Capítulo 21

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Hermione trató de colocar la mayor atención posible al programa que estaban dando en la televisión, sin embargo, estaba cada vez más inquieta esperando que llegara su madre. Se removió por milésima vez en el sofá de su sala de estar mirando el reloj colocado sobre la pequeña mesa delante suyo. Ya era la hora en que su madre llegaría y seguía sin saber que decirle exactamente, no era muy expresiva con ella y a pesar de que la ayudó bastante con el tema de Draco aún así encontraba vergonzoso lo que le iba a pedir que era algo que uno normalmente le pedía a sus amigas, no a su madre. Pero como no tenía ninguna amiga no tenía ninguna otra opción.

El sonido de su puerta principal abriéndose la colocó aún más nerviosa. Su madre vestía un vestido floreado, junto con unos cómodos zapatos sin tacón y algunos accesorios en su cabello recogido. Sí, definitivamente ella era la única que podría llegar a ayudarla.

— Hola, mamá —saludó apagando la televisión con el control remoto dejándolo sobre la mesa antes de ir detrás de su madre hasta la cocina.

— Hola, cariño —la saludó de vuelta colocando unas bolsas del supermercado sobre el mesón junto con las llaves y su bolso para luego ir por un vaso de agua.— ¿Cómo estás?

— Bien, bien —susurró Hermione mirando el suelo. Escuchó como su madre tragaba el agua lentamente sintiendo su mirada.

— ¿Sucede algo malo, cariño? —preguntó una vez que dejó el vaso vacío en el lavaplatos.

— No, no. Es solo que... —levantó su vista hasta su madre quien la miraba esperando a que continuara.—Necesito tu ayuda.

— Oh —dijo su madre algo sorprendida de que su hija le pidiera ayuda algo que claramente no hacía muy seguido y cuando lo hacía era por algo realmente importante. —¿En qué puedo ayudarte, cariño? —ella se mordió el labio desviando la mirada de su madre. Tragó en seco.

— Necesito que me ayudes a verme... femenina —susurró esto último.

Bien, lo había dicho. Ya había tomado una decisión después de ver esas estúpidas películas románticas donde todas las chicas eran hermosas y sofisticadas. Quería cambiar, claro, solamente físicamente porque siempre sería en ella aunque estuviera con un vestido de princesa nunca dejaría de decir groserías o hablar inapropiadamente. Solamente necesitaba algo de ayuda para mejorar su vestimenta y demás. Nada muy grave.

— ¿Por qué? —fue lo único que dijo su madre. Hermione levantó la mirada confundida.

— ¿Por que qué?

— ¿Por qué de repente dices que quieres que te ayude a ser femenina? Siempre dijiste que no te importaba ser como eres, que odiabas los vestidos y las cosas de chicas así que no puedo evitar preguntarte ¿por qué este cambio de opinión?

— Pues... —ella suspiró— creo que era tiempo de un cambio, eso es todo. —se encogió de hombros. Ni ella misma sabía la razón por la cual quería hacer este cambio. Bueno, sí lo sabía pero no quería aceptarlo.

— ¿Es por Draco?

Y su madre dió justo en el clavo.

Hermione sabía que su cambio de opinión tenía que ver con Draco y tratar de ser lo suficiente buena para él, es decir, ella ha visto a las chicas con las que él ha estado y son totalmente distintas a ella. Son delgadas, hermosas, con un cuerpo de muerte, normalmente vestían shorts y remeras de marcas, zapatos de tacón, nada de lo que Hermione usaba. Se sentía tan poca cosa al lado de esas chicas. Antes no le importaba ni una mierda pero ahora que le gustaba Draco todo era diferente, no podía evitar compararse con las demás y querer ser lo suficientemente hermosa para estar con él. Creía que no merecía su amor. Más ahora que Draco estaba a punto de perdonarla. ¡Después de todo lo que ella le hizo! Draco era demasiado bueno para ella por lo que quería, aunque fuera solo físicamente, ser lo suficientemente buena para él.

mi mejor amiga "lesbiana"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora