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Cuando Hinata fue informado de aquello rápidamente había abandonado su puesto de trabajo con la excusa de ser porque se sentía mal del estómago, podía sentir aquella desesperación volver, aquella desesperación que sintió esa vez...

"Estaba viendo los restos de Nagito Komaeda, el Estudiante Afortunado Definitivo...."

— ¡Komaeda! –quería que eso solamente sea una broma cruel de su gemelo, que aquello que le dijo solamente fuera un chiste y cuando entrara a esa habitación Nagito lo recibiera en brazos abiertos con aquella sonrisa tan característica de él, aquella que no desaparecía sin importar que su cabello se estuviera perdiendo cada día, que su memoria fuera un lago más comúnmente al pasar los tiempos, que su piel estuviera tan pálida como si fuera a desaparecer y con esos cables resaltando...

Pero,
eso no paso.

Al contrario, se encontró con esa escena que fue la gota del vaso para que sus lágrimas y un grito desesperado se escucharan en toda la habitación.

Su amado novio, aquel que tenía ese anillo de compromiso en ese dedo pálido se encontraba en su camilla, con esa maquina cardo haciendo ese ruido infernal que significaba el fin, el fin de su vida...

"Komaeda... Está muerto..."

Izuru se encontraba también ahí, pero en cambio de su hermano que se podía escuchar la desesperación en aquellas lágrimas, el solo lloraba en silencio mirando aquel rostro de alivio y paz completa que tenía su pareja en ese instante.

—Parece... Dormido... –murmuro su gemelo y tuvo que estar de acuerdo con eso, parecía que solamente estaba tomando una siesta tan tranquila, tan en paz... Como si fuera a despertarse en algún momento y verlos con aquellos ojos que se encontrarían cansados pero felices al verlos ahí pero eso no pasaría, no volvería a pasar...

Komaeda ahora está con la esperanza que tanto buscaba.

El había vencido a la desesperación, y se reunió con la esperanza que tanto deseaba. Con su familia y perro feliz al fin, sin preocuparse de que la desesperación volviera a su vida y lo atormentara una y otra vez...

Y en ese momento, definitivamente, Komaeda es el Estudiante Afortunado

Y ese día, en aquella primavera donde las Sakura crecían y volaban al cielo gracias al viento esperanzador, un adulto de 30 años con cáncer avanzado murió en paz.

Y un pequeño bebé nació con llantos fuertes anunciando su llegada a este mundo, sin talentos definitivos ni enfermedades mortales.

Como tuvo que ser desde el principio...


Al fin... Ellos vivirán con esperanza... Sin que la desesperación este para atormentarles... Ellos... Solo serán bendecidos por la esperanza... Y gracias, por hacerme conocerte más que nadie...

—Ultimas palabras de Nagito Komaeda

Coup de Foudre || KomaHina - KamuKomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora