M A R A T Ó N
Capitulo quince— 'Háblame, me preocupas'
...
—Oh.. Bueno, a decir verdad, es mejor que Avenger.
—Tal ves, pero nunca me digas así.
—¿Por qué no? —Ladee la cabeza.
—Me recuerda.. ah, olvídalo —Se callo.
—Dime, anda —Le sonreí.
—Me recuerda a quien era antes, ¡Por Dios ______, ¿que me estas haciendo?! ni quiera mis amigos pudieron sacarme tanta información.
—Juro que no te puse nada en la comida —Moví los brazos. El rió — ¿Puedo preguntar otra cosa?
El negó.
—Es hora de dormir.
—No fui yo la que irrumpió en tu habitación. Anda, solo una.
—Bueno..
—¿Quién eras antes?
—Mierda, ______..
Yo encogí hombros.
—Un chico común y corriente..
—Y..—Hable para que prosiguiera.
El se quedo mirando al vació. Algo lo atormentaba, estaba apunto de saber que era y por que.
—Era un chico común y corriente que cantaba en las calles por diversión.
Algo que nunca me imagine.
—¿Por qué dejaste de hacerlo para.. Convertirte en —Pause— Esto?
El soltó un gran suspiro.
—Para decirte eso tendría que contarte absolutamente todo..
—Bueno, no tengo planes mañana —Sonreí.
—Yo si, ahora duerme —Me acostó y me tapo con la colcha.
Yo opte por seguir preguntando mañana.
—Oye.. —Le hable.
—¿qué? —Volvió el Avenger frió. ¿O debería decirle Justin?
—No.. Nada —Me di la vuelta en la cama y cerré los ojos.
Iba a pedirle que durmiera conmigo, SOLO A DORMIR, pero con su "qué?" me hizo entender que solo iba a recibir un "no" por respuesta.
—Claro que dormiré contigo —Se acostó a mi lado.
¿Justin como supiste? Comienzo a enserio creer que tiene un pacto con el diablo.
Yo solo conteste con un "Hmm". Por parte de el no escuche más, ni siquiera me abrazo, solo sentía que estaba a mi lado.
Me quede profundamente dormida, la cama era cómodo, más si el estaba a mi lado.
{....}
Cuando desperté no estaba a mi lado.
¡POR LA SANTA VACA ERA MUY TARDE!
Me levante super rápido, busque ropa, me metí a dar una ducha. Después de media hora estaba lista y muerta de hambre. Baje y me prepare el desayuno.
Al parecer el no estaba por ningún lado.
Comí de lo más tranquila.
Hasta que el llego azotando la puerta, estaba rojo de furia, gritaba unas cuentas maldiciones, llego tirando todo lo que encontraba a su paso. Por suerte no me tiro a mi.
—¿QUÉ TE OCURRE?! —Grite asustada por su actitud.
Parecía un demonio. Estaba aterrada, tenia miedo de que me hiciera algo.
Me dedico una mirada y subió a su habitación. Solo se escucho como cerro la puerta de golpe, toda la casa se sacudió.
Yo me estremecí.
¿Debería ir a ver que tiene?
Eso sería peligroso.
Esperare a que se le pase un poco. Aunque conociéndolo.. Eso tardará.
Fui a la cocina y preparé galletas. Termine en unas cuantas horas más bien, luego serví leche en dos vasos dispuesta a compartir mis gloriosas galletas con él.
Puse todo en una bandeja y subí. Toque pero nadie respondió. Así que abrí la puerta con cuidado. El estaba sentado en la cama dándome la espalda.
—Hola..—Mi voz sonó temblorosa así que me aclaré la garganta.
El no respondió.
—¿Estas vivo? —Me acerque un poco más. Puse la bandeja arriba de un estante. —Hice galletas..
Por su parte no escuchaba nada.
—Háblame. Me preocupas —Camine poniéndome delante de el.