¿Y Ahora Que Hago?

Once Principales

El ritual parte II

Diciembre, 1997.

50 minutos después. Y otro pentagrama hecho. Un angel rubio apareció ante todos. Magnus juro ver, que mientras su papá escaneaba la habitación, su mirada se posó en el libro que estaba junto a él. De tal forma que vio estrellas mientras añoraba el libro. Cuando le dio una mala mirada el Ángel se volvió a su nieto.

"Hola mi bebé hermoso" dijo Azrael mientras agarraba a Harry del suelo. "¿Han estado bien?" El ángel siguió consintiendo a su nieto y cuando Magnus le explicó que quería hacer, el rubio asintió y le dio una copa de cristal a su hijo. "Pueden intercambiar la sangre, pero la sangre demoníaca no se puede quitar, por lo que el pequeño seguirá teniendo a Lilith como madre, ¿eso está bien?"

Asintiendo, el rubio apareció un par de frascos llenos de sangre perfectamente sellados y etiquetados con los nombres de James Charlus Potter y de Lilian Jesse Blackthorn-Evans. Y los vertió en la copa. Pasandosela a Magnus quien invocó un cuchillo y se cortó la palma dejando que la sangre se mezclara con las otras dos.

La sangre en la copa brilló la azul, declarando la sangre de un mago, brillo naranja por la sangre de cazador y brillo blanca con negro representando al único brujo real. Los cuales se mezclaron brillantemente. Azrael empezó a cantar suavemente mientras untaba la sangre de la copa en la frente de los dos menores. El sonido del canto los hipnotizaba tanto que a pesar de no estar entendiendolo, lo tomaron como una canción de cuna. Ambos niños se quedaron dormidos en cuestión de segundos. Magnus sostuvo a Hermione, mientras que Rafael sostenía a Jonathan. Ambos fueron puestos rápidamente en los cómodos sillones de la biblioteca.

Harry se acercó a su hermana incluso por sangre, viéndola dormir y observando cómo poco a poco sus facciones delicadas se perfilaban un poquito en la nariz y en la barbilla. Su cabello llegó al tono negro con pequeños mechones rojos ocultos que solo podía observar a la luz.

Mientras que Jonathan se parecía mas y mas a Magnus. Sus ojos estaba seguro de que tenían la forma de los de Lily. Poco después su pelo negro se alargó apenas unos centímetros antes de empezar a irse a todos lados. Algo que sorprendió a Harry y empezó a reír. Si... todos los Potter tenían un nido por cabello.

Vio Rafael hablando en voz baja con Magnus. Magnus después de asentir, le quitó a su traje cualquier magia que tenía y el traje volvió a la normalidad. Rafael se despidió y miró al ángel antes de salir huyendo del penthouse, sin darse cuenta, de que en la parte de atrás tenía una flor neón que brillaba y contrastaba con su traje negro.

Tanto el ángel como el brujo contuvieron la risa y Magnus miró a su pequeño que lo miraba inocentemente.

El ángel tocó la frente de los niños susurrando una bendición. Harry tuvo que parpadear ante la magia que sintió y sintió que su pelo brillaba. Vio como las puntas de su pelo se iban aclarando poco a poco antes de detenerse a la mitad, vio que sucedió lo mismo con Hermione, mientras que a Jonathan su pelo se aclaró por completo.

Magnus miró a su padre pidiéndole una explicación. "Pensé que les saldría un pequeño tatuaje como a otros bendecidos...."

"Gracias papá"

"No te preocupes, los veo luego, me voy antes de que tu hermano se ponga histérico de que me escape de nuevo del trabajo"

Riendo se despidió y volvió al pentagrama.

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Joder. Magnus iba a matar a quien fuera que estuviera insistiendo tanto en el timbre. Al abrir la puerta pudo ver a un par de aurores, una mujer de alrededor de 60 años y a un joven de 45. Pero... todos en el mundo mágico envejecían más lento, por lo que era difícil averiguar su edad real. ¿Había tenido algún problema con el mundo mágico? Estaba seguro que el último incidente vampírico con Camille ya estaba solucionado, y Rafael se había hecho cargo del aquelarre.