Capitulo 18

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Helloo Sunshines♥ espero les guste el capitulo*--* voten,voten,voten y comenten :D

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- Tampoco- le dije yo. Una pequeña risa empezó a salir de su boca haciendo que sus labios se separen en comparación a como estaban antes. Mis ojos se iluminaron al detenerme solamente para escuchar ese sonido; el mejor que alguna vez había escuchado.
- Vamos, se que en el fondo mueres por probar mis labios- rió nuevamente. Esta vez mis mejillas tomaron un color rojizo; lo noté, porque sentí el calor en mi cuello. Intenté disimularlo; afortunadamente, el no se giró para verme, Seguía tendido a mi lado mirando hacía el techo.
- Si algo que realmente moriría por hacer, créeme que no sería probar tus labios-dije en un intento por conservar mi orgullo.
- Sería besar a Liam- rió el. Lo miré enfada. 
- Ya cállate- le di la espalda. Junte mis manos para poner mi rostro encima de ellas. Ahora solo podía ver en dirección a la puerta. Sentía su piel rozando la mía, y cuando me di cuenta me estremecí por completo. Sentía como mi corazón latía rápido, como las mariposas no dejaban de volar como si nunca se cansaran de tanto correr en mi estomago; y el nunca se cansara de correr en mi cabeza. Algo extraño me estaba pasando con ese chico.
- Oye.. - me dijo dándose la vuelta hacia donde estaba yo. Ahora podía sentir su piel aun mas cerca de la mía y eso provocaba unos nervios increíbles dentro de mi cuerpo. Puso su brazo en mi hombro lentamente. Sentía su rostro apegado a mi cuello.- No te enojes..- musitó. Su aliento acarició mi rostro. Tan cerca que podía sentir que respiraba.
No sabía que decirle, de repente me había quedado sin palabras y mi menté se nubló de tal manera que ni siquiera podía recordar donde estaba.
- No me enojé- fue lo primero que se me ocurrió. No era capaz de decirle que se aleje de mi, porque a pesar de intentar alejarme de el cada día por temor a que algo pase; me gustaba la idea de estar a su lado. En ese momento, debo reconocer, me encantaba.
- ¿entonces me puedo quedar a dormir?- insistió. Lo miré; nuestras miradas se encontraron al yo haber olvidado que su rostro estaba en lo alto de mi cuello. Lo tenía cerca; completamente cerca.
- Eh yo.. Tu.. O sea..- tartamudee.
- No necesitas ponerte nerviosa- sonrió. Se levantó de la cama y comenzó a sacar unas mantas que tenía dobladas en la silla. 
- ¿Qué haces?- le pregunté tomando aire nuevamente.Conservando la calma. Desdobló todas las mantas y colocó la mas gruesa en el suelo.
- Me haré una cama- dijo el. Mi rostro sin expresión. Pensaba que estaba bromeando al decir que quería dormir allí, ¿Qué dirían sus padres al notar que no durmió en casa esa noche?
- ¿hablas en serio?- pregunté. Pero al parecer Hayes Grier no bromeaba. Estaba armando una cama perfectamente.
- Si prefieres que durmamos en la misma cama, no tengo problema- se encogió de hombros- pero como se que no te gusta esa idea decidí hacer mi propia cama aquí, el suelo no es tan incómodo como las bancas del parque ¿sabes?
- ¿bancas del parque?- pregunté confundida- espera espera.. ¿y tus padres? ¿no están esperándote en casa?- pregunté.
- ¿Por qué habrían de hacerlo?- frunció el ceño. Se acostó en su ingeniosa cama que se encontraba al lado de la mía. Lo miré.
- ¡pues porque son tus padres!- exclamé.-¡ es lo que los padres hacen! ¿no?
- No en mi caso- rió- ellos estarán bien, solo será un noche- puso sus manos en su nuca. Miró hacia un lado y agarró una hoja de papel que había botada.- ¿Qué es esto?- preguntó. Comenzó a leer en voz alta. Mis mejillas tomaron un color rojizo y me tiré encima de el cuando note que era una canción que había intentado escribir.
- ¡dame eso!- gritaba yo encima. Intentaba quitarle la hoja, pero el la seguía leyendo intentando apartarme a un lado. Parecíamos dos niños pequeños peleando por un juguete. Me dio la vuelta para yo quedar en el suelo. El quedó justo encima de mí. Me sentía en aquella película en la que la mujer cae del columpio al mismo tiempo que el cae encima de ella y sus respiraciones son tan agitadas que ni siquiera pueden sentir algo, porque todo esta plasmado en aquella mirada.
Logré quitarle la hoja cuando estábamos en esa posición. 
- Es una canción- admití. Se acomodó nuevamente en su lugar mientras yo me levantaba- no me gusta que nadie la lea
- Es solo una canción- dijo el- fácil de escribir, fácil de mostrar
- No es fácil de escribir- le dije yo en un intento por defenderme y por no mostrarle la canción- hay cosas muy difícil de escribir. Luego de que algo te pasa, vas e intentas escribirlo, y si no lo dramatizas, o lo cambias, exageras las partes equivocadas, e ignoras las que son importantes. En ese sentido,nunca puedo escribirlo de la manera en la que quiero hacerlo.

I Chose U (Hayes Grier y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora