Epílogo

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Lloré día y noche en mi casa y solo dejé de llorar unos minutos pera ir al entierro, solo cuatro personas asistimos, pero eso no lo hizo menos emotivo. El sacerdote leyó unas palabras y luego me tocó a mi despedirme.

-Con todo el respeto al padre y a las creencias y religiones de los aquí presentes, no me conformo con todo lo que dicen, Nina era una mujer perfecta, dulce y sobre todo, no se merecía morir, no me valen las escusas de que Dios la quería en su seno y tampoco me vale lo que dicen otros de que esto era algo que tenía que pasar -hice una pausa-. Quiero que me la devuelvan, porque soy yo la que llora todas las noches, quiero que me la devuelvan porque quiero dejar de sufrir y volver a amar. Tráela de vuelta o llévame con ella porque no quiero un mundo así. 

Miré al cielo ya con los ojos cristalizados y luego de tomar unas cuantas bocanadas de aire, continué:

-Fui yo la que besó todas sus cicatrices, la que acarició sus heridas y le dijo una y otra vez que la amaba y que era hermosa y que si existe un Dios, él lo único que hizo fue llegar a por ella como si de un buitre a por carroña se tratara. Te hice una promesa una noche, te dije que volveríamos a casa o que al menos, te mantendría a salvo y fallé, ni siquiera las drogas y los químicos, pudieron hacerte regresar a casa conmigo.Me prometiste que siempre estarías conmigo y tampoco la cumpliste. Me despedí de ti mientras dormías como una cobarde pero sé que pudiste escucharme, eras mía, eras mi niña y te fuiste antes de tiempo. Ahora mirando meses atrás, agradezco que se pusiese a llover y timbrases en mi casa, porque me has hecho sentir lo que nadie me hizo sentir nunca y contigo, he tenido lo que nunca nadie me dio, me diste la posibilidad de lo que era conocer el verdadero amor, ese por el que harías cualquier cosa incluso morir para salvar a la otra persona y por ello, te doy las gracias.

Llorando me acerqué al ataúd y deposité un último beso sobre la tapa cerrada del mismo.

Regresé a mi casa horas más tarde y me acosté en la cama a mirar las fotos que tenía con Nina  y me dormí entre aquel montón de recuerdos y mientras soñaba, volví a ser feliz porque volví a Nina.



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Bueno, este es el final, sé que había dicho que esto no se tardaría tanto en subir, pero de verdad que lo siento porque cada vez que me ponía a escribir, terminaba llorando.

Espero que os guste.


PD.: Estoy pensando en escribir otra historia pero no se aun como será pero en cuento lo sepa, recibiréis noticias mías.

Nada es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora