mi mejor amiga "lesbiana"

Capítulo 18

Hermione se encontraba caminando por los pasillos de su escuela en dirección hacia su siguiente clase que resultaba ser gimnasia, su clase preferida. Ella siempre fue amante de los deportes porque la ayudaban a liberar todo tipo de tensión que retenía en su cuerpo, la relajaba además de distraerla de todos sus problemas y ahora más que nunca lo necesitaba. Después de su conversación con Sebastián nada había sido distinto, de vez en cuando conversaba con los chicos pero no siempre ya que también debían dedicarle tiempo a Draco ahora que ambos ya no son amigos. Hermione encontraba eso algo injusto, que por su culpa sus amigos tengan que dividir su tiempo encontrándose en medio de ambos solo porque ella mintió. Con respecto a Draco, él ahora la evitaba más que nunca, parecía como si nunca hubieran sido amigos, como si nunca hubieran si quiera intercambiado alguna palabra, él ni siquiera la miaraba cuando de casualidad pasaban por el mismo pasillo, sus miradas no habían conseguido cruzarse ni una sola vez a pesar de que ella no dejaba de mirarlo sabiendo que Draco sentía su mirada. Eran unos completos desconocidos.

Hermione hizo una mueca mientras caminaba al darse cuenta de ese hecho. Actuaban como unos extraños que nunca se habían visto ni una vez en su vida. Ella quería mucho a Draco pero estaba esperando el momento adecuado para acercarse, y en estos dos días que habían pasado todavía no llegaba dicho momento. Su madre le había preguntado más de alguna vez si algo le sucedía pues la notaba muy deprimida y sin ánimo hasta que Hermione terminó contándole toda la verdad puesto que pensó que si Draco y sus amigos ya lo sabían su madre tenía el mismo derecho, además no tenía el temor de que fuera a dejarla aunque quisiera, así que no perdía nada con confesar la verdad.

—¿Lesbiana? Hija, esa ha sido la excusa más creativa que he escuchado que han dicho para rechazar a un chico —le había dicho su madre en el momento en que terminó de hablar. —Yo sabía que Draco sentía algo por ti, se le veía por la forma en que te miraba siempre que veías para otra dirección. Me sorprende que siendo mi hija no lo hayas notado antes.

Hermione agradeció que su madre lo tomará con humor en vez de castigarla como pensó que lo haría. Hasta le dio consejos de como arreglar las cosas con Draco, diciéndole que debía ir algún día de estos a su casa y pedirle hablar quiera o no porque si seguía esperando quizás el momento nunca llegaría y perdería por completo a Draco.

Hermione sacudió su cabeza antes de entrar en el gran gimnasio de la escuela. Vestía unas calzas negras ajustadas hasta la rodilla junto con la remera de la escuela que la cubría completamente, su cabello estaba siendo sostenido por una coleta y llevaba unas zapatillas deportivas. Ella no entendía el por qué las chicas se arreglan tanto para hacer gimnasia si saben que después terminarán todas sudadas.

Al poner un pie en el gimnasio inmediatamente comenzó un partido de voleibol con sus demás compañeras no sin antes haber corrido los diez minutos que la profesora ordenó. Era su equipo contra el de Pansy, o como ella las llamaba "el equipo de las sin neurona", todas plásticas y superficiales, básicamente eran los dobles de Pansy. Ella vestía unos pantalocillos demasiado cortos que con suerte le tapaban la mitad del muslo junto a un sostén deportivo que dejaba ver su vientre, su pelo lo llevaba también en una coleta y sus pies estaban cubiertos por unas convers negras, además de que como siempre llevaba la cara bañada en maquillaje.

—Te ganaré como siempre lo he hecho, Jane —le dijo Pansy en el momento en que se colocó en frente de ella.

—Ya lo veremos —susurró Hermione mirándola fijamente.

El juego comenzó. Estuvieron saltando de un lugar a otra sin detenerse, transformandose en una competencia entre ella y Pansy para ver quien era la que se rendía primero y claramente ninguna de las dos pensaba en hacerlo. Hermione podía llegar a ser muy competitiva más aún con Pansy.