El tesoro de Kaname-sama.

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Habían pasado ya 6 días desde mi llegada a Academia Cross, es domingo, lo que indica que el lunes empezarían formalmente las clases, lo que se traducía como "Adios a mis noches de sueño", me he adaptado bien (mentira) ya que durante los últimos dos días Kaname me ha estado dando introducciones a las clases que se verán, así estoy menos desentendida del mundo en un horario parecido al de la clase nocturna. Aunque siempre terminaba durmiéndome, ¿Cómo esperaba que me acostumbrara a no dormir en la noche de un momento a otro?, es casi imposible.
"-Lo dice la que se quedaba jugando toda la noche.-" consciencia, no me hagas quedar mal. 

En fin, me he vuelto muy cercana a Shiki, Rima y Kain, nos tratamos como buenos compañeros, me ayudan en cada duda que tengo y les agradezco mucho por ello, con Aidou y Ruka... sigo sin saber el porqué les caigo tan mal, aunque creo que tengo una vaga noción del porqué es, esa noción me dice que Kaname es el centro de todo ese odio. Y hablando de él...

- Ah cierto, Rima y Shiki vendrán a buscarte dentro de un rato, así que creo que terminamos por ahora. - Ambos estábamos sentados en el sillón de su habitación con una pila de libros de historia y literatura en latín.

Si bien ya me habían dado una habitación personal, (muy linda por cierto ¡Y con su propio baño!), iba y pedía ayuda de cosas que no entendía con Shiki, Rima, y Kain cuando no le daba flojera explicarme, o claro, con Kaname, como era el caso. Ya no había tanta...tensión con el como lo sentía los primeros dias, aunque me sigue poniendo nerviosa su cercanía, cosas mías he de suponer.

- Hai, hai - me paré de donde estaba sentada y me estiré como pude, me daba flojera aprender latín, ¿Para qué lo usaría de todos modos?.

- Ah no, no pienso dejarte ir hasta que me termines de traducir la oración. - Por momentitos odiaba el mínimo tono materno que tenía Kaname conmigo, sentía que me trataba como a una hermanita menor, y eso, por alguna razon, no me gustaba.
Había aprendido a sobrenotar las expresiones del pelinegro, eran casi indeducibles, pero con el tiempo he sabido  como distinguirlas. Bufé por lo bajo y me volví a sentar, terminando de traducir la molesta oración.

Rato después, Kaname se fue a recibir a los demás estudiantes de la clase nocturna, se despidió de mi con una caricia en la cabeza y un dulce "Cuídate" (creo que ya tenía la pequeña constumbre). Yo por mi lado recogí todo y me fui a mi habitación para arrelgarme.

Era de tarde, por lo que era la hora en que los estudiantes llegarían de sus vacaciones, estaba con Shiki y Rima, me arrastraron con la excusa de que odiaban las multitudes, ya que no solo los "noctunos" llegaban, sino también los "diurnos" y ahora estábamos caminando por las afueras de la academia en un pequeño pueblito cerca de esta, era igual de antiguo que la estructura misma, parecía estar metida en otros tiempos, unos muy antiguos.

- Rima-san, Shiki-san, ¿Porqué llevan sombrillas si ya casi no hay sol? - Ahora estábamos en una pequeña plaza con una fuente en medio, todo era muy lindo acá, ojalá Jan lo viera...

- Somos modelos, nuestra piel no se puede afectar por el sol, y por favor, no nos llames así, nos haces sentir viejos. - Rima contestó con un toque de burla en su voz, aunque su rostro no lo mostraba en lo absoluto, sonreí.

- Entiendo - en eso, mi estómago sonó hambriento, los miré con una sonrisa avergonzada y estos discimuladamente sonrieron en respuesta.

Fuimos a una pequeña panadería que a su vez era una cafetería, ellos se pidieron un café simple, yo pedi un pequeño muffin con chocolate caliente. El resto de la tarde la pasamos entre charlas y anécdotas divertidas por parte de los modelos, ya al caer el sol íbamos caminando de vuelta a la academia.

- Oe, hime-chan, ¿Qué se siente ser el tesoro de Kaname-sama? - Sí, ese era mi apodo por parte de ellos, según ellos era una especie de "musa" o algo así.

- ¿T-tesoro?, ¿De qué hablas, Senri-kun? - Dije entre confundida y sorprendida. ¿Tesoro? ¿A qué se refería?

- Vemos la forma en la que te trata y mira, solo tú has podido contradecirlo o faltarle el respeto y que salgas ilesa de ello. No conforme, pasas la mayoría de tu tiempo con él. - Dijo Rima con burla.

-¡¿Ah?! - Exclamé, me sentía en un proceso de congelamiento sin salida. "-  ¡¿Acaso dijo ilesa?! -" - E-espera, no me malinterpreten, Kaname es mi tutor legal, e-es un poco lógico ¿No? - dije sintiendo el rostro arder como un incendio forestal. Estos sólo asintieron, me resultaron sospechosas sus expresiones, pero mejor no abundar en el tema.

[...]

Habíamos llegado a los dormitorios de la luna, ya era de noche, Rima me dejó en mi habitación y se despidió, Shiki se había ido hace un rato. Suspiré cerrando la puerta detrás de mi, rebusqué mi celular el cual estaba totalmente muerto, sentía una preocupación enorme, no encontraba un lugar donde cargarlo por casi todo lo que he recorrido del instituto, por lo que estaba sin pila desde hace un día, tiempo que tengo que no sé nada ni de mi madre, ni de Jan, la echo tanto de menos...

Sacudí mi cabeza alejando cualquier pensamiento feo que se me viniera a la mente, tenía la certeza de que ellos estarían bien, debería dejar de ser tan paranoica. Suspiré por segunda vez y me dispuse a buscar mi pijama en mi (ahora propio) armario, estoy cansada, hoy fue un buen día.

Justo cuando iba a entrar al baño escuché unos toques en la puerta, puse mi ropa en la cama y me dispuse a abrirla, era Kaname quien se encontraba detrás de ella, le sonreí y le deje pasar.

- ¿Necesitas algo, Kaname? - pregunté, él sólo sonrió, y recién noté que tenía algo oculto en su espalda cuando lo puso encima de mi cama, al lado de mi pijama, le miré curiosa, cerré la puerta detrás de mi y me puse a su lado, encima de la misma estaba mi nuevo uniforme.

- Me gustaría que te lo pobraras, quisiera ver si te queda a la talla, en caso contrario, mandarlo a arreglar antes de que empiecen las clases. - Le miré emocionada y corrí con el uniforme hacia el baño, quería ver como me quedaba.

No tardé mas de 10 minutos poniéndomelo, a terminar arreglé un poco mi cabello, me había enredado todo el cuerpo con él al tratar de ponerme el uniforme rápidamente, cuando por fin lo logré me miré al espejo, la camisa me quedaba bien. Una vez comprobé que no tenía un nido de pájaros en la cabeza salí.

- Me queda bien, pero siento que la falda es un poco... no se... - le dije a Kaname quien se hallaba sentado en el pequeño mueble en frente del tocador, sentí su mirada recorrerme de arriba a abajo y esa sensación extraña volvió a atacarme, me removí algo incómoda.

- Opino que te queda perfecto, pero si te sientes incómoda podría buscar una alternativa con respecto a algo que no te guste de él, aunque vaya en contra del código de vestimenta. - Comentó el mayor acercándose a mi con una cinta roja, me la colocó en el cuello y automáticamente me recogí el cabello para que no estorbara, me amarró la cinta en forma de lazo, sonrió satisfecho y dio un paso atrás para mirarme. Como siempre, no pude evitar quedar perdida en esos ojos tan particulares.

-Y-yo... Está bien así, puedo arreglármelas con la falda. No quiero ser nueva y ya estar rompiendo las reglas... he he... - bromeé un poco tal vez con la intención de que Kaname dejara de mirarme tan fijamente, sentía como si estuviera a punto de comerme y eso me ponía demasiado nerviosa.

- Pues perfecto, descansa bien, nuestro horario empieza mañana a las 6:00 pm, no quiero que te duermas en clase, no me gustaría que te castigasen el primer día. - Asentí obediente, el pelinegro se despidió con una suave caricia en mi cabeza, cerrando la puerta detrás de si.

Un gran suspiro salió de mi al no escuchar más sus pasos, no sé cuando había contenido la respiración, en verdad estar cerca de Kaname me ponía muy nerviosa, su mirada transmitía un millón de emociones que no entendía, pero que al mismo tiempo quería comprender, no sé nada de él mas que es mi tutor, que es un allegado de mis verdaderos padres y que siempre vive ocupado, me llena de curiosidad saber cómo fue su infancia, la historia detrás de esa mirada tan melancólica. 

Me sacudí los pensamientos, con cuidado me quité el unforme y lo doblé lo mejor que pude para luego ponerlo en el armario y tomar mi pijama para, de una vez por todas, ducharme y acostarme. Ya en cama, pedí silenciosamente que mi madre, mi hermano Natsume y Jan estuvieran bien, y con muchas cosas en mente, me quedé dormida.


PD: (N/A )La imagen no es mía, si la edité, pero no soy propetaria del dibujo, asi que créditos a su autor correspondiente uvu <3 

The White Queen And The Black King (Kaname X OC) (Yuuki X Zero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora