Nina despertó al día siguiente por la tarde, el médico le dio el alta y le explicó la forma en que tendría que manejar su bombona de oxígeno. Mi madre vino a buscarnos y luego de una larga discusión, decidimos ir a vivir con ella ya que Nina no podía quedarse mucho tiempo sola y yo tenía que ir a trabajar.
Al principio, se sentía un poco extraña, pero luego se acostumbró. Llevábamos en casa de mi madre casi un mes y aun que Nina quería aparentar se fuerte, se notaba que a medida que el tiempo pasaba se iba sintiendo peor.
Acababa de llegar a casa, ella estaba acostada en el sofá viendo la tele y tapada con una manta, me acerqué a ella y la besé.
-Hola cariño -saludé-, ¿cómo estás?
-Cansada -dijo-, pero es normal.
Me senté a su lado, desde que estamos juntas, hemos pasado los mejores momentos y no quiero pensar en el echo de que esto acabará pronto.
-Esta mañana tu madre me acompañó al hospital, el médico me dijo que debería ir pensando que a finales del mes que viene seguramente tengan que ingresarme.
Miré al techo para evitar que se me escapasen las lágrimas.
-Mírame -no lo hice-, por favor mírame.
La miré a los ojos.
-Te quiero y me duele ver que sufres todos los días, ¿crees qué no te oigo llorar cada noche?
-No quiero perderte, te quiero demasiado.
Me acarició el pelo y luego me besó.
-Yo tampoco quiero perderte pero esto no puedo cambiarlo, estoy enferma -dijo-. Antes de conocerte, no quería vivir, sabía que iba a morir y no entendía porque debía alargarlo, pero ahora que te conozco, no quiero irme.
Me puse a pensar en algo que llevaba pensando en hacer tiempo y decidí que este era el momento.
-Esta noche quiero invitarte a cenar -dije.
-¿Celebramos algo?
-Lo mucho que te amo.
Ella sonrió y se tumbó sobre mi.
-Eres la mejor.
Al poco rato, sentí que su respiración se hacía más pausada, miré y se había dormido, últimamente dormí mucho, pero según los médicos, era normal. Me levante con mucho cuidado para no despertarla y fui a la cocina donde estaba mi madre.
-Esta noche saldré con Nina a cenar -dije.
-¿Crees qué es buena idea? -preguntó-, ella no está bien.
-Sé perfectamente que no está mamá -dije exasperada-, pero no quiero que se pase el tiempo que le queda encerrada en una puta casa, no quiero hacer su vida una desgracia.
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Nada es para siempre
Teen Fiction¿Qué pasaría si conoces a una persona y resultar ser aquella que te acepta con todos tus defectos? ¿ Y si no no le queda mucho tiempo ? ¿Y si no pudieses salvarla? ¿Y si no pudieses hacer nada más que estar con ella hasta el final? Es difícil acepta...