Mi Subaru~

Expansión familiar

—Entonces... Sé mía—

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La respiración de ambos estaba acelerándose, Shu se encontraba sobre su hermana, la acariciaba por debajo de la ropa apretando su cuerpo contra la cama.

Subaru se estremecía, sentía que Shu estaba yendo muy rápido provocando se quejara un poco. Al darse de cuenta de ello el rubio se separó un poco mirándola fijamente, sonrió y beso su frente.

—Lo siento... No puedo controlarme—

—Hazlo despacio... Por favor, me siento muy nerviosa...— le susurró mientras acariciaba el rostro del mayor con delicadeza.

Las mejillas rojas de la albina, su rostro lleno de inocencia pero con un ligero toque de deseo le hizo recordar que su hermana era virgen... A diferencia de él quien ya había tenido varias experiencias sexuales para satisfacer sus necesidades, por supuesto se había encargado de que la menor no se enterara de eso...

Un gran suspiro y una breve pausa hizo que Shu aclarara su mente, no podía ser una bestia siendo la primera vez de su hermana, por fin la haría suya, la quería demasiado y no deseaba lastimarla.

—Lo haré, seré gentil y me controlaré aunque sea difícil por tratarse de tí— la miraba con picardía besando sus labios.

Subaru le dedicó una sonrisa satisfecha mientras su cuerpo comenzaba a relajarse. Continuaron los besos y las suaves caricias, una vez la albina se sintió segura dejó que su hermano la despojara de su blusa y su pantalón.

Antes de seguir se separó de ella, miraba con detalle el pequeño cuerpo debajo suyo. Delineaba con los dedos la delgada cintura, las caderas anchas, las suaves piernas... Era simplemente perfecta, le sonrió con dulzura volviendo a besarla, esta vez tuvo cuidado al tocarla, no quería que se arrepintiera o se sintiera insegura.

Por su parte, el cuerpo de la menor dejó de estar tenso y simplemente reaccionaba a las caricias que el mayor le daba. Quería ver y sentir más así que le quitó la camisa a su hermano, su rostro entero estaba rojo era la primera vez que estaban así, semi desnudos... Cuando Shu tuvo el torso descubierto Subaru lo abrazó provocando un gemido en ambos cuando sus cuerpos se rozaron, piel con piel. Ambos se sonrieron dispuestos a seguir. Sus labios a penas y se rozaron cuando alguien llamó a la puerta.

—Imouto-chan~... Shu... Siento interrumpirlos pero "él" está aquí y nos quiere a todos en la sala de estar... Es para hoy...—

Laito, quien había visto al mayor de sus hermanos entrar a la habitación de su hermana fue quien se ofreció para avisarles que su padre había llegado, estaba consciente de que cualquiera de los otros hubiera reaccionado de una manera un poco violenta al escuchar los leves gemidos provenientes de cierta habitación...

Shu chasqueó la lengua molesto y frustrado.

—¿Por qué no vas a molestar a alguien más? Pervertido de quinta...— dijo en voz alta desde adentro de la habitación, no quería separarse de su hermana, no cuando por fin iba a reclamar la como suya.

—Sino salen ahora, él vendrá personalmente por ustedes... No creo que sea conveniente para tí que te encuentre con Subaru en una situación comprometedora... No con tu historial, te enviaría lejos...— permaneció fuera de la habitación. Luego de aquella breve discusión Shu y Subaru salieron de la habitación.

El rubio pasó de largo ignorando a Laito, éste aprovechó que Subaru se había retrasado un poco, la jaló del brazo acorralando la contra la pared.

—¿Qué haces?— sus mejillas estaba aún rojas y el color se intensificó con esa acción.

—Subaru-chan... ¿Por qué... Eres tan hermosa...?— susurra levantando ligero el fleco que cubría la mitad de su rostro.