PRÓLOGO

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Era una noche oscura, la pelinegra corría por un bosque arrastrando su largo vestido blanco, iba descalza pisando las hojas secas debajo de sus fríos pies, no sabía de qué corría, pero no quería detenerse, sentía que debía darse prisa, sus ojos azules como zafiros miraban los árboles que la rodeaban con curiosidad.

Después de unos minutos corriendo atravesó unos arbustos llegando a un gran lago oscuro, parecía muy tranquilo, se acercó más a la orilla lentamente y se adentró en el lago un poco hasta que el agua le llego un poco más arriba de las pantorrillas, el suelo lodoso del lago le hacía cosquillas entre los dedos, como la arena de la playa, se acuclillo un poco y rozo sus dedos con la superficie del lago mientras miraba su reflejo en el agua, el lugar le parecía muy familiar, como si hubiera pasado gran parte de su vida en él.

Se levantó de golpe al escuchar un chapoteo, miro en el centro del lago y vio el lomo de una gran criatura con una gran aleta dorsal, se alejó del lago rápidamente cuando vio al enorme pez saltar del agua, tenía una piel verde pantanosa y varias aletas en todas partes alrededor de su cuerpo, logro verle los ojos rojos como la sangre antes de que el ser volviera a caer en el agua, las cuatro hileras de dientes de la criatura brillaron debajo del agua cuando abrió su boca en dirección a la chica, ella se alejó un poco más de la orilla, notablemente asustada, jamás había visto un ser tan enorme y siniestro como ese, sin mencionar raro.

Empezó a buscar la forma de cruzar el lago, pero todo lo que había a ambos lados del lago eran rocas y arbustos llenos de espinas que goteaban un líquido azul oscuro, posiblemente algún veneno. Algo le decía que volver no era una opción, que algo mucho peor la esperaba si decidía volver.

Cerca de unas rocas logro ver un árbol caído que podría servirle como puente para cruzar al otro lado, corrió hacia el rápidamente dándose cuenta de que ese monstruo observaba sus movimientos y la seguía desde el agua, como un lobo persiguiendo un ciervo para atraparlo, cuando llego al árbol se apresuró a cruzarlo y antes de lograrlo vio los dientes del pez mordiendo el árbol detrás de ella convirtiéndolo en un montón de astillas, callo en la orilla del lago mojándose casi por completo, se apresuró a salir del lago casi arrastrándose por lo lodoso del suelo y cuando se alejó lo suficiente se dio cuenta de un largo corte en su pierna derecha, que seguramente se había hecho con algún pedazo del tronco o alguna roca filosa oculta en la oscuridad del lago, le subía desde el tobillo hasta el muslo, por suerte no era muy profundo, así que no estaba sangrando mucho aunque si era muy largo y molesto, lo suficiente para que le incomodara al caminar, se alejó de ese lago cojeando levemente, escucho de nuevo un chapoteo y al girar su rostro vio el pez gigante observándola con esos ojos color escarlata.

-Eres valiente pequeña, pero si no te das prisa la historia volverá a repetirse. - escucho que decía una voz en alguna parte, parecía la voz de un muchacho, le producía un escalofrió pero al mismo tiempo le daba seguridad, era una sensación muy rara, y no entendía a qué se refería, ¿volver a repetirse? Definitivamente el pez mutante no era el dueño de esa voz, ni siquiera había abierto la boca -Corre.

El pez desapareció en el oscuro lago justo cuando se terminaron de escuchar esas palabras apenas en un leve susurro, la chica empezó a correr de nuevo sin hacerle caso al ligero dolor de su pierna, giro su cabeza un segundo al escuchar una rama romperse detrás de ella, al ver que nadie la seguía se volvió a girar al frente soltando un suspiro aliviada y unos instantes después tropezó con una raíz, callo de costado haciéndose un raspón en el hombro izquierdo y en el brazo por caer sobre el, se levantó de nuevo gruñendo por el dolor de su hombro, pero siguió corriendo al escuchar nuevamente una rama romperse, llego a las ruinas de una entrada de lo que antes fue un castillo o tal vez una iglesia, no estaba segura de lo que era, pero sin duda en sus tiempos debió haber sido un lugar enorme y hermoso lleno de gloria y al parecer también de gente porque había muchos huesos humanos entre las ruinas.

Crónicas De La Guerra EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora