I Chose U (Hayes Grier y Tu)

Capitulo 61 2/4

Holaa!♥  aqui les dejo un maratón :D espero les guste.... voten y comenten porfavor! 

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Día lunes por fin. 
Si es cierto; era mi cumpleaños. Mis papás vendrían a verme, me traerían regalos, quizás comida mientras yo esté en el hospital, Caleb me había llamado para decirme que también vendría, Tina me llamó para decir que me traería una serie de revistas seventeen para leer en la edición que traía a Channing Tatum; pero nada de eso me importaba porque Hayes vendría a verme y podría por fin besar sus labios que tanto anhelaba. Le quería allí conmigo; ahora mismo.
No recordaba nada; solo recordaba la cara de John, el golpe, y que la doctora me recostó en la camilla.
Mi mente comenzó a intentar recordar, pero eso solo provocaba dolor de cabeza, y según la enfermera, me hacía mal pensar. Pero no pensaba en muchas cosas, solo en ÉL. Él único, el inigualable, el genial, el mejor, Hayes Grier.
Miré hacía un lado; miré hacía el otro. Todo tan calmado. Nadie a mi lado. Sola en la fría sala del hospital de la ciudad. Pasaría un mes entero allí.
La puerta se abrió de golpe y mis padres vinieron corriendo a mis brazos, seguidos por la doctora. Ella sonrió y cerró la puerta. Mi mamá me abrazó por un lado; mi padre por el otro. Supuse que a esas alturas ya sabían lo que había pasado; tan solo esperaba que no transmitieran nada de enojo a Hayes, pues el no tenía la culpa de nada de lo que había sucedido.
- ¡mi amor!- exclamó mi mamá. Ningún reto hasta ahora; todo bien. Suspiré y le sonreí- ¡pensé que te había pasado algo grave! ¡oh, mi vida! estaba tan preocupada por ti- me abrazó, casi asfixiándome. Me sorprendió que estuvieran allí; se supone que debían trabajar a esa hora; pero supongo que se habían dignado a hacer un espacio en su apretada agenda para mi, sobre todo papá.
- Estoy bien, mamá..
- ¿estas bien? ¿pasar un mes en un hospital para ti es estar bien? Tienes la pierna fracturada y el brazo también, además de un enorme moretón en la cara y para que hablar de tu labio, todo roto, ¿eso es estar bien?- continuó, exasperada- no quiero que te vuelvas a meter en esas carreras, nunca más..
- No corrí en ninguna carrera mamá- ambos me miraron, confundidos. Fruncí el ceño- ¿que les han dicho a ustedes dos?
- a mi me han dicho que has corrido en moto y te has caído..
- ¿quien te ah dicho eso?- pregunté, confundida.
- Un chico rubio- rió ella. - parecía una tabla, era extraordinariamente delgado
- se llama Jacob- resoplé- y no te ha contado la historia, porque no quería que me reten- ni que reten a Hayes, por supuesto <<pensé>>. Me miraron como esperando que les cuente algo, pero no sabía si era el momento. Quizás debería primero consultar por lo que había estado esperando durante todo el fin de semana antes.
- en fin- dijo ella- feliz cumpleaños amor mío, te hemos traído un regalo- me miró, con sus ojos brillantes. Esperé algo, mientras papá salía de la habitación y entraba con una caja. No podía moverme mucho; los golpes todavía dolían. Me senté en la cama, apenas. El fue quien abrió el regalo.
- ¿que es?- pregunté, emocionada.
- Ya lo verás- me dijo el. La caja se iba abriendo a medida que él iba quitando un papel. Sentí un poco de nervios por descubrir que había; un cuadro con una foto de yo y Hayes apareció allí. Mis ojos se abrieron brillantes; era de esa vez que estábamos con Thomas buscando un trabajo para su mamá; quizás el la había tomado, no lo se realmente; pero estábamos besándonos a la vista de la gran ciudad detrás de nosotros que estaba llena de luces. Mis ojos se llenaron de emoción.
- me encanta- les dije intentando abrazar el cuadro- quiero que lo pongan allá- apunte a una silla; podía mirarlo todos los días si es que estaba allí- lo eh adorado, ¡gracias!
- no hay porque..- tosió mi papá, sabía que el había preferido otra cosa; pero debía comprender que estaba cumpliendo años y que ya no era una niña.
- Tina dijo que te agradaría- sonrió mamá. 
- ¿esta ella aquí?- le pregunté. 
- No- contestó ella- Hayes nos ha dado la fotografía..
- ¿él les ha dado la fotografía?- pregunté, asombrada- ¿han hablado con él? ¿esta bien? ¿le han echo algo? ¿está vivo?
- ¿que si está vivo? Por supuesto que si, _____, que tonterías hablas.. ¿Porque no habría de estarlo?- los miré, nerviosa.
- Las visitas son de a dos- prosiguió mi padre- ah estado esperando afuera estás noches, y no se ha marchado a su casa si no en la madrugada solamente para ir a bañarse.. Si es el plan de el mes, pues entonces ese jovencito no tendrá buenas notas por asistencia..
- ¿esta afuera el pobre y no lo han dejado entrar?- pregunté, impactada. Mi mamá me miró entendiendo todo y tomó a mi papá de la mano.
- Que estés bien mi vida- dijo antes de desaparecer. Le sonreí agradecida y no dejé de mirar la puerta esperando que Hayes entre en cualquier momento.
Y ahí estaba. El moreno entró con las manos en los bolsillos y la sonrisa cohibida a la habitación. Mi corazón dio un giro de 360 grados al verlo entrar. 
Tan hermoso, como siempre. Tenía en su mano una bolsa y la sala entera quedó con olor a su perfume, ¡como lo adoraba!
- Hola- dijo tímido. 
- Hola- le contesté yo. Él se acercó un poco a mi, sin saber que hacer; así que finalmente me abrazó. Sentí como sus brazos me apretaban fuerte; se aferraban a mi, con presión. Me separé un poco; pero el seguía agarrado a mi. Sentí como una lagrima caía por su mejilla.
- Por Dios, ¿estas llorando?- le pregunté, sorprendida. El se separó un poco de mi intentando que no se note.
- Pensé que te había pasado algo- dijo el, acariciando mi mejilla con dulzura- pensé que nunca mas te vería- prosiguió- pensé que era el fin para ti.. Y si es el fin para ti, lo es para mi
- está bien, Hayes, estoy bien..- le sonreí.
- Feliz cumpleaños princesa- me entregó la bolsa que traía en la mano. Lo miré algo enfadada.
- No deberías gastar dinero en mi..
- basta de hablar de dinero- me pidió- Papá ah ido a la entrevista, la conseguirá, estoy seguro- sonrió- por ahora déjame ser un buen chico..
- Esta bien- sonreí- mira.. - le indiqué hacía una esquina donde estaba el cuadro.
- esta lindo, ¿no? Tina les ha dado la idea
- ¡yo era la única que no sabía!- reí- ¿quien ah tomado la foto?
- ella- me dijo. Fruncí el ceño. Me pareció raro; sin embargo, el simplemente me presionó a que abra su regalo.
Comencé a abrir la pequeña caja que estaba en el interior; sabía que con su dinero no podía dar lujos; pero lujos no era lo que yo quería. Con un beso mi cumpleaños hubiera estado genial.
Una pequeña cadena de oro se poso frente a mis ojos. Oro puro; sabía distinguir el oro. Mis ojos brillaron; de emoción, de confusión, ¿como la había conseguido? pero el respondió la pregunta.
- era de mi abuela- sonrió. La cadena tenía un pequeño corazón. Comenzó a amarrar la cadena alrededor; no tenía palabras.
- Debe ser valiosa para ti.. No es necesario que me la des
- Me la entregó antes de morir- prosiguió, sin hacerme caso- Me dijo que se la de a la chica que me haga querer ser una mejor persona a pesar de que eso a veces sea imposible.. Y es exactamente lo que estoy haciendo.