Capítulo 6: Puedo ser yo misma

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Jajajaja ¡¡Soy feliz!! Al fin pondré en marcha mi plan, pero para eso primero necesito un terreno que sea de gran tamaño y que no tenga casas alrededor.

Durante 3 horas estuve buscando un terreno así y finalmente lo encontré.

En las afueras de la ciudad hallé una casa bastante grande y vieja que tenía pinta de abandonada y además que posuía un jardín enorme.

Lo primero que hice fue enterar en la casa y buscar rastros de humanos.
Esa casa no solo estaba abandonada, también se notaba que no la habían pisado por lo menos en 10 años.

Rápidamente salí de la casa y me puse en frente de aquel terreno, cerré mis ojos, me concentré y cuando sentí toda mi magia junta en un mismo punto grite:

-¡ACEOTEERE IME ASEACE!

Ese conjuro es muy difícil y a la vez cansado. Consiste en  transformar algún objeto en ese mismo objeto pero remodelado como el ejecutante del hechizo lo desee.

Yo había probado muchas veces ese conjuro pero nunca con algo como una casa así que tenía miedo de abrir los ojos y encontrarme con un hechizo fallido. Sin embargo, no podía quedarme con los ojos cerrados por miedo a fracasar, ¡Tenía que ser fuerte! Poco a poco fui abriendo los ojos y vi algo que desde luego no me esperaba ver:

La casa o mejor dicho Mansión.

No pensé que funcionaría porque me había imaginado una mansión rodeada de un jardín precioso lleno de flores en el que había un estanque y una enorme piscina. Pero contra todo prognóstico: Lo he logrado.
Mi imaginación se volvió realidad, ahora solo queda mirar por dentro de la "casita."

La mansión por dentro era bellísima, contaba con: 6 habitaciones, 4 cuartos de baño, 1 garaje con dos coches, 2 cocinas, un salón enorme en el que había todos eses cachivaches que utilizan los humanos como por ejemplo una televisión de pantalla plana gigante; un comedor en el que cabían 50 personas tranquilamente, una sauna, un gimnasio y un jacuzzi. Definitivamente me lo iba a pasar muy bien en el mundo humano con los semejantes artilugios divertidos que poseen.

La primera fase de mi plan está finalizada. Ahora toca al fin la segunda fase.
Me fui a la habitación más hermosa que había creado especialmente para mí y me tiré en la cama. Mañana sería un día muy largo.

Cuando me desperté eran como las 9 de la mañana.
Hoy no voy a utilizar ningún hechizo de Cambio si no que voy a usar la Transformación.

La Transformación consiste en convertir el aspecto físico del ejecutante en cualquier otro.

Me transformé en un hombre de unos 40 años canoso, con ojos azules y con barba. Me sentía rara.

Con ese aspecto cogí un coche, sabía conducir porque me habían enseñado en la asignatura de Mundo Humano, y fui directa al instituto.

Al llegar aparqué en frente justo de la puerta principal.

Entré por la puerta al instituto y me puse en busca de alguna señal que indicara donde estaba Dirección pero no la veía por ninguna parte. Cuando creí que estaba perdida alguien me tocó en el brazo. Me giré y observé que había una chica que mediría sobre 1'60 más o menos, con el pelo de un color rojo caoba un poco más largo que en los hombros, llevaba un anillo extraño en la nariz y tenía una sonrisa tímida:

-Disculpe señor ¿Está usted perdido? -Me preguntó la chica. Se me había olvidado que ahora aparentaba un hombre adulto.

-En realidad sí, estoy buscando el despacho del director para matricular a mi hija pero no sé donde está. -Respondí fingiendo una sonrisa.

-Disculpe pero las matrículas se hacen en secretaría, si usted lo desea puedo acompañarlo -Dijo ella.

-Oh, pues sí gracias.

Empezamos a caminar en silencio, pero la joven de pronto volvió a hablar:

-¿Para que curso irá su hija?

No tenía ni idea que debería responder ante esa pregunta por tanto le respondí con otra:

-Ella debe de tener tu edad por tanto supongo que irá a tu curso, ¿Tienes quince años?

-Sí. Vaya que bien, una chica nueva ¿Cuál es su nombre?

-Se llama Begonia. Begonia... Fairy.

-Nunca había oído ese apellido aunque he de decir que es muy hermoso señor Fairy.

-Gracias pero no necesitas formalismos puedes llamarme... Rigoberto -Me acabo de inventar el nombre más raro de la historia: Rigoberto Fairy-, ¿Tú cómo te llamas? Así le hablo de ti a mi hija.

-Me llamo María, María Nanami.

-Encantado María.

Seguimos hablando un poco más hasta llegar a Secretaría. La verdad creo que me caía bien esta chica. Era simpática y no se acercaba a mí por puro interés.

Cuando llegamos me despedí de ella y me puse a hablar con la secretaria sobre la matrícula de "mi hija."
Rellené la información que hacía falta. Según esos documentos yo era padre soltero que cuidaba de su hija de 15 años.

Cuando terminé de matricularme, me dijeron que "mi hija" podría ir a clase a partir de mañana.

Al llegar a casa me tiré en la cama rápidamente, había completado con éxito la segunda parte de mi plan.

Ahora tengo que pensar seriamente como quiero ser en el instituto: Puedo ser dulce, intelectual, seria, etc. Pero ahora que lo pienso, les mostré mi verdadera personalidad tanto a Danicel como a Raquel. Si por algún casual la zorra humana estuviera en mi mismo instituto y yo actuara de forma diferente a cuando nos conocimos, ella intentaría avisar a todo el mundo de que soy un fraude y eso si que no me apetece verlo. Además la gente ya no me seguirá por ser Swany ¿Por qué tendría que actuar? Definitivamente ahora por fin puedo ser yo misma.

Bien aquí está el capítulo 6!! Lo hubiera subido antes pero siempre subo los capitulos desde el móvil y mi Internet del móvil va muy lento.

Espero que os gustara y que os cayera bien María porque saldrá mucho a partir de aquí. Besos

Mimi :D

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