Ceniciento.

Bebe

La música sonaba en todo el salón, era un ambiente realmente cómodo, mujeres viejas rebotando los pasteles, miembros de la élite obdevandolo, los aperitivos se veían realmente deliciosos, excepto para el joven Philip, que se encontraba nervioso y sin dejar de caminar hacia un lado y hacia otro por todo el salón, desde que su amigo el príncipe Kyle le había pedido el favor la mente y cuerpo del británico no paraba de decirle que lo que estaba por hacer iba en contra de todos sus principios.

¿Qué demonios estaba planeando el principe?

Philip dejó salir un suspiro con resignación, le tenía mucho respeto al Kyle, no pudo negarse, pero tenía sus propias teorías de lo que se aproximaba, y pensó que lo peor estaba a punto de suceder

─ demonios...

─ Hey Pip

─ Buenas noches Butters, ¿como te encuentras?

─ B-bien, ¿tú estás que tal? de noto algo pálido

─ Butters, la verdad es que no sé en lo que me estoy metiendo, ¿Está mal no querer ayudar a un amigo?

─ Bueno, depende

─ ¿De qué? ─ Philip levanto una ceja y miro a su amigo con curiosidad

─ Mientras que no meta su boca en tu salchic ─

─  Butters, no me refiero a eso ─ las mejillas de Philip enrojecieron al entender a lo que se refería

─ ¿Entonces?

─ ...

─ Sabes que puedes confiar en mí.

Pip sabía que el pelirrojo le había prohibido hablar de su plan con otra persona, pero Butters era de suma confianza, sabía que jamás iba a hablar, y necesitaba hablarlo con alguien o terminaría volviéndose loco por la paranoia

─ ¿Prometes no decir nada?

°•°•°

Frente al Palacio había cierto rubio mirando con dirección a las estrellas, eran tantas y tan hermosas que parecía que estaban cerca, pero la verdad es que estaban a años luz de poder tocar una, era increíble para él, le gustaba eso, era muy relajante para él admira la belleza de los pequeños detalles que muchas personas vivían ignorando

─ ¿Tweek?

─ ¿Ugh? ─ Tweek bajo la mirada para ver a su padre

─ ¿Estas escuchando lo que te digo? ─ Richard enarcó una ceja

─ Sí ─ mintió.

─ Está bien ─ continuó hablando - Entonces esperame aquí en lo que yo llevo estas cosas al Palacio, me voy a tardar un poco ─

Tweek le dedicó una sonrisa a su padre mientras volvia a mirar hacia arriba ─ ¿Seguro que no quieres ayuda?

Richard tomó algunas bolsas de alimento de la corroza para colocarlas sobre su hombro izquierdo ─ No, ya hiciste demasiado manejando tres horas hasta acá

─ No es molestia, déjame ayudarte papá

─ Está bien hijo, yo puedo ─ Ahora era Richard quien le dedicó una sonrisa ─ Deberías entrar al Palacio, tenemos permiso, ¿sabes?

─ Sí, pero ya te dije que no me siento cómodo con esa gente tan rara de ahí, no pertenezco a esos lugares papá, además prefiero seguir mirando el cielo..y tú vas a tardar así que...

─ Está bien, en lo que tardo no subas a nadie a la carroza por favor ─ Richard comenzó a alejarse de Tweek y la carroza con una sonrisa de lado que Tweek pudo notar