Capítulo 20. - Esos pequeños detalles.
La clase estaba en suspenso. Nadie respiraba. O al menos Saeng no lo hacía. Quería que un cataclismo sacudiera la tierra para que nadie prestara más atención a él. Si pudiera golpear a Hyun Joong, lo haría en ese preciso momento.
- Mientes... - Rumió Dong Yul, pálido y confuso.
- No. - Aseguró Hyun y acarició el vientre de Saeng. - Aquí adentro hay una pequeña cosita que Saeng y yo amaremos hasta el resto de nuestras vidas.
Era tonto. Era un reverendo tonto. Pero era el tonto más adorable del universo. Los murmullos comenzaron, Saeng se animó a levantar la cabeza sólo para ver cómo una de las chicas escribía rápidamente en su celular. El profesor por fin pareció salir del shock y aclarándose la garganta señaló. - Es hora de comenzar las clases. Jóvenes, a sus lugares. Dong Yul-ah, a su salón.
Dong Yul hizo una leve inclinación. Y mirando a Saeng una vez más, todavía impactado, se fue. Hyun tomó de la mano a Saeng para guiarlo a su pupitre. Él alcanzó a oír cuando su amigo preguntó en susurros - ¿es verdad?
Hyun, muy orgulloso, asintió.
La clase comenzó y terminó sin ningún otro tipo de incidente. Al concluir las clases del día, el director se dirigió a ellos. - Joven Heo, joven Kim, ¿pueden acompañarme a la dirección?
Las noticias corrían rápido, por lo visto. Saeng sintió la preocupación caer como una gran roca en su estómago. ¿Acaso los expulsarían? No sabía si era posible, pero la angustia le heló las manos. Hyun, cómo respuesta, acomodó su cabello y tomó su mano.
Al llegar a la oficina del Director, éste los miró con un gesto entre preocupado y evaluador. - Joven Kim, ¿es verdad lo que dijo frente a sus compañeros?
- Así es señor director. Saeng y yo estamos casados y esperamos nuestro primer hijo. No se preocupe, esperaremos un tiempo para el segundo.
Todos los colores posibles pasaron por el rostro de Saeng, ¿cómo se atrevía a decir Hyun algo cómo eso? El director parpadeó un poco, casi se le escapa una sonrisa, pero a cambio puso una mano paternal en el hombro de Hyun Joong. - Sabes que lo tienen difícil, ¿verdad muchacho? Un niño no es un juego... Y ustedes son tan jóvenes.
- Trabajaré duro, estudiaré y cuidaré de Saeng.
Al director se le escapó una risita ésta vez, pero pronto volvió a su aire de autoridad. - Vaya con este tonto, que se cree que todo es juego. Muchacho ingenuo... Debes tener las mejores calificaciones, Hyun Joong-ah, no pediré menos. Nada de peleas ni ningún otro tipo de problemas. Young Saeng-ssi, para ti es lo mismo. Eres responsable de este sujeto ahora. - Se dio la vuelta, con las manos en la espalda, murmurando. - Tendré que hablar con sus profesores, por si Hyun Joong-ah necesita algún día de permiso por causa del trabajo, pero quiero resultados... ¡Resultados! - Enfatizó con un dedo en alto mientras se alejaba.
- Todo saldrá bien. - Susurró Hyun a Saeng en el oído. Qué se lo dijera precisamente él, que tenía un problema grave con sus padres, significaba mucho. Saeng suspiró colocando una mano en su estómago, pensando "todo estará bien, pequeño, papá nos lo dice".
Una risita lo hizo salir de sus pensamientos. La chica del blog le había tomado una foto. Sí, las noticias corrían rápido. Se inclinó ante él y Hyun a modo de cortés saludo, y cubriendo su boca con la mano, se alejó feliz por ellos.
- ¿Ves lo que digo? El mundo está a nuestro favor.
Si Hyun Joong lo decía, entonces era verdad.
O al menos todos parecían creerlo.
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Por supuesto fueron al doctor. Y por supuesto, éste, muy elocuente, les explicó las etapas del embarazo, indicándoles, además, un especial cuidado de Young Saeng, pues por su edad, podría tener complicaciones a futuro (complicaciones, claro, que podían evitarse con las precauciones necesarias).
Tanto la señora Heo, cómo Hyun y Saeng escucharon muy atentos. Después pasaron al ultrasonido. Saeng se moría de nervios, pero su madre, muy cariñosa, le dijo - todo estará bien, te alegrarás de conocer a tu pequeño.
La sustancia puesta en su estómago era fría, y el aparato también. Sólo Hyun Joong y él entraron. La señora Heo quiso dejarles ese momento para los dos. Cuándo las primeras imágenes comenzaron a aparecer en el monitor, tanto Saeng como Hyun veían todo, curiosos.
- Yo no veo nada. - Admitió por fin Hyun Joong.
El doctor explicó entonces los detalles de lo que veían. Y les anunció con voz pomposa señalando un punto en la pantalla. - Y este es su bebé.
Hyun inclinó la cabeza, con un gesto de desconcierto. - Parece una alberja.
Saeng le dio la razón. - Sí, lo parece.
Entonces, el rostro de Hyun Joong se iluminó con la más bella de sus sonrisas, dedicada exclusivamente a Saeng. - ¡Y esa alberja es nuestra!
Se inclinó y besó su frente, acariciando su mejilla. - Una pequeña alberja con tus hoyuelos y tu sonrisa - susurraba contento. Saeng estiró su mano para acariciar su cabello.
Sí, era una alberja de dos.
Durante ese día habían tenido muy bellos detalles, de sus compañeros y profesores, de su madre al dejarlos solos, pero el detalle más bello, estaba ahora en la pantalla de un monitor, con un corazón latiendo al compás de dos jóvenes corazones: tontos, cándidos, ingenuos... sencillamente ilusionados.
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N/A: Tenía duda sobre si era correcto el término "alberja", es la semilla de la "arveja", o eso me contaron. Al parecer es correcta las dos formas, de cualquier manera lo manejaré así.
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Lucky Days
RomancePareja: Hyunsaeng Advertencia: Yaoi. M-preg. Nota: Para Jessie Ortiz, que me dio la idea. A ver si les gusta. Sinopsis. Lo más hermoso por aprender no puede planearse ni anotarse en una agenda. Eso lo entendería después de mucho, Young Saeng. Toda...