The White Queen And The Black King (Kaname X OC) (Yuuki X Zero)

Llegada a la Academia Cross.

~ En el Instituto Cross ~

- Ichijou - Llamó Kaname a su amigo de la infancia y segundo al mando, este se apareció al instante.

- ¿Qué sucede, Kaname? - Preguntó el rubio, llamándolo por su nombre, era el único que, por ser su amigo podía nombrarle sin ningún honorífico de por medio, el Sangre Pura tenía depositada toda su confianza en el menor.

Ambos se encontraban en la habitación del Kuran, el mismo estaba en su sillón de terciopelo rojo vino, leyendo un libro cualquiera.

- Necesito que me hagas un favor, vé al aeropuerto, necesito que vayas a recoger a alguien. - Dijo el castaño sin despegar la vista del libro que se encontraba leyendo.

- Vaya, asi que ya está en camino - habló el ojiverde emocionado y curioso. - Pero, ¿cómo la reconozco?, jamás la he visto. - el menor se llevó un dedo a la barbilla tratando de hacer memoria, pero no, obviamente, no funcionaba, nunca la habia visto.

- Su olor es diferente, además, su cabello blanco la delata...- respondió el de ojos borgoña de una forma un tanto divertida al recordar a su chica, si, a su chica. Se llevó una carcajada por parte de su amigo, el mismo respondió con un "- Hai, hai-" y salió con la misma velocidad con la que había entrado.

- Pronto te tendré en mis brazos, mi princesa - susurró el Sangre Pura ya luego de encontrarse completamente solo en su habitación.

~ En el aeropuerto ~

Milenne's Pov

Caminaba sin rumbo fijo por el aeropuerto, ya el sol estaba poniéndose y aún no venía nadie a buscarme, estaba empezando a pensar que era una cruel mentira. Bufé exasperada sentándome en mi propia maleta en medio del aeropuerto, había decidido en que si en verdad me hubieran venido a buscar llegarían hasta aquí, muy infantil, pero soy así, déjenme.

En eso, sentí unos golpecitos en mi hombro, agarré fuertemente mi maleta, en caso de que tenga que salir corriendo al tratarse de un violador, me volteé lentamente, rezando un millon de Aves Maria, rogando porque no lo fuera, y cuando lo vi... Oh por Dios...

- Disculpa, ¿Es usted la señorita Mizuno Milenne? - preguntó un chico de aparentemente unos 17, con una sonrisa angelical, de cabello rubio, ojos verde esmeralda hermosísimos, de tez pálida y alto, iba vestido con una camisa verde menta remangada hasta los codos, unos jeans negros y zapatos del mismo color, informal, pero a decir verdad le sentaba muy bien, diablos, este chico en verdad era muy guapo.

- S-si, soy yo - balbucée nerviosa, este sonrió aliviado.

- Al fin la encuentro, tengo mucho tiempo buscándola señorita. Es un placer conocerle, mi nombre es Ichijo Takuma, me enviaron a recogerle y guiarla al Instituto. - hizo una pequeña reverencia, su lenguaje era muy formal y educado para un chico de su aparente edad, casi se me sale el aire al verlo.

- El placer es mío, Takuma-kun - le sonreí de vuelta, este chico desprendía una calidez y amabilidad increíbles.

- Bien, si me permite, la guiaré a la salida- contestó educadamente mientras tomaba mi maleta y bolso y empezó a caminar hacia la ya mencionada, le seguí el paso hasta llegar, no podía despegar mi mirada de él, parecía un ser irreal, podría decir que casi le salían brillitos a su alrededor.

Un auto negro nos esperaba en la salida, Takuma me ayudó a subir las cosas en la cajuela y me abrió la puerta, era todo un caballero. Durante el camino charlábamos de cualquier cosa, el rubio me hacía preguntas y yo a el, congeniamos casi al instante, era en verdad un chico muy agradable. Me había contado que era amigo cercano de Kaname, me comentó también que estaríamos en la misma clase y eso me alegró, tendría al menos un conocido allí.

Ya era tarde, miré mi reloj (el cual a habia ajustado anteriormente a la zona horaria de aquí), era de madrugada incluso, no tenia sueño aunque estaba agotada por las horas de viaje, la curiosidad no me dejaba pegar un ojo.

- ¡Llegamos! - anunció el mayor (en verdad tenia 18 años Takuma) su felicidad era desbordante.

- Vaya... - atiné a decir, el instituto tenía toques antiguos que la hacían ver incluso de fantasía, quedé maravillada al segundo, aunque tenia un toque aterrador por ser de noche.

Nos dirigíamos a los dormitorios de la clase nocturna, por lo que me contaba el ojiverde, el instituto de dividía en dos clases, la diurna y la nocturna, ultima a la que asistiría. Estábamos frente a los portones del edificio, más bien el dormitorio, miré extrañada el símbolo que se encontraba en los barrotes de la puerta, Ichijo intercambió unas palabras con el viejo portero que se encontraba allí y pasamos.

El lugar era amplio, parecía una mansión de la época victoriana, a un lado había un largo mueble con dos más pequeños en frente y una mesita en medio, del otro lado estaba una escalera que supongo daba a los dormitorios y unas cuantas puertas más que daban a no sé donde. Todo tenía un aspecto antiguo, me gustaba.

- Por favor, espera acá - pidió amablemente mi acompañante, asentí viendo como este subía las escaleras y se desaparecía entre el pasillo. Me quedé ahí parada, sin saber que hacer, mirando a todos lados y fijándome en los detalles de la arquitectura. Al rato, Takuma volvió conmigo.

- Ven, suponco que estás cansada por tantas horas de viaje. - El rubio me guió por los pasillos del segundo piso hasta llegar a la puerta del fondo, era doble y el triple de grande que las demás.

- Verás, tu llegada nos ha tomado un poco por sorpresa, por lo que dormirás aquí hasta que se te prepare una adecuada a tus necesidades, ¿Estás de acuerdo? - Habló el rubio luego de abrir la puerta y dejarme pasar.

Caminé por los alrededores admirando el diseño de la habitacion, amplia, una cama grande en la esquina derecha al lado de un gran ventanal, a la izquierda de la cama había una pequeña mesita de noche, en la esquina izquierda habia un tablero de ajedrez con un juego a medio terminar, un gran armario y una puerta más que supongo daba a un closet-cuarto o tal vez un baño.

- Hermosa... ¿Es tuya?- pregunté con cierto temor, no es por nada, al contrario, Ichijo me cayó muy bien, pero vamos, es un chico, nunca habia dormido con uno y tampoco me apetecía hacerlo.

Escuché una suave carcajada por parte del rubio, me giré para verlo.

- Es de Kaname - Bien, eso es por mucho, peor. Takuma se burló de mi expresión y se fue cerrando la puerta sin dejarme replicar.

De todas las personas... ¿Porqué tenía que ser la de él?.