—¿Estás Segura?
—Roger... Me Lo Pidió como un favor especial, claro que Tengo que Ir.
Aunque no quiero... Solamente es por qué John me lo pidió.
Terminé de arreglarme con Roger viéndome parado en el marco de mi puerta. —¿Qué Tanto me miras, Eh? — Le pregunté Juguetonamente.
—Me Gustas... Y me Gusta Mirar lo que Me Gusta.
Y sentí mis mejillas Arder al instante.
Terminé de colocarme los aretes y me giré a verlo. Sus penetrantes ojos azules me hacen sentir tantas cosas... Y una de ellas, es amor.
—Bien... Debemos Irnos. John me está esperando abajo.
Me sonrió y me ofreció su mano, no dudé en tomarla y bajar las escaleras con él hasta la sala, donde estaba John sentado, esperándome. Se giró al escucharnos, y puedo jurar que su expresión no tiene precio.
—Te vez Muy Linda... — Me dijo tímidamente.
—Tu igual luces bien. — Le sonreí. —¿Nos Vamos?
Asentí y le di un beso en la mejilla a Roger. —Volveré Más Tarde.
Asintió. —Vayan Con Cuidado.
—Claro que Lo Haremos. — Respondió John mirándome.
Salimos de la casa y nos montamos en su auto. Juraría que pasamos por todas las calles que nos vieron jugar cuando éramos niños... Pero no íbamos al mismo lugar.
Era una casa un poco más grande, pintada de color azul, con las luces de abajo filtrándose por las ventanas.
Bajamos del auto y enseguida me tomó de la mano, como si quisiera Guiarme hacia la casa.
—Mis Padres te Recuerdan Bastante Bien...
—Espero no Causar Una Mala impresión... — Sonreí Un Poco. Aunque ya tenía tiempo de conocer a sus padres... No quiero hacerlo quedar mal.
—Tranquila... No Lo Harás. — John metió la llave en el picaporte y entramos... Había dos personas sentadas en la sala junto a las escaleras. Lilian y Arthur... —Mamá, Papá...
Ambos Voltearon, y la primera en voltear a verme, fue Lilia. —Tu Debes ser Verónica, ¿Cierto? — Y me sonrió a Medias.
Reí un Poco ante su comentario. —No, no... Lilian, ¿De verdad no me recuerdas?
Me escaneó Por completo, miró mi cara repetidas veces, y de repente, su rostro se iluminó y una notita sonrisa se dibujó el él. —¿_________? ¿Eres Tú?
Le devolví la sonrisa. —Hola, Lilian.
Me abrazó rápidamente, igual de fuerte que antes. —¡Qué Bueno que viniste! — Sonreí más, me alegra que me recuerde. Ella siempre fue como mi segunda mamá.
—Bueno... Tal Vez ustedes Tengan Mucho de que hablar. — Dijo John. —Yo iré a Recoger a Verónica. Ahora regreso.
Salió nuevamente de la casa, dejándome sola con Lilian. Aunque volverá Pronto, y de la mano de su fastidiosa novia.
