Capítulo XXV

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Luke estaba iracundo, no recordaba haber estado tan molesto alguna vez. ¿Qué se había creído aquella chica para mentirle por tanto tiempo? ¿En qué momento se había enamorado tanto de ella?

Decidió ir caminando a casa, le dijo a _______ que necesitaba pensar. ¿Podría volver a confiar en ella alguna vez?

La cabeza le estaba dando vueltas, de seguro era por tantos pensamientos y recuerdos que le recorrían la mente o porque no había comido nada de las ansias que había sentido por volver a verla. Tanto para nada, una vez más, le habían roto el corazón y siempre la misma chica. Patético.

Al día siguiente, apenas fue capaz de mirarla, ella intentaba acercarse a él, pero la evitaba. Sentía que ni siquiera podía verle a la cara.

El regreso de él y los demás chicos había sido todo un acontecimiento. Las chicas se les pegaban como chicle al zapato y algunos chicos tenían cara de querer darles un golpe.

Pero no importaba cuántas chicas se le acercaran, tampoco importaba lo que _________ le había hecho, no importaba lo que él hiciera para olvidarse de ella, no podía dejar de pensarla, no podía seguir molesto, no podía dejar de mirarla cuando ella no se daba cuenta; pero tampoco podía olvidar el daño que ella le había causado.

Le dolía verla en aquel estado, sus ojos habían perdido la felicidad y su sonrisa el brillo. Estaba sufriendo, pero estaba seguro que no tanto como él.

Al final de las clases, él y un grupo de chicas salían del colegio. Iban hablando de las experiencias que la banda había tenido durante la gira y los lugares que habían visitado cuando, de repente y sin querer, la vio. Fabricio había ido a recogerla en su carro, ella le había dedicado una sonrisa que no le llegó a los ojos antes de subirse en el automóvil y regalarle un frívolo beso en los labios. Luke se quedó absorto viendo aquella escena y volvió en sí cuando se percató que una de las chicas le pasaba una mano frente al rostro, se disculpó por el despiste y siguió con sus anécdotas.

Era viernes y una de las chicas con las que había estado hablando aquella tarde ofrecía una fiesta en su casa. No tenía muchas ganas de ir, pero quedarse en casa le resultaba peor. Llamó a los demás chicos, les avisó sobre la fiesta y quedaron en encontrarse en la casa de Ashton ya que era la casa que quedaba más cerca del lugar en el que la fiesta iba a ocurrir.

—Luke, habíamos quedado en una hora más tarde en la casa de Ash.

—Ya lo sé, Cal, es que no quería estar en casa.

—¿_________?

—¿Qué comes que adivinas?

—Oye, ya olvídala. Mira, hoy nos vamos a una fiesta y tienes que estar de buen humor para las chicas.

—Estaré bien... ¿Qué crees que este haciendo?

—¿Quién?

—__________...

—Jódete, Luke.

Ya en la fiesta Luke puso su mejor cara y su más radiante sonrisa. Los chicos y él posaron para muchísimas fotos y hablaron con cuanta chica se les acercara.

La noche iba transcurriendo y el muchacho del corazón roto se desahogaba en alcohol, nunca había sido de tomar mucho, pero no encontraba otra solución para olvidarse de todo. Sí. Tomar estaba bien, el alcohol hacía que todos aquellos pensamientos que acechaban su mente, de pronto, se tornen borrosos y le anestesiada aquel dolor persistente en el pecho.

—¿Sabes, Cal? Deberías considerarte un chico afortunado.

—¿Por qué?

—Kathy es una chica muy linda, ella nunca te dejaría, ni te mentiría, ni pisotearía tu corazón. Porque, déjame decirte, ahora las chicas son muuuuy malas.

Heartbreaker girl (Luke Hemmings y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora