único que hice fue encerrarme en mi cuarto, mientras elaboraba los motivos por los cuales odiaría a Travis para el resto de mis días.


Cuando la noche por fin llegó mis ojos no paraban de expulsar lágrimas, de sentir esta opresión en el pecho de tan solo pensar que le he sido infiel a Héctor. Esos pensamientos no paraban de cesar pero rápidamente fueron interrumpidos por alguien que estaba abriendo la puerta de mi habitación, tenía la ilusión de que fuera Travis para pedirme perdón o para verme pero solamente era mi madre con una bandeja acompañada de un vaso de leche hasta arriba y unas cuantas galletas con pepitas de chocolate, mis favoritas

—cariño ¿Qué tienes?— dice sentándome a mi lado

— Son tantas cosas mamá...Nunca debidos de abandonar nuestro pequeño pueblo, para irnos a este sitio — contesto en voz baja

— Emily te entiendo muy bien, allí tenías conocidos y todos nos querían y nos respetaban. A lo que me refiero es a que aunque Héctor esté lejos siempre puedes ir a verlo unos cuantos días si tu quieres, claro — sonríe cuando ve mi reacción de sorpresa

— ¿De verdad mamá? — pregunto alucinando

— Claro que sí, además, antes de que Héctor se fuera me dijo que su madre tenía ganas de verte

— Eso sería perfecto, pero ahora no puedo. He hecho amigos aquí y son buenos conmigo a diferencia de...

— A diferencia de Travis, sí lo sé. Ese crio es un poco maleducado ¿o es mi impresión?

Me reí por las ocurrencias que mi madre tenía sobre Travis

— Mamá no sé que haría sin ti — digo en un suspiro

— Yo tampoco sé que sería si tu me faltaras mi vida — me abraza por unos minutos — Ahora tomate esa leche caliente junto con tus galletas favoritas, mañana te sentirás mejor — se acerca a la puerta para irse — Buenas noches cariño

— Buenas noches mamá


(AL DÍA SIGUIENTE)

Me desperté a las ocho de la mañana para correr un poco. Mientras bajaba las escaleras de la casa mi mente aún estaba pensando en aquellas palabras que me dijo Travis ayer, menudo imbécil.

Una vez había bebido un vaso de agua me dispuse a salir por la puerta principal, pero me paré en seco al ver a Travis frente a mi. Igual pensaba que la tonta de Emily le daría los buenos días, pero no puedo ser tan imbécil y correr a sus brazos. Lo que más me dolió de todo es que el tampoco me dirigió la palabra, me miró un par de segundos antes de entrar en la casa, siguiendo con su camino

Maldito orgullo(Sin Actualizar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora