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Había desarrollado un extraño refugio en sus compañeros trainees; luego de apenas semanas, se aprendió el nombre de los chicos que le agradaban demasiado: Jeon Jeongguk (quien le preguntó por NamJoon), Kim NamJoon, Jung Hoseok y Park Jimin. La vida que le habían ofrecido en el purgatorio (¿O venía de otro lado?) era complicada, y tener a quienes amar lo volvían tranquilo. No ocupaba dormir; se había dado cuenta de que, luego de cierta hora -curiosamente la hora en la que murió- nadie podía verlo.

Tan sólo bastaba con esconderse por ahí durante la noche sin mover nada o hacer ruidos extraños hasta el día siguiente. Había empezado una rutina luego de un tiempo.

También, curiosamente, se dio cuenta de que todas las cosas nuevas que llegaba a sentir, era con Namjoon.

«¿También yo lo haré sentir así

seesaw ↬ namgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora