Ceniciento.

La invitación.

Stan caminaba rumbo a su casa, algo desinteresado, con la única compañía del frío acariciando su cara, sus manos en los bolsillos de su pantalón, y sin realmente prestar atención de que tenía al frente suyo, últimamente nada emocionante estaba sucediendo en su vida, no había nada que le llamará la atención y eso lo deprimia, sentía que era la misma rutina siempre, mismos amigos, misma escuela, misma novia, misma familia, nada cambiaba, no es como si ya no los quisiera más, los amaba a todos y cada uno de ellos, pero se sentía como un robot, un jodido robot que sólo seguía órdenes.
En esos momentos lo único que quería era llegar a casa y dormir el resto del día como siempre hacia, era algo que ya estaba acostumbrado de hacer y a la vez lo necesitaba.

Estaba harto.

- Muévete, imbécil. -

Seguido del grito que recibió Stan sacándolo al instante de imagionalandia sintió un fuerte dolor en el brazo luego de ser empujado, un tipo lo había empujado, iba a mandarlo a la mierda hasta que luego entendió que el señor no era el único quejándose, Stan estaba parado en medio de la calle, y las personas en sus carros le gritaban obscenidades mientras que otras levantaban las manos haciéndole señas.
Stan tan sólo pidió disculpas y salió de la calle tan pronto como pudo, sintió sus mejillas arder de lo vergonzoso que eso había sido, y no fue lo único que sintió arder. Un perro estaba orinando en su pie izquierdo.

Definitivamente este era el peor día.

Antes de entrar en su casa, Stan miró en dirección al castillo, como aveces solía hacer, le encantaba mirar aquel lugar, juraba que aveces podía pasar hasta 15 minutos contemplandolo, deseando poder estar ahí, pero claro que eso jamás ocurriría, había descartado toda intento de creer que algún día pondría un pie dentro del castillo.

- llegué - anunció cerrando la puerta tras de él.

Se podía sentir el aroma a comida deliciosa proveniente de la cocina.

- Oh, Stan, bienvenido hijo - dijo Sharon mientras colocaba un poco de sal a la sopa que preparaba y seguido de esto toma asiento al lado de Stan para besarlo en la mejilla - ¿cómo te fue en el trabajo? -

- Lo mismo de siempre, ma, - se detuvo a tomar un baso de agua que había sobre la mesa -  ¡Oh sí! ¡Cartman hoy tragó tanta comida que se rompió su asiento, tuviste que haberlo visto mamá, fue tan gracioso! - río Stan a carcajadas junto con su madre, al punto en que a los dos comenzaron a sentir las lágrimas formarse

- Dios, no sé como ese niño sigue viviendo de tanto que come -

- Ni yo -

Sé que está mal burlarse de alguien con sobre peso, pero era Cartman.

De pronto se escucha que golpean fuertemente la puerta.

- ¡Sharon! ¡Por Dios sharon mira esto, ven aquí, mira, mira! - Dice Randy  en dirección hacia donde provenía el aroma a sopa que su esposa preparaba.

- ¿Qué sucede? - Pregunta Stan, como todo hijo entrometido que era.

- ¡Los Reyes darán un festín en honor al cumpleaños del príncipe que ya cumple la mayoría de edad! - Randy brinca de la emoción que sentía, mientras que Sharon y Stan no hacían más que intercambiar miradas como si estuvieran cuestionandose.

- ¿y? - Pregunta finalmente Sharon cruzandose de brazos.

- ¡Dejame terminar, coño! - Randy frunce el ceño pero casi al instante vuelve a ponerse firmemente - Estamos invitados al festín. -

Y por un 3 segundos lo único que se escuchó en la casa de los Marsh fue el grito que se escapó de la boca de Sharon y Stan también hubiera gritado si no hubiera sido porque Randy tuvo que agarrarlo cuando se cae al oír la noticia.

Stan, Randy, y Sharon estuvieron hablando por alrededor de hora y media respecto al festín, estaban muy emocionados. Al parecer Randy se había ganado la invitación en un juego de cartas a un tipo que se encargaba de transportar alimentos al castillo.

Stan no pudo dormir en toda la noche, iba a ir al jodido castillo, había fantaseado con pisar aquel lugar por años, descartandolas a todas por que jamás creyó que iría, ahora estaba ahí, acostado en su cama, pensando en como ir vestido y que carajos hacer para el gran evento. Esta era su gran oportunidad de presentarse al Rey y convertirse en un caballero ¿y quien sabe? Hasta se podría convertir en su mano derecha.

Stan sonrió para si mismo, estaba muy entusiasmado, aún  no podía creerlo.

Definitivamente este había sido el mejor día.

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Hi-hi c: ♡

¿cómo están cositas? uwu

Bueno, primero que nada había planeado que este fuera un fic de un solo capítulo, pero mejor lo hago de dos, o quien sabe tres, cuatro, cinco, ahre

Este es uno de mis primeros trabajos y en verdad le estoy poniendo mucho empeño y sólo escribo cuando estoy inspirado :( espero que mi inspiración alcance para terminar el fic (?

También tengo pensado agregar a la historia algo de bebexkyle, digo, bebe me agrada mucho pero alguien  tiene que ser la arpía del fic ahre

¡Nos vemos en el siguiente capítulo, cariño! ♡♡♡