¿Y Ahora Que Hago?

Miedo

Cinco minutos de haber llegado a San Mungo, dos aurores contaron rápidamente a los medimagos los sucesos. Al momento de lanzarle hechizos de diagnóstico a Hermione, la magia se arrinconaba en Harry, no dejando que ningún hechizo le pasara.

Los medimagos confundidos con los extraños resultados, separaron a la fuerza a los niños y le mandaron los hechizos a cada uno de los niños. Hermione solo estaba en shock, mientras que Harry tenía su núcleo mágico casi totalmente drenado.

Estaba vivo.

En coma. Con su núcleo mágico agotado. Pero Vivo.

Decir que todos en la habitación estaban sorprendidos, era poco. Uno de los aurores pregunto si no necesitaba hechizos o pociones. Sacando a los demás del shock. De inmediato pusieron manos en marcha.

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Kingsley Shacklebolt fue uno de los aurores que se encontraban en la escena del crimen. La casa estaba casi caída, el techo y la entrada estaban básicamente desaparecidos. Los cuerpos de los Potter habían sido movidos a la morgue. Y el de Voldemort estaba siendo revisado por los inefables.

Los inefables habían llegado a la escena hacía diez minutos. Estaban sosteniendo las varitas de los involucrados, cuando uno sostuvo la espada, está quemó al mago. Causando que la espada cayera al suelo. Los demás solo vieron como la espada brillaba y el nombre de Blackthorn aparecía grabado en la hoja. Supusieron que era magia familiar, y ninguno se detuvo a pensar que Lilian era un ‘nacido muggle’.

Lamento la pérdida de dos de sus amigos. Dios, ni siquiera podía sonreír de que Voldemort no tuviera un cuerpo para causar mas lios. No después de ver el cuerpo de un niño de un año, siendo abrazado por su hermana llorando.

La niña, tenía que ver donde se encontraba la familia muggle. Ya que no podía recordar si había mas Potter vivos.

Dando una vuelta alrededor, pudo ver el correo. Eureka, una caja tenía la dirección de la Blackthorn-Evans.

Queriendo salir lo más rápido posible, transfiguró su capa en un traje y terminó apareciendo en medio de la calle. Era bastante tranquilo, las casas eran todas iguales. Llamó a puerta que tenía enfrente. Una señora rechoncha abrió la puerta “¿Sí señor, que se le ofrece?” dijo con una sonrisa la señora, pero Kingsley pudo ver el enfado en sus ojos.

“Lamento ser el que diga esto, señora Blackthorn pero su hermana y su familia han sido asesinados hoy, su sobrina se encuentra en este momento en el hospital” dijo el auror, viendo como la señora hacía una mueca.

“La casa que busca, es la de enfrente señor” dijo la señora un poco triste. Recordaba a Lilian, una mujer hermosa y amable. “Que tenga buena noche” diciendo eso cerró la puerta. Decir que el auror estaba avergonzado era poco.

Llegando a la casa toco la puerta y un hombre le abrió. Kingsley se consideraba alto, pero al ver al hombre de enfrente, se sintió amenazado. Tenían más o menos la misma altura, pero en cuerpo el hombre podía triplicar su tamaño. Tragando saliva preguntó “¿Aquí vive la señora Blackthorn?”

El hombre le miró de arriba a abajo, estudiandolo. Luego giro y no pudo evitar escuchar. 'Petunia, hay uno de esos seres en la puerta’. Se preguntó qué lo había delatado. Siguió esperando y una mujer de no más de 27 años le sonrío. Mientras más le contaba, más le costaba mantener la compostura y terminó llorando.

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Vernon había visto a la familia de su esposa pocas veces, no le desagradaban. Su propia esposa le contó cual era su profesión familiar. Al principio le costo creer que todos loa cuentos tenían algo de verdad. Por lo que al enterarse de los demás seres no le sorprendieron, tanto…