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-Debí traer los papeles de una vez... - susurré cuando pagué el café que había comprado - hubiera pasado hoy...

Caminé sin rumbo por las calles, tomando un café de vainilla que había comprado para despejar mi mente. 

En la mañana, cuando desperté, tenía un mensaje de mi pareja, o ex pareja más bien. Decía que ya no podía andar conmigo porque se mudaría por trabajo de sus padres. Me sentí mal por ello, pero no pude hacer más que decirle que lo comprendía y que le fuera bien en su nueva vida. Él ya no contestó y yo, en el fondo, agradecí por ello, ya que lo hubiera hecho más difícil. En verdad lo quería.

Seguí caminando sin rumbo hasta terminar mi café, y cuando lo acabé, me dirigí al bote de basura más cercano. Pero, cuando por fin llegue a uno, vi a un chico reconocido. Torcí la boca al instante.

-Ese es... ¿qué demonios? - dije a lo bajo, apretando con fuerza en desechable y tirándolo con odio al cesto, ¿quién se creé que es para engañarme?

Caminé lo mas lejos del lugar posible, pasando por el edificio que mi amiga me había dicho, pero ni siquiera me detuve y seguí caminando hasta detenerme y sentarme en una banca del parque cerca. 

Apreté mis puños con enojo, tratando aún de aguantar las lágrimas que minutos antes habían salido sin mi permiso

-Oye...

Escuché una voz a lado de mi, pero ni siquiera quise voltear. Eso, hasta que él chico reposó su mano en una de las mías

Me dio vergüenza de que alguien me viera así, por lo que trate de relajarme. 

Y cuando lo vi de reojo, mi corazón se aliviano en seguida. Su piel tan pálida, su semblante serio pero a la vez preocupado, sus ojos, nariz y boca, su cabello tan negro y brilloso, y su voz, su voz tan grave pero a la vez tan tranquila que me reconfortó por alguna razón tan extraña. 

Solo pude susurrarle un 'gracias', y el chico en seguida retiró su mano de la mía. Ni siquiera recordaba que estaba agarrándome. Me sonrojé por ello. 

Poco después, noté que buscaba algo en su móvil, parecían anuncios de empresas, por lo que me animé a preguntarle que qué era lo que buscaba, y al responderme que trabajo, le informé sobre el que me había dicho Gir el otro día. Me ofrecí a acompañarlo y él gustoso, aceptó.

Es tan lindo

(...)

-Bien. En verdad te lo agradezco Jimin

-Fue un placer, estoy feliz de haber hecho algo bueno justo ahora - reí sin gracia al recordar lo que había visto minutos antes - suerte, espero y te acepten 

Él me sonrió como despedida y entró al edificio. Yo regresé a mi hogar. 

-Ya estoy de regreso

-Que bueno hijo - habló mamá con felicidad al verme llegar, y como siempre, pasó su mirada por detrás mio

-No he traído a nadie - hablé antes de que me lo preguntara

Ella solo asintió y regresó a la cocina. Yo fui a mi habitación

-Yoongi - susurré, sintiendo un hormigueo en mi estómago

No podía dejar de pensar en él. Era como esa clase de amor a primera vista. 

-¿Y si sí consigo trabajo también ahí? - me pregunté, sacudiendo mi cabeza al pensar en la posibilidad de que Yoongi creyera que lo quiero o estoy acosando - bueno, realmente yo iba a buscar trabajo ahí desde antes, así que creo que no tiene nada de malo - susurré, como si no quisiera que nadie más me escuchara aún sabiendo que estaba completamente solo en mi habitación - sí, ¡mañana voy a pedir trabajo ahí mismo!





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