Capitulo 3

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T R A V I S

— Has venido tio —dice mi mejor amigo cuando entro en su habitación

—Estoy aquí como te prometí —digo encendiendo un cigarrillo

—¿Que tal llevas el tema de tu padre y tu nueva madrastra? —pregunta riendose

—Una jodida mierda. Resulta que ahora tengo una hermanastra y dejame decirte que es de lo más pesada y testadura que puedas imaginar

—Ella...ella ¿está aquí?

—Sí, ha venido conmigo pero seguramente no esté acostumbrada a esto —mascullo

—Para Juzgar primero hay que ver. Asi que yo me voy abajo a ver a tu hermanastra — se levanta y baja las escaleras lo más rápido posible

Cuando por fin bajamos y empezamos a preguntarnos por ellas nos damos cuenta de que ni ella ni Olivia estaban en casa, posiblemente se fueron por ahí las dos solas y me acojonaba  la idea de que le pásese  algo a Emily por el simple hecho de que estoy a cargo de ella, asi que era mi responsabilidad.

—Pues yo no la veo

—Seguramente se haya ido con Olivia —digo marcando el numero de mi amiga —Olivia ¿se puede saber donde te has llevado a mi hermanastra? ¿¡Qué!? Voy ahora mismo para allí. Que no me ponga así dice, está a mi cargo Olivia no os movais de allí —cuelgo y me adentro en mi coche junto a Marcos

Al llegar a este lugar pude divisar a Olivia y a mi hermanastra mirando el mar en un completo silencio. Esta al sentirnos detrás de ella giro su cabeza y me miró con asombro

—¿Qué haces tú aquí? —pregunta mirandome de arriba a bajo

— He venido a llevarte a casa. Parece ser que no puedes mantenerte en un lugar fijo sin dejar de provocarme —digo cogiéndola del brazo con fuerza

—Suéltame imbécil —se suelta de mi agarre

—Tio déjala —interviene marcos detrás de mi

—Marcos no te metas en esto y tú mucho menos Olivia. Tengo que llevarla a casa. Nos vemos en otra ocasión —cargo a Emily sobre mi hombro hasta llegar al coche. Una vez llegamos dentro del coche esta no me dirigió la palabra ni una sola vez, así que freno el coche en seco y paramos en un lugar cerca de mi casa

— Mira no entiendo porqué te comportas de esa manera conmigo. El que debería de estar enfadado soy yo, y de hecho lo estoy.

—Escuchame bien imbécil no se que maneras tienes tú de tratar con la gente, pero solo te diré una cosa. Soy tu hermanastra ¿vale? y merezco un mínimo respeto ya que dormimos bajo el mismo techo

—Tú no eres nada para mi ¿me entiendes? Solamente estás viviendo a costa de mi padre y de mi ¿Crees que no sé de que vais tu madre y tu ?-le miro de arriba a bajo-Sé que tu madre es una caza fortunas de la hostia y tú seguiras sus pasos, asi que no me pidas respeto cuando ni tú ni tu madre lo dais ¿Está claro? —dije furioso —Ah y no te vuelvas acercar a mis amigos, no me los robarás a ellos también

—¿¡Acaso sabes lo que estás diciendo Maldito imbécil!? Tú no tienes ningún derecho de juzgarnos así a mi madre y a mi. Eres un sinvergüenza que piensa que por tener dinero puede tratar a las personas como le de la gana, pero no! —dice antes de salir del coche —¡Que te den!-grita antes de abandonar mi coche y salir corriendo

Maldito orgullo(Sin Actualizar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora