Capitulo 34

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Helloo!♥ perdonenme la vidaaaa! lo siento de verdad :'( no era mi intencion, pero de verdad estaba ocupada.... pero aqui les dejo los 3 capitulos que no les subi!! :) voten y comenten porfavor! subire un Maraton cuando la novela llegue a 1k votos

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Me incliné a ella lentamente mientras sentía como la música comenzaba a sonar. Estaba a punto; pero todavía no la besaba. Lo esperaba. La tenía allí, al frente, y nuestros labios estaban casi juntos. Estábamos a punto de besarnos.
Mi respiración se comenzó a hacer agitada al igual que la de ella. Podía sentir los latidos de su corazón a pesar de que estuviera a unos centímetros lejos de mi; pocos centímetros lejos de mi. Sonreí para mis adentros; era la clase de chica con la cual no me molestaría pasar una vida. La clase de chica que me hacían estar de esa manera; como un tonto.
- ¿Quién perdió la apuesta?- susurró mirando hacía mis labios. Se mordió los suyos y la acerqué a mi.
- Quien quieras que la haya perdido, esa persona fue- musité.
- Tu perdiste, entonces ahora me debes un beso- levantó una ceja.
- Con mucho gusto- me acerqué aun mas a ella hasta que nuestros labios hicieron contacto. Por fin sentía correr por los míos el dulce de los suyos. Me sentía en el paraíso en ese instante; miles de emociones volaban dentro de mi.- eres la primera chica a la que beso- admití. Abrió los ojos sorprendida.
- No te creo.. No creo ser la primera chica a la que besas, te eh visto besar otras chicas- dijo a la defensiva.
- No; simplemente juntamos nuestros labios. Eso no es un beso. Un beso es juntar tus labios con los de alguien, y en ese momento, sentir chispas, emociones, todo al mismo tiempo. Sentir que durará para siempre y que el mundo desaparece. Sentir que todo va a estar bien; aun que nada lo esté. Eso es un beso.
- Te quiero Hayes- sonrió ella.
- Yo también te quiero- la abracé.- Vamos a casa..- le susurré en el oído.
- ¿a la tuya o a la mía?- pregunté.
- A la mía, ven.. Vamos.. ¿o prefieres quedarte en esta fiesta de niños ricos con el mister perfecto?
- El mister perfecto no me gusta tanto como me gustas tu- me dijo ella. Le tomé la mano y la dirigí hacía las escaleras. Miré a Thomas, besaba a aquella chica a la cual había conocido hace nada mas cinco minutos. Reí y salimos por la puerta. Tenía la mano de ____ tomada sin necesidad de estar dentro de una maldita apuesta. Se sentía como el paraíso. Si así es como el amor se siente; entonces nunca me hartaría de aquello.
- Veo que viniste en auto- me dijo intentando parecer sorprendida. Le abrí la puerta de su lado para que subiera.
- Especialmente para que te sintieras cómoda- le sonreí. Ingresó en el automóvil mientras nadie me sacaba la sonrisa del rostro; mis padres no se encontraban, ¿Qué mejor? Podía charlar en casa con ella todo el tiempo que quisiera; nada mas los dos, solos.
Eché a andar en auto mientras la miraba de vez en cuando. Tenía la mirada en frente y los ojos brillantes.
- Te vez muy linda esta noche- musité. Me miró sonrojada.
- También tu- me dijo.
- Gracias.. Se que me veo linda- reímos juntos. Llegamos a mi casa. La pequeña casa de Grier. Pequeña; cómoda, de un piso, adecuada para una familia pequeña que no tiene recursos. 
- Aquí es donde vivo- le dije. Se bajó del auto y se quedó mirando la casa durante un segundo. Luego dirigió la mirada a unos chicos que jugaban al otro lado; los miré desafiante. Uno de ellos traía un arma. Decidí no meterme en problemas mientras estuviera con ella y rápidamente la hice entrar; poco después escuchamos como la bala disparaba.
- ¡dios mío! ¿Qué fue eso? - preguntó algo asustada. Cerré la puerta detrás de nosotros; todas las luces de la casa estaban apagadas. 
- No tienes de que preocuparte.. Te encuentras bien aquí adentro- musité y prendí la luz. Enseguida la casa se iluminó por completo y pudo observar mejor.
- Lindo.. - musitó ella. Se acercó a los muebles donde se encontraban las fotos y las comenzó a mirar; una por una.- ¿no hay nadie?
- No- musité yo. - Todos salieron
- ¿Qué eran esos ruidos que se escucharon?- preguntó ella asustada.
- Están jugando con balas afuera- decidí decirle sin rodeos- no te preocupes, estás a salvo aquí adentro.- se sentó en el sillón rasguñado que se encontraba en frente.
- Tengo miedo ahora- musitó con la garganta seca.
- ¿quieres un poco de agua?- pregunté.
- Por favor..- corrí hasta la cocina lo más rápido que pude para llevarle un vaso de agua. No estaba en mente que eso sucediera. Nuevamente te escuchó un balazo. 
- Espera aquí. Iré a ver que sucede- le di el vaso con agua.

I Chose U (Hayes Grier y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora