Capítulo Cuatro: Preparativos

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¿Flores blancas? Listo, ¿bebida para los invitados? Listo, ¿Invitar al Hokage? Imposible no hacerlo, ¿Shiramuko? Listo, ¿Lugar para la boda? Listo, ¿invitar a Naruto para que vea lo que se perdió? Más que listo, ¿Haber invitado a los hermanos de la arena, en especial a Temari? Listo.

Hanabi sentía que faltaba algo para la ceremonia de su hermana. La vio salir de su habitación muy arreglada, pantalones cortos, blusa roja con escote corazón y usaba una chamarra pequeña para cubrirse, maquillada hasta los ojos.

— ¿Dónde vas? — Preguntó.

— Por ahí...

— ¡Hinata! — Gritó su padre al verla vestida de tal manera.

— ¡Hasta luego! padre. — Dicho eso Hinata se fue saltando.

Hiashi se cruzó de brazos, entre ofendido y alegre. — Parece la niña adolescente que nunca tuve. Sé que Shikamaru la va a cuidar, lo prometió.

Hanabi impresionada y roja preguntó: — ¿Entonces ellos van a...?

El Sr. Hyuga asintió — Van a averiguar qué lugar les gusta más para su luna de miel, ese es el regalo de bodas que les daré a parte de la dote, así que...

— Sí, sí y que de paso prueben en qué lugar les gusta más. — Hanabi respondió sin ganas — ¡Eso Falta! Despedida de soltera y ropa para su luna de miel.

— ¿Qué se supone que estás tramando? — Preguntó su padre por la mirada decidida de su hija.

— Hasta luego, padre. — La jovencita se retiró de la misma forma que su hermana mayor, solo que iba a buscar a las amigas de esta para armar la fiesta.

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Hinata miró hacia el cielo, Shikamaru estaba tardando demasiado. Se s              entía aburrida esperando a la sombra de un árbol. Media hora recostada en el pasto.

Soltó un suspiro cansino, seguro se había cruzado con Temari. — ¿Así que violaste al bebé llorón?

Justo lo que necesitaba. Pensó sin levantarse.

— Fue por consentimiento mutuo. — Susurró, iba a pararse cuando esta se dejó caer junto a ella.

— ¿Estás embarazada? ¿Cierto? Creo que es la única manera en que el bebé llorón y tú...— Temari guardó silencio cuando Hinata le hubo tomado fuertemente del hombro. — Ya veo, al fin eres fuerte.

— Soy fuerte, pero jamás destinaré mi ira hacia él, como tú lo haces. Yo lo respeto. — Hinata activó su Byakugan y le susurró: — Debiste haberlo noqueado con tu abanico, por eso Shikamaru no ha llegado a nuestra cita. ¿Si lo amas porque los lastimas?

Temari se sintió descubierta, sí, había enviado a volar a Shikamaru por no esperarla, por no entenderla. Ahora Hinata le cuestionaba sobre sus sentimientos. — No tolero engaños, la invitación a la boda fue una provocación. Él busca herirme...

— No, mi hermana es la encargada de las tarjetas de invitación, que han sido enviadas a todos nuestros amigos. — Retiró la mano de su hombro. — No me caso por un embarazo, me caso por amor... seguro que lo viste en sus ojos cuando le cuestionaste.

La rubia la observó con sorpresa — Hyuga... ¿ustedes c         uándo?

— Puede que hace un mes, puede que desde siempre, puede que hace poco... No importa desde cuando estamos juntos, lo importante es que existe ese sentimiento de respeto y atracción mutua, además de las charlas inteligentes. — Hinata se puso en pie. — Me deja ganarle en el shogi, me deja soltarle el cabello y yo le he dejado ver mi lado vulnerable y descubrir los misterios que encierran mis pensamientos, es más que un amigo. Ambos sufrimos una decepción por un par de rubios. — Empezó a caminar — Iré a ver como está, debe estar en una pieza para nuestra boda y para la noche especial.

La ninja se fue saltando de árbol en árbol. Mientras Temari pensaba que si las cosas se hubieran dado de otra forma, Hinata Hyuga hubiese sido una digna rival. — Hazlo feliz. — Le dijo al viento.

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Shikamaru se hallaba en la floristería de Ino, siendo curado por esta, su brazo estaba en una posición nada normal. Además de que tenía moretones y rasguños en el rostro, producto de su caída mientras estaba inconsciente.

— Debiste dejarle las cosas en claro. — Ino le regañó.

El joven entornó los ojos, había intentado ser claro con Temari, solo que ella nunca escuchaba cuando estaba enojada, antes de que pudiera responder a la pregunta de: "¿Por qué no me esperaste?" Ya había estado inconsciente.

— Es problemática. — Respondió. — Arregla mi brazo, mi boda...

— Descuida, yo lo arreglo. — Ino le tomó el brazo y tras un movimiento que le hizo gritar parecía ya estar bien. — ¿ves? Soy una excelente médico.

— ¡Shika-Kun! — Escucharon la dulce voz de Hinata en la entrada de la tienda. — ¿estás bien?

Se acercó a él y tras observar el correcto flujo de su chacra con el Byakugan, lo desactivó.

— Lo estoy... — La Hyuga empezó a revisarlo y usar su chacra para curar sus raspones — No es necesario...

— Temari fue a verme, en cuanto la tuve cerca supe que te lastimó. — Suspiró mientras colocaba ambas manos en las mejillas de Shikamaru. — Prometo no golpearte por muy enojada que esté, te respeto y...

Él cerró los ojos — Lo sé, me gusta cuando...

Ella no lo dejó continuar, lo besó en la frente. Un beso que significaba protección.

Ino se alejaba lentamente, casi quería gritar de emoción, resistía la emoción para evitar arruinarles el momento. Al fin su amigo era correspondido e iba a recibir el respeto que merecía.

Sí, en definitiva iba a ir con Hanabi a la tienda de lencería para comprar un bonito conjunto para la noche especial, aunque claro ellos ya sabían lo que era estar en los brazos del otro.

Lo que ella daría porque Sai se diera cuenta de sus sentimientos, soltó un suspiro cansino. — Merecen ser felices.

Genio © ||ShikaHina||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora