28/4/2019

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Me voy, caminando despacio, no quiero que nadie oiga lo que pienso. 

Miro y me callo, nadie puede hacerme hablar lo que pienso, y muy pocos lo hacen y al saberlo, me alejo para que no me puedan juzgar 

¿Juzgar de qué? -pregunta mi conciencia 

No lo se -respondo yo, con lagrimas que no quieren ver el sol y solo salen de noche cuando la cabeza en la almohada apoyo -Quizás me juzguen por pensar, porque no soy capas de decir lo que siento en realidad, que quiero gritar que necesito un abrazo, pero que en el intento llore sin parar -le respondo y gira la cara -Porque si te ven llorar, ven tu parte débil y si ven tu parte débil ya no creen que eres fuerte 

- Eres fuerte por todo lo que haces -dice otra voz -porque a pesar de que ya no puedas avanzar y estés por caer jamás dejas de avanzar, para que tu familia no te vea mal, eres el soporte, le sacas sonrisas a todos, pero también tienes derecho a estar mal, somos humanos, nadie puede guardar las lagrimas, yo te puedo abrazar -dice ella y yo la miro 

- No, no me gustan los abrazos -le digo de la forma más cortante posible 

- Las personas que odian los abrazos son las que más lo necesitan -dice ella y mi conciencia grita que es verdad, que solo no quiero que me vean débil y que se que si me abrazaran ya lloraría, porque soy así 

- No todas son así -le digo yo, y ella me mira como si supiera que estoy mintiendo, antes de que pueda hablar me levanto y me voy, las lagrimas ya no caen, se secaron de tanto esperar que las dejara mi cara mojar

- Lo siento -les digo, las he dejado morir, por tal de que no me juzguen a mi, ahora solo me queda sus cuerpos enterrar 


Mis Pensamientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora