I Chose U (Hayes Grier y Tu)

Capitulo 56 2/5

Holaa!♥  aqui les dejo un maratón :D espero les guste.... voten y comenten porfavor! 

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Me senté en la cama después de llamar a _____. La quería tener cerca, en mis brazos, pero no podía. La estaban alejando de mi a tal punto que no me viera la cara; pero ellos no sabían que eso no podía suceder. No si yo estaba allí para impedir que la alejen de mi lado.
Thomas dormía como un bebé en mi cama despues de haber recogido todas mis lágrimas; me tocaba a mi dormir en el sillón.
- ¿que te pasa hijo?- me preguntó mi papá sentándose en el sillón que estaba a mi lado. Alcé la mirada a su pacifica pregunta.
- El papá de ____ la ah castigado, y no podrá salir conmigo en dos semanas- lo miré triste. El enseguida me tomó por la espalda y busqué un poco de refugio en su pecho.
- ¿porque la ah castigado?
- no lo se, no lo ha mencionado, solo se que dos semanas es mucho tiempo- suspiré.
- Pero todavía la puedes ver en clases, Hayes- me dijo mi padre.
- No entiendes- farfullé- no es lo mismo, en clases no puede besarla...- reí. 
- Pues entonces ve y habla con el papá de _____- se acomodó en el sillón encendiendo el televisor.
- ¿que hable con su papá?- le pregunté.
- Si, así era en lo antiguo, hijo mío, tienes que pedirle permiso a su padre para poder salir con ella, así no te los ganas de enemigos
- Pero tengo a su mamá- dije con orgullo.
- No es suficiente, Hayes, el papá es celoso por naturaleza- me miró. Tenía razón. Debía ir a hablar con el papá de ella y decirle que no tenía ninguna mala intención; no quería robar nada de ella. Excepto su corazón.
Salí de mi casa hecho un flash y me subí a mi moto divagando en distintos pensamientos sobre qué sería lo que le iba a decir al papá de ____.
No encontraba las palabras para describir que la quería. A mi lado. Y eso no implicaba hacerle ningún tipo de daño.
Por alguna razón, el papá de ella no me agradaba; así también como supuse que yo no le agradaba a él. 
Me paré al frente de la puerta y sentí que el corazón ya no lo tenía en el pecho; estaba en la misma casa que ____. Era la oportunidad perfecta para trepar su ventana y dejarla caer en mis brazos. Pero no lo haría.
Dos golpes en la puerta y juro que recé mil veces para que me abra ella; sin embargo, el rostro con el ceño fruncido de su padre me dio aviso de que no sería así.
- ____ está castigada- me dijo con un tono de superioridad. Disfrutaba de todo eso que estaba ocurriendo.
- Buenas noches Señor- le dije yo. Tanta riqueza en sus manos, y tanta pobreza en sus mentes.- No es a ella a quien le quiero hablar, si no a usted- sonreí. El me miró negando con la cabeza.
- No tengo tiempo ahora- farfulló.
- Se trata de su hija- le dije, con mis excelentes habilidades convencedoras- yo creo que si se trata de la persona a la cual le dio la vida, siempre es importante- dudó por unos segundos. Sabía que si decía que no lo haría ver un completo imbécil. Que yo le podría decir a ____ y que eso podría armar un lío grande.
- Pasa- dijo finalmente- pero directo a mi oficina, nada de escabullirte hasta la habitación de mi niña
- ¿dónde está su oficina, señor?- le pregunté. El me hizo una seña de que lo siguiera, y que guardara silencio poniendo su dedo en la boca.
Procedió a entrar en una de las puertas de la enorme casa y se sentó detrás de un escritorio para que yo me siente en frente de él. Dejó caer el peso de sus manos sobre la mesa y me miró esperando que hable.
- Su hija me gusta mucho- dije finalmente. Había arruinado todo. Era un completo idiota. Sentí como mis mejillas se ruborizaron porque me sentí caliente e incómodo. 
- Ya eh escuchado eso antes- dijo él.
- Si, quizás, probablemente, porque es una chica maravillosa, pero yo la quiero sinceramente, Señor... ¿Porque la ha castigado?
- ¿como sabes eso?- levantó una ceja. 
- Porque la eh llamado, Señor, la quiero tanto que no puedo aguantar un día sin escuchar su linda voz- proseguí, con mis habilidades de convencimiento. Ese hombre me podía partir la cara ahí mismo por estar hablando de su hija de ese modo; pero no lo haría, porque pensaba que tenía una pistola o un cuchillo bajo la manga.
- La eh castigado porque salió contigo- admitió, sin que se le arrugue la frente.
- Señor, se que es difícil para usted que su hija salga con chicos, porque me imagino que será así con todos los padres, y cuando yo tenga una hija supongo que seré igual; pero yo la quiero de verdad, y soy un gil de primera enamorado que se lo viene a decir acá a su cara porque no encuentra otra manera de poder verla 
- Hayes...- se aclaró la garganta- _____ es muy débil..
- Yo seré fuerte para ella, Señor.
- Pero ella es muy sensible- prosiguió.
- Pues entonces me aseguraré de que cada palabra que diga sean dignas para que sus oídos la escuchen
- Ella también, es muy cobarde a veces.. 
- Pues entonces seré valiente solo para ella
- Me refiero a que no le gusta el peligro- me miró. Sabía a lo que se refería. Yo creo que todos sabemos. Pensaba que mi mundo solo se trataba de disparos.
- La alejaré del peligro, señor.
- _________ no soporta que le rompan el corazón..
- Señor, no puedo prometer que no romperé su corazón, porque siempre me comporto como un idéntico inútil que no hace nada para remediarlo, pero le aseguro, que si llego a romper su corazón, después de darme una paliza a mi mismo, volveré a juntar cada pequeña pieza que ha caído
- Pero no será lo mismo
- Yo me aseguraré de que sea así, señor. La trataré como una princesa, tan solo.. Deme una oportunidad, por favor..- me miró. Dudaba un poco; pero sabía que había estado bien lo que había dicho. 
- Debes prometer, Hayes, que la vas a cuidar mas que a nada cuando salgas con ella, más que a ti mismo
- Señor- reí divertido- eso no hay que prometerlo para saber que así será.