La chica de los ojos azules

Capítulo 18 Decir la verdad duele

No estoy segura de que año es esta canción, pero en mi opinión queda bastante bien con lo que pasará a continuación.

Anya le pidió a Murray usar su auto y para su sorpresa accedió, era domingo en la tarde así que en cualquier momento él empezaría a beber vodka y se quedaría dormido frente al televisor.

Cuando llegó su destino respiro hondo antes de tocar la puerta, para su sorpresa una amable mujer pelirroja fue quien le abrió la puerta

- ¿En qué te ayudo linda?- Le pregunto con una amble sonrisa

- Buenas noches, busco a Billy ¿Se encuentra en casa?

- Claro, espera aquí- la mujer le volvió a sonreír- Billy te buscan en la puerta

- ¡Ya voy!- Grito el muchacho desde otro cuarto, Billy salió y miro a Anya sorprendido

- Los dejó solos- dijo la mujer y le dedico una sonrisa pícara a Anya antes de entrar a su casa.

- ¿Qué quieres zorra, vienes a terminar lo de anoche?- dijo Billy mirándola de arriba a abajo.

- Escúchame Hargrove- dijo con voz dura y sus ojos brillaron, él quedo hipnotizado- No le dirás a nadie lo que pasó anoche y menos a Steve ¿Entendido?

- Sí – dijo con voz queda, aún hipnotizado

- Y dejaras de hablarme en los pasillos ¿entendido?

- Sí

- Buenas noches Billy- dijo con una voz dulce, él parpadeo y volvió a la realidad y aunque deseaba gritarle a Anya que era una zorra, por alguna extraña razón no pudo...

Su segunda parada le fue más difícil, no quería hacerlo, sabía que Billy no hablaría, pero Nancy tenía razón Steve había sido siempre bueno con ella, él se merecía saber la verdad, aunque eso significara el fin de su relación; mientras conducía Anya no pudo evitar sentirse una mierda, Billy tenía razón era una zorra, había arruinado una oportunidad de ser feliz a lado de Steve solo por unos momentos de calentura con un pendejo que no valía la pena.

Llegó a la casa de Steve y tocó el timbre, instantáneamente deseo no haberlo hecho e incluso pensó en la posibilidad de echarse a correr, pero no podía, ella debía hacerlo, entonces él abrió la puerta

- Hola- dijo ella un poco seria

- Hola- dijo él feliz de verla, después de la locura de hoy verla le hacía bien, se acercó a besarla, ella retrocedió

- Tengo que decirte algo- unas lágrimas se asomaron por sus ojos

- Anya preciosa ¿estás bien?

- Yo... soy una zorra- fue lo único que pudo decir

- ¿De qué hablas? No lo eres, no lo digas- la tomo del rostro, ella comenzó a sollozar un poco

- Yo te engañe- dijo bajo

- ¿Qué?

- Anoche cuando me fui me encontré con Billy y nos besamos- ella no lo podía ver a la cara y él sintió su corazón romperse

- No es cierto, dime que no es cierto- él dijo con lágrimas asomándose por sus ojos

- Y estuve a punto de acostarme con él- eso rompió a Steve- pero yo...

- ¡No hables! No te quiero escuchar, no puedo ni verte

- Steve yo...- pero antes de que ella pudiera continuar, él le cerró la puerta en la cara.

Ambos lloraron, ella en el asiento del conductor, él del otro lado la de puerta de la entrada, la única diferencia fue la compañía, en algún punto Anya regreso sola a casa, mientras que la madre de Steve lo encontró llorando en la entrada, y por primera vez en mucho tiempo Rebecca Harrington abrazó a su hijo, y por primera vez en mucho tiempo Steve no la rechazó, se abrazaron y ella le susurro que todo estaría bien. 

Me duele escribir esto, pero ya lo dije esta historia necesita un drama; pero la historia no ha terminado aun faltan muchas cosas.