Capítulo XXVI.

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Ese día, _________ había despertado con nuevas intenciones. No iba a seguir mal por Luke, iba a dejar que las cosas sucedan, debía darle tiempo para pensar las cosas y mientras tanto debía pensar en si de verdad quería terminar las cosas con Fabricio, él había cambiado mucho y había sabido cómo irse ganando su cariño nuevamente.

Quiso despejar su mente por ello decidió salir a correr. Cogió un polo y unos shorts deportivos, se puso sus zapatillas de deporte que rara vez usaba, se hizo una cola alta y se fue a correr; pero el día no comenzó como ella creyó que iba a ser ya que a penas salió de su casa se dio con la más insólita sorpresa: Luke estaba saliendo de la casa del frente, a decir verdad, no recordaba quién vivía en esa casa, pero tampoco recordaba que él le mencionara que alguien a quién conocía viviera ahí. Se sostuvieron la mirada durante un momento, pudieron ser minutos o quizá segundos. Pensó en acercarse a saludarlo, quizá ya no estaba molesto, pero cuando iba a realizar la acción, Luke se volteó y siguió su camino casi como si no la hubiera visto, pasó por su mente ir tras él, pero no tuvo suficiente valor para hacerlo y se quedó ahí parada mientras veía cómo él seguía su camino sin siquiera mirar atrás. Esperó a perderlo de vista para comenzar a correr. Ahora sí tenía muchas cosas que pensar; la curiosidad no la dejaba tranquila, necesitaba saber quién vivía en esa casa. Ya había pasado varias calles corriendo cuando un vago recuerdo la hizo parar en seco. Recordó a una chica de su colegio, grandes ojos y hermoso cabello. Era una chica linda y la típica chica tímida. Estaban en el mismo grado, pero en distintos salones de clase y aunque sabían que eran vecinas no se molestaban en saludarse las raras veces que se veían. ¿Qué hacía Luke ahí? La chica que vivía en esa casa (cuyo nombre aún no lograba recordar) no parecía ser de las chicas que suelen llevar desconocidos a sus casa solo para divertirse una noche. Quizá las apariencias engañaban y ella y Luke... No. Debía quitar ese tipo de pensamientos de su cabeza, pero ya era demasiado tarde, no era tonta y las cosas no podían estar más claras. ¿Por qué le hizo eso? ¿Habría sabido que ella vivía frente a la casa de aquella chica? ¿Tan pronto la había superado? Sin darse cuenta había comenzado a llorar. Todo lo que le estaba pasando no era nada más que culpa suya por no haber hecho bien las cosas. Lo había hecho sufrir y ahora le estaba pagando con la misma moneda. Las ganas de correr se le habían ido y solo quería irse a casa, pero antes, tenía que hacer una última parada. Fue a la estación de autobús más cercana y se subió al primer carro que la llevaba hacia su destino.

Minutos más tarde estaba parada frente a la residencial en la que vivían algunos estudiantes de la universidad de su hermano, usualmente los que vivían demasiado lejos de la institución. Caminó por los blockes de ladrillo hasta que dio con el departamento que buscaba, tocó un par de veces la puerta y esperó un rato hasta que una bella chica vestida solo con una larga camiseta que no le pertenecía le abrió la puerta. _________ quedó desconcertada, Fabricio no le había dicho que había cambiado de departamento.

—¿Se te ofrece algo? — le dijo la chica de curvilínea figura con impaciencia.

—Vi... Vine buscando a alguien, pero creo que me he equivocado.

—¿A quién?

—Fabricio Brice.

—Sí, aquí vive, pero ahora está durmiendo. ¿Quién eres tú?

—Soy su... su novia.

—¿Su novia? —la joven le dio una rápida vista de pies a cabeza, haciendo que _________ se sienta intimidada — Pues parece que no se acordó de ti anoche. Pero le diré que viniste.

—¿Tú eres...?

—Soy... Digamos que soy una íntima amiga suya. Bien, si no se te ofrece nada más, iré a darme una ducha.

Le cerró la puerta de un golpe y la dejó parada en el umbral de la puerta del departamento. _________ no sabía exactamente qué hacer, ella había ido a terminar las cosas con Fabricio y al parecer terminó siendo humillada. Caminó lentamente hacia las afueras de la residencial, estaba demasiado cansada emocionalmente como para irle a reclamar algo a aquella chica o a Fabricio. ¿En serio se merecía todo eso? Se sentía fatal y pensar que no podía llamar a Luke porque no tenía el valor la hacía sentir peor y le trajo a la mente lo sucedido esa mañana, lo cual no la hizo sentir, precisamente, mejor.

Cuando por fin estuvo en su casa se le pasó por la mente la idea de llamar a Kathy, lo más seguro era que ella pensara que se merecía lo que le estaba pasando, pero aún así la llamó, su teléfono timbró hasta que le terminó contestando la contestadora, era la voz de Kathy pidiéndole que deje su mensaje después del tono, pero prefirió no dejar ningún mensaje. Dejó su teléfono en su mesa de noche y mirando el techo se quedó dormida mientras pensaba en todo lo que le estaba pasando y su último pensamiento antes de quedar sumergida en la inconsciencia fue si Luke en realidad la había olvidado y si se merecía todo lo que le estaba tocando vivir.

Heartbreaker girl (Luke Hemmings y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora