-¿¡Begonia!? -Interrumpió Danicel.
-Hola, ¿Que tal? -Pregunté yo con una sonrisa.
-¿Pero qué coño estás haciendo aquí?
-¿La conoces? -Le preguntó Erik.
-¿La conoces tú? -Interrogó Danicel al moreno.
-La conocí hoy, me dejó en ridículo en el pasillo delante de bastantes personas y luego coincidimos en la misma clase en la que hizo que Florencia se fuera al despacho del director, después nos hicimos amigos y en la siguiente clase mandó a dirección a tu queridísima Raquel y otra vez a mi novia. -Le contestó Erik.
-¿Qué?
-No le hagas caso, todo lo que dijo es verdad pero yo en ningún momento he dicho que Erik sea mi amigo. Sólo es una persona que me cae bien y a la que adoro dejarlo en evidencia. -Comenté yo. Erik comenzó a reír.
-¿Por qué eres tan mala? ¿Qué te he hecho? -Preguntó Erik con ojos de cachorrito fingiendo dolor.
-Existir. -Le respondí.
-¡Pero yo no tengo culpa de eso! ¡La culpa la tienen mis padres! -Protestó él haciendo morritos.
-Bueno pues existir e intentar ligar conmigo cuando me viste por primera vez.
-¿¡Intentaste ligar con ella!? -Preguntó furioso Danicel.
-Emmm... ¿Sí? Pero eso fue antes de conocer su personalidad y de que me diera cuenta que la prefiero como amiga. -Se excusó Erik.
-Eso me da igual, el caso es que lo intentaste. -Danicel lo miraba con cara de: "Te voy a descuartizar."
-¡Pero está muy buena! ¡Fue normal que lo intentara, además que siempre cuando hay un bombón nuevo eres tú el que dice que vayamos a comernoslo!
-Aún así, con ella no deberías...
-Oye, déjalo en paz -Le interrumpí- Ya se arrepintió y no tienes motivos para enfadarte porque un chico intente algo conmigo, yo puedo mandarlo al diablo sola.
-¡Tengo derecho a recriminarle algo a mi mejor amigo si quiero!
-Ya pero estáis hablando de mi en presencia mía. Tengo derecho a protestar.
-¡No quiero que nadie ligue contigo! ¿¡Entiendes!? -Exclamó muy alto. Me sonrojé muchísimo y Danicel al darse cuenta de lo que acababa de decir, también se sonrojó.
-Si alguien quisiera tema conmigo... ¿Te molestaría? -Pregunté yo mirándole a los ojos y con mis mejillas sonrojadas.
-Sí. -Respondió él con un susurro.
-¿What? ¿Pero qué diablos? ¿De qué os conocéis y por qué parece que os estuvierais confesando vuestro amor? -Interrumpió Erik. Se me había olvidado que estamos en medio de la cafetería y que hay más personas que nosotros dos, además de toda la gente que nos está rodeando para enterarse de lo que hablamos y cotillear.
-¡No estamos confesando nuestro amor! -Exclamamos a la vez Danicel y yo. Ambos nos miramos y nos volvimos a sonrojar.
-Vale... entonces ¿Por qué estáis rojos y de que os conocéis? -Volvió a preguntar Erik.
-¡Nos conocemos del bosque! -Dijimos en unísono nuevamente.
-¿Del bosque? -Esta vez la que preguntó fue María, que se había quedado callada toda la conversación hasta ahora.
-Emmm sí -Respondí yo.
-¿Qué hacíais en el bosque? -Volvió a preguntar la pelirroja.
-Yo pasaba por ahí y me la encontré. -Respondió Danicel.
-Eso no fue así. Yo estaba dando un paseo y me encontré a este y a la perra de Raquel follando en medio del bosque. Ella se asustó, se enfadó y Danicel la controló. Luego hablamos un rato hasta que la zorra y yo empezamos a pegarnos. Cuando yo le estaba dando una paliza a esa tipa, él la salvó y se fueron.
Todos comenzararon a mirar fijamente a Danicel, entonces me miró con cara de desprecio, me agarró de la mano y me sacó de la cafetería. Intentaba soltarme pero no podía. Mi fuerza se va cuando él me toca.
-¡Suéltame!
-No. Te voy a castigar.
Dicho esto nos metimos en un aula en la que parecía que hacía años que no daban clase.
-¿¡Qué es este sitio!? ¡Suéltame de una vez!
En vez de soltarme, apretó más mi mano y me empujó contra una pared.
-Es un aula deshabitada, ya no dan clase en ella desde hace 2 años, y por cierto no soltaré tu mano hasta que me pidas por favor y te disculpes.
-¡No me voy a disculpar! -Soy una swany nunca me disculpo, soy demasiado orgullosa.
-Entonces te agarro la otra mano.
Y eso hizo. Con mis dos manos agarradas ya estaba prácticamente inmovilizada.
-Ahora te castigaré. -Dijo mirando mis labios.
Empezó a besarme el cuello, lo que hizo que me sintiera como si mi cuerpo se dirritiera.
-¿Que haces? Para... -Me sentía débil y sinceramente no quería que parara.
Pasó su lengua por mi chuello y me mordió.
-¡Ah! Por favor... lo lamento... para...
Separó sus labios de mi cuello me sonrió arrogante y dijo:
-Así te quería ver yo. Dócil. Aunque ya te has disculpado y ya me has pedido por favor seguiré con mi castigo.
Volvió a besar mi cuello pero esta vez sentía como se concentraba en un sólo punto. Sentía tanto placer que sin querer gemí.
Danicel rápidamente se separó me miró y comenzó a hablar:
-Dijiste que parara pero tu cuerpo me dice que quieres más.
-No... no es cierto...
-¿No? Te demostraré que sí.
Me volvió a besar el cuello pero esta vez fue subiendo a mi cara en donde la comenzó a besar por todas partes menos en los labios. De repente se separó y comenzó a mirarme los labios. Se fue acercando poco a poco hasta que finalmente unió los suyos con los míos. Me comenzó a besar en los labios con desesperación. Metió su lengua en mi boca. Dios mío, esto es el cielo. Al fin soltó mis manos y me agarró las caderas para juntarme más a él. Yo lo rodeé con los brazos. Apoyé una mano en su nuca y la otra intentaba desesperadamente acercarlo más a mí.
Nos separamos para coger aire y enseguida volvimos a juntar nuestros labios.
Aquí está el capítulo 8. Espero que os gustara. Lamento haber tardado tanto tiempo en subir pero sinceramente estaba sin inspiración ninguna. No tardaré tanto en subir el siguiente. Un besoo.
Mimi (:
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Alada
RomanceBegonia no es como las demás... A sus 15 años es la hada más poderosa y respetada de su aldea. Pero ella no es lo que aparenta ser... Utiliza su belleza para que todos hagan lo que ella quiera. ¿Qué pasará cuando la loca hada quiera salir del refugi...