Capítulo 4

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(Narra Sasuke)

Aunque había cambiado en los últimos 5 años, de alguna forma que no lograba comprender, era extraño para mí volver a Tokio y no pasar el día con Sakura.

Solía seguirla a todas partes, solía complacerla en todo, aunque eramos niños, cualquier capricho que ella tuviera yo debía concedérselo. No se trataba de algo romántico, más bien de algún tipo de atracción que de niño no pude romper. Siempre quería verla feliz.

Por supuesto que la vi muchas veces desnuda, nuestras madres pasaban mucho tiempo junta, más del que era natural. Por lo que Sakura hacíamos todo juntos. Bañarnos juntos no era gran cosa para nosotros, dormir juntos... No podría contarlos con mis dedos.

Pero el tiempo ha pasado, y aunque no quisiera admitirlo Sakura había cambiado demasiado. Su rostro, su cabello, sus ojos, sus labios, incluso su cuerpo, todo de ella me parecía más atractivo que antes. Tenía planeado asaltarla cuando comenzó a quitarse la ropa frente a mí, pero me frené. Y no sabía por qué lo hice, aun cuando estaba tan excitado con su delgada y fina figura pálida. Aquel brasier que llevaba puesto hacía juego con sus bragas, y eso me enloqueció.

Golpeé la mesa con frustración.

—¿Qué te pasa Sasuke? —preguntó Naruto, observándome con curiosidad.

Había olvidado que estaba en clases.

—Nada—contesté sin mirarlo.

Le eché una rápida mirada a Sakura, ella estaba hablando con Ino, Temari y la prima de Neji Hyuga. Sonrió por algo que Ino dijo, de pronto ladeó un poco su cabeza, se encontró con mi mirada, entonces se sonrojó hasta las raíces del cabello. Desvió su mirada y se puso cabizbaja.

—Hoy me voy a inscribir en el club de teatro chicos—avisó Naruto.

—¿Sigues con esa tontería? —bufó Shikamaru.

Yamato-sensei era nuestro profesor de historia, pero todavía no había llegado.

—¡Por supuesto que sí! Y lo he pensado, deberían inscribirse conmigo—sugirió Naruto.

—¿E-estas loco Naruto? —objetó Rock Lee—. Jamás lo haré, ya te dije que Kurenai-sensei está loca.

—Exacto, yo no le entro—decidió Shikamaru.

—Yo iré contigo Naruto—dijo Sai.

—¡Ese es mi hermano...!

—Te acompañaré a tu muerte, pero no participaré—aclaró Sai, sonriendo.

Los muchachos se echaron a reír.

Todavía no lograba adaptarme a sus conversaciones y su forma de ser. Aquí todos eran hijos padre adinerados y empresarios, pero no parecían estar preocupados por eso. Desde que mi familia se mudó a Kyoto mi padre comenzó a entrenarme para ser el próximo presidente de Uchiha Group. Pero Naruto, Shikamaru y los demás eran tan naturales e irresponsables.

Casi era imposible para mi llevar la vida que ellos tenían.

***

En el almuerzo Naruto no estuvo, así que todo estuvo más tranquilo. Era sorprendente que estar con Shikamaru y Rock Lee era cómodo, no eran tan ruidosos como Naruto. Y los demás, como Neji y Kiba tampoco eran tan molestos.

—Jamás entraría en el club de teatro, pero definitivamente debemos entrar en uno—comentó Neji serio.

—¿Por qué debería? —pregunté.

—Bueno, esta academia funciona así. Debes pertenecer por lo menos a un club o actividad extracurricular, o tus notas no serán suficientes para pasar—explicó Neji.

Ayer, hoy, siempre ❤ (Sasusaku, historia corta) #FairyAwards ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora